Yevgeny Prigozhin y la implosión de la élite rusa – Juan de Dios Andrade

CONfines Políticos

24 de agosto de 2023

Correspondencia:  confinespoliticos@gmail.com

Si nos atenemos a la lista de los pasajeros que iban en el avión siniestrado este miércoles en la región de Tver, cerca de Moscú, viajaban Yevgeny Prigozhin y Dmitry Utkin, su hombre de confianza, con el que había fundado el grupo Wagner. Eran dos hombres clave con conexiones que remiten al aparato de seguridad del GRU, a los ejércitos privados y al bajo mundo ruso. Pero no eran los únicos: estaban acompañados por parte importante de la cúpula de los Wagner, entre ellos Valery Chekalov, temible jefe de seguridad de Prigozhin, que se encargaba de asediar y amenazar a los que se atrevían a investigar a Yevgeny, y que no dudaba en resolver las cosas por la vía rápida cuando lo consideraba necesario…

Eran dos aviones que volaban de Moscú a San Petersburgo. Uno de ellos con 7 pasajeros y 3 de tripulación. Si nos atenemos a la lista, eran 10 en total y se han encontrado únicamente 8 cuerpos, lo que, sin duda, alentará las más variopintas teorías de la conspiración…

Es verdad que todos podemos cometer errores absurdos, básicos y hasta infantiles. Pero, ¿el alto mando del grupo Wagner? ¿Con los dos fundadores y el responsable de seguridad en el mismo avión? Eso no cuadra con alguien de altos vuelos como Prigozhin, Utkin y Chekalov…

Los testigos en tierra dicen que hubo dos explosiones. Inmediatamente, se desprendieron el ala y el estabilizador, que cayeron cerca de una granja abandonada, mientras la aeronave caía dramáticamente…

Los datos técnicos son muy importantes, pero eso está en manos de las autoridades rusas, de las cuales nadie espera que resuelvan claramente lo ocurrido…

Rusia al más puro estilo mafioso

A lo que debemos prestar atención es que con el avión también se desplomó la confianza en el entramado de la élite rusa, si es que alguna vez existió. Cuando terminó por estrellarse en tierra, el círculo de confianza de Vladimir Putin y la correlación de fuerzas de los siloviki, implosionó…

Sin duda, el que dio la orden no calculó cabalmente los efectos…

Cuando se destruye un proyecto y no quedan ideales o alguna otra cosa de la cual asirse, lo único en pie son los negocios y sabemos que, cuando todo es cuestión de negocios, las lealtades son compradas por el dinero o condicionadas por el temor, que, para efectos prácticos, en un momento dado pueden ser ‘flor de un día’…

Pero no nos engañemos, Yevgeny Prigozhin era un criminal. Si los primeros datos son válidos y se trató de un ataque directo, tan criminal como los que lo orquestaron. Yevgeny venía de África, había estado en Mali reclutando mercenarios para el grupo Wagner y ofreciendo sus servicios a los dictadorzuelos locales y enviando ‘mensajes’ a la junta golpista de Níger. Llegó a Moscú justo para cambiar de avión y volar hacia San Petersburgo, pero terminó partiendo a la otra vida. Más bien lo enviaron sus enemigos…

Venía de hacer lo que mejor sabía: preparar nuevas guerras que, ahora, ya no peleará y ha quedado en vilo la protección que Yevgeny daba a algunos gobernantes y facciones golpistas en África. Les aseguro que, por lo ocurrido, los golpistas están muy preocupados en Níger…

Curiosamente, eso podría jugar a favor de Putin: dictadores y golpistas, aterrados al sentirse desprotegidos, podrían correr a cobijarse con Vladimir, lo que empujaría a parte de África a una espiral desestabilizadora y no olvidemos la presencia rusa y china en América Latina, pero, sobre todo, de Irán y Hezbollah…

El escenario interno de Rusia se ha decantado por el estilo mafioso. No es que antes no hubiera síntomas inquietantes, sino que ahora al régimen se le ha caído la máscara del ideal nacionalista y el proyecto geopolítico sobre la grandeza rusa en Eurasia, se ha hecho añicos y, así como Prigozhin ha sido relacionado con grupos delictivos, igualmente Putin ha sido señalado de vínculos con la delincuencia organizada…

En su libro Los hombres de Putin, Catherine Belton dice que Vladimir selló acuerdos con el grupo Tambov, una de las organizaciones más importantes de San Petersburgo, desde que era teniente de alcalde, para controlar el puerto y otros asuntos lucrativos. Asimismo, en la causa judicial llamada Operación Troika (2008), que se abrió en Mallorca sobre la mal llamada ‘Mafia rusa’, se dijo que Putin no era ajeno al contrabando de carbón, oro, heroína y gas que pasaba por Ucrania (¿les suena conocido el tema?). Según se difundió en aquel momento, usaba como intermediario a Guennadios Petrov, líder de los Tambov y a Vladislav Reznik, del partido Rusia Unida, afín a Putin. Claro que Vladimir y sus incondicionales lo han negado, achacando las acusaciones a sus enemigos…

La organización Tambov se formó bajo el liderazgo de Vladimir Kumarin y Valery Ledovskikh, originarios de la región del mismo nombre. Pronto se enfrentaron con otras facciones rivales, entre ellas los Malyshevskaya, por el control del puerto y varios negocios. Fue entonces cuando se presume que se aliaron con Putin, aunque no faltan los que dicen que tuvo tratos con ambos bandos…

¿Verdad o mentira? Lo cierto es que es un tema peligroso que ha enmarcado las muertes de sus adversarios en circunstancias muy raras, en ese ámbito oscuro donde también actúan los aparatos de inteligencia y seguridad rusos. No en vano, el año pasado, Ferran Barber usó la expresión: ‘suicinatos’ para referirse a la lista que cada vez es más larga…

¿Un mensaje a plena luz del día?

Pese a todo, ahora la situación es diferente. Los otros adversarios han venido de afuera, no pertenecían al círculo de poder entorno a Putin. Yevgeny Prigozhin no era un enemigo externo y la rebelión de hace dos meses (aunque se le haya llamado ‘motín’) fue un golpe desde adentro. Si consideramos que se inició la noche del 23 al 24 de junio y que lo del avión haya tenido lugar el 23 de agosto, pues el mensaje ha sido claro, directo y muy personal. ¿O hay algo más personal que la vida misma? Y al jerarca ruso le dolió…

Con el avance hacia Moscú, Putin fue exhibido como dubitativo, errático, débil e indefenso, que necesitó de Lukashenko como intermediario. Todo eso lo hizo alguien considerado ‘un hombre de Putin’. Como bien lo señaló Anne Applebaum, el miércoles la violencia periférica se trasladó al corazón del Kremlin. ¿Ha sido herida de muerte la cúpula del poder ruso? Es difícil responder, pero los hechos lo dirán y hay que observar con mucha atención lo que ocurra en Rusia en el corto y mediano plazo…

Luego de que fue obligado a pactar con el líder del grupo Wagner, se sopesó la posibilidad de que pudieran ocurrir otros levantamientos similares y tal vez eso le llevó a Vladimir a enviar ‘un mensaje a plena luz del día’. ¿Le servirá para neutralizar el descontento y asonadas por parte de los siloviki? Quizás. Pero podría ser un ‘arma de dos filos’, porque la frontera entre el temor y el terror es muy tenue, y tanto en Hobbes como en Maquiavelo hay advertencias sobre ello, porque aterrorizar puede conducir a que haya una respuesta del otro lado o de muchas partes…

Si, como dijo Joe Biden, “no sucede mucho en Rusia en lo que Putin no esté detrás” y se trató de un ataque directo, sólo hay 3 opciones: Putin lo planeó y ordenó, los autores contaron con su aprobación tácita o ‘alguien’ actuó pensando que eso lo complacería o que, ante los hechos consumados, tendría que aceptarlo…

Las redes sociales vinculadas a los Wagner, sobre todo Grey Zone de Telegram, ha dicho que fue un asesinato, un ataque directo de las baterías antiaéreas rusas y que habrá “consecuencias catastróficas”, alentando a tomar Moscú y apuntando a Shoigú y Gerasimov. Todo ello en el contexto de la Cumbre de los BRICS en Sudáfrica, a la cual, por cierto, lo de Prigozhin le quitó los reflectores. Lo único que pasó a ser noticia fue la imagen del guardaespaldas de Xi Jinping, que, por un descuidó, dejó desprotegido a su jefe. Vamos a ver cómo tomará el mandamás chino el que hayan desplazado mediáticamente la cumbre liderada por él…

En cualquier caso, revela que Vladimir está perdiendo el control y que algunos de su círculo más cercano temen un golpe de Estado de los Wagner o de algún otro enclave de los aparatos de seguridad. No hay que olvidar que, el mismo día del desplome del avión, el general Serguéi Surovikin, muy cercano a Prigozhin, fue relevado del cargo de comandante de las Fuerzas Aeroespaciales, luego de tenerlo alejado de la opinión pública durante dos meses y que, desde el 21 de julio, está detenido Igor Girkin, veterano del ejército ruso y ex oficial del Servicio Federal de Seguridad (FSB), figura clave en la anexión de Crimea y en la invasión del Donbás…

Vladimir se está tambaleando en el poder y ha iniciado el juego más peligroso de los que haya tenido a lo largo de su vida. Es posible que salga victorioso, pero también aumentan las posibilidades de que no. El camino de la violencia puede ser insaciable y, en breve, podría necesitar asestar otro golpe más fuerte y, luego, otro más y así. Bajo el entendido de que algunos siloviki pacten en su contra. Es muy probable que, entre ellos, estén los mismos que irán por Lukashenko por haberse prestado a un acuerdo que no se iba a respetar…

¿Tiene bajo control a todos los que poseen la capacidad de quitarlo del poder? La incógnita se va a despejar en los próximos días o meses…

Lo malo para Putin es que, en ese tipo de confrontación, ya no podría sellar acuerdos de paz ni treguas, porque unos y otros saben que su palabra carece de valor…

Hasta entonces…