Vie. Nov 22nd, 2024

Vladimir Putin

Vladimir, Gazprom y el aliado europeo – Juan de Dios Andrade

El proyecto Nord Stream 2 ¿es sólo una cadena de negocios de alto nivel, con futuras ganancias espectaculares? ¿Son ciertos los temores de un predominio geopolítico de Rusia a través de ello? ¿Quién es el aliado clave de Vladimir en Europa? ¿Contra qué está luchando el Oso ruso?

CONfines Políticos

El próximo 21 de diciembre, Europa entrará de lleno en el invierno que durará hasta el 20 de marzo de 2022 y, conforme se cumple el plazo, se acentúan las presiones por el abastecimiento de gas y por una eventual crisis energética europea. Esto ocurre anualmente, pero ahora reviste una serie de características especiales…

El mundo está llegando al final del año, agotado por el impacto de la pandemia en la salud, el comercio, el empleo y en muchos ámbitos de la vida social, pero también por la profundización de los efectos del cambio climático…

Desde el punto de vita geopolítico, la Unión Europea transita a un nuevo equilibrio en función del relevo de Ángela Merkel y el probable debilitamiento del liderazgo político por el perfil del sucesor. Mientras se decide lo anterior, Emmanuel Macron maniobra para ampliar su ascendencia continental, pensando en llenar el vacío que, sin duda, dejará la canciller alemana. Por lo tanto, no se trata sólo del suministro de gas, por muy importante que sea sino de un escenario geopolítico que gravita sobre Asia y la Europa misma…

Entre el relevo alemán y el sueño de Macron

La escalada de precios de la energía en todo el mundo podría desembocar en una crisis y, como es lógico suponer, los señalamientos van en aumento: al ser Europa la más afectada, acusan a la gasera Gazprom de propiciar, de un lado, el aumento desbocado de precios, mientras Vladimir Putin presiona, del otro, para que empiece a funcionar el gasoducto Nord Stream 2 y empezar a surtir el producto a Europa…

¿Qué tiene eso que ver con el relevo de Merkel y con las pretensiones de Macron? Mucho…

Los proyectos Nord Stream y la geoestrategia rusa

Para que empiece a funcionar el gasoducto ruso en cuestión, se necesita el visto bueno del regulador alemán y Merkel va de salida, en tanto el que viene tendrá que pasar por todo un proceso de negociación para convertirse en canciller y su liderazgo es de menor rango. Alemania es el país de la Unión Europea que más gas le compra a Rusia y el cambio de poder es idóneo para intentar modificar la situación del gasoducto, que precisamente va de Rusia a Alemania y relanzar la estrategia geopolítica de Putin en Europa y, sobre todo, las proyecciones de Eurasia…

A la inversa, Gazprom es el mayor proveedor de gas natural para Europa y Turquía, lo que, de facto, genera una relación que va más allá de proyectos y negocios de altísimo nivel: es una relación geoestratégica de primera importancia para todas las partes involucradas…

El escenario que Putin tiene por delante es que con el Nord Stream 2 evitaría el paso de su gas por Polonia y Ucrania, de tal modo que podría abastecer a Europa Occidental de manera independiente a sus conocidas tensiones con los dos países mencionados. Es verdad que eso significa pérdidas millonarias para Polonia y Ucrania, pero el punto delicado es que los expertos piensan que las presiones que estaría ejerciendo el mandatario ruso con lo del gasoducto y el alza de precios mediante Gazprom, sería un instrumento para consolidar el poderío sobre ambos países, en tanto la Unión Europea se volvería más dependiente del gas ruso…

Geopolítica de los gasoductos rusos

En este sentido, los planes de Emmanuel Macron, de ampliar su influencia continental, le vendrían muy bien a Rusia. Vladimir no estaría apostando a debilitar al polo alemán en beneficio del francés, aunque el segundo dista mucho de tener los alcances del primero, lo que de todos modos beneficiaría a la geoestrategia de Putin, sino a que se desgasten mutuamente…

¿Para qué? Esa es una buena pregunta. Tanto el tema de China como el de Ucrania son de mucho peso, pero nos han hecho perder de vista otros asuntos de primera importancia geopolítica. No niego los alcances del tema gasero ni lo que eso implica en ganancias para los inversionistas ni el impacto en la economía familiar de los europeos, que han visto sextuplicarse las tarifas de gas y electricidad en el transcurso de un año, mucho menos las pérdidas para Polonia y Ucrania. Pero es necesario adentrarnos en la geopolítica gasera del jerarca ruso…

Rusia, China y el GPP de Amur

Gazprom, tal y como está, bordea los límites de su capacidad como factor geoestratégico. Por eso asumió varios proyectos impresionantes para consolidarse como elemento decisivo en Eurasia, entre ellos: la Planta de Procesamiento de Gas de Amur o GPP de Amur (presentada como una de las más grandes del mundo, ubicada cerca de la ciudad de Svobodny), el gasoducto TurkStream para surtir gas a Turquía y al sur sureste de Europa (parte de la estación compresora Russkaya, cerca de Anapa y, atravesando el Mar Negro,  llega hasta la aldea turca de Kıyıköy) y el megaproyecto Yamal (que abarca varios desarrollos, siendo el más grande el campo Bovanenkovskoye), calculado para cien años de producción y almacenamiento gasero…

TrukStream, la otra pieza clave

La GPP de Amur no tiene precedente en dimensiones en la historia gasera rusa y es clave en la cadena para suministrar gas natural a China a través del gasoducto Poder de Siberia. En junio pasado, se concluyó el primer tren de producción y será concluido en su totalidad en 2025. El TurkStream, a su vez, se compone de dos cadenas: una para abastecer a Turquía y, la otra, para el sur sureste europeo. El megaproyecto, por su parte, se encuentra en la Península de Yamal, en el Mar Kara y abarca, por lo menos, cinco grandes vertientes…

Todo ello sin contar otros megaproyectos, como el Programa de Gas del Este, el sistema de tuberías Poder de Siberia en especial y el Proyecto de GNL Sakhalin II Vladivostok…

Pero ¿eso es todo? ¿Los planes de Vladimir son sólo una serie de negocios descomunales? No me lo creo. Vladimir tiene un arma secreta para hacer un contrapeso a la Unión Europea y al atlantismo que Joe Biden intenta relanzar…

Viktor Orban, el aliado europeo

El arma secreta de Putin

El 27 de septiembre pasado, Gazprom Export y MVM CEEnergy Ltd. firmaron dos acuerdos en Budapest de 15 años de duración, en presencia de Peter Szijjarto, ministro de Relaciones Exteriores y Comercio de Hungría y Elena Burmistrova, vicepresidenta del Comité de Gestión de Gazprom y directora general de Gazprom Export. Con dichos acuerdos, Rusia ha logrado uno de sus objetivos más importantes, anticipo de lo que desea con el resto de Europa: ir dejando de lado los llamados ‘precios stock’, que se basan en el día a día, para garantizar “un suministro confiable y estable de gas ruso durante los próximos 15 años”. Lo acordado incluyó que Hungría comenzaría a recibir el gas a partir del 1 de octubre del año en curso y ese objetivo fue posible con el concurso de empresas húngaras, búlgaras y serbias, mediante “sistemas nacionales de transmisión de gas”. Esto es revelador…

¿Qué significa ‘sistemas nacionales de transmisión de gas’? Son el mecanismo para saltarse las regulaciones de la Unión Europea y evitar sanciones. ¿Por dónde empezaría a recibir Hungría el gas? A través del gasoducto TurkStream. Como sea, las multan por operar sin certificación son de risa: un millón de euros. ¿Saben lo que significa esa cantidad ante miles de millones de euros en futuras ganancias? Nada, simplemente nada. De todos modos, se lo quieren ahorrar…

Los acuerdos de Budapest son una respuesta al acuerdo de julio entre Joe Biden y Ángela Merkel para asegurarle a Ucrania que no saldrían perdiendo por el gas que dejaría de transitar por su gasoducto, que, dicho sea de paso, significó una bajada de ventas a menos de la mitad del gas ruso que antes se enviaba a Europa cruzando territorio ucraniano…

Alexey Borisovich Miller

Viktor Orban es el aliado que Rusia impulsa para apoderarse del liderazgo europeo, mientras Alemania y Francia compiten y se desgastan por ser el epicentro de la Unión Europea. Aquel exabrupto de Emmanuel Macron por el pacto Aukus, lo expuso a los ojos de Putin como un dirigente manipulable…

Es verdad que Polonia teme quedar a merced de la geoestrategia rusa del gas, pero Orban se encargará de calmar los ánimos. No en vano Polonia lleva un tiempo asemejándose al modelo húngaro. Dicho de otro modo, aunque haya discrepancias y recelos, comparten una misma matriz ideológica y de realpolitik

Mientras se sellaban los acuerdos en Hungría, un hombre no salió en la foto: Alexey Borisovich Miller, el verdadero artífice y operador de lo que ahí se estaba firmando…

Vladimir Putin y Alexey Miller

¿A quién teme Vladimir?

Vladimir Putin teme a un adversario en particular y no es ni una potencia ni una persona en especial, aunque, sin duda, respira aliviado por el fin de la era de Merkel. El Oso ruso teme los avances en el uso de energías verdes y limpias en Europa y en el mundo. Todo su esfuerzo y presiones que ejerce, incluyendo ofrecimientos y amenazas veladas de ampliar o disminuir el suministro de gas a la UE, llevan como parte esencial el hundir el uso de energías que no sean las gaseras…

Ángela Merkel avanzó a pasos agigantados en el tema de la energía acorde con las exigencias de los Acuerdos de París y, aunque fue calificada como pragmática por apostar por el Nord Stream 2, dejando al principio a Ucrania con un palmo de narices, queda claro que su intención era hacer gastar a Gazprom y a sus inversionistas (el gobierno ruso es el dueño más importante, pero también hay mucha inversión privada, lo que explica que tenga el estatus de empresa privada), para, luego, sustraerse del dominio geopolítico gasero usando energías verdes…

Aquí se entiende que la decisión del entonces presidente Donald Trump de salirse de los Acuerdos de París, fue un disparate geoestratégico que generó muchas sospechas sobre sus motivaciones. Pero el desacuerdo de él con Merkel por el proyecto Nord Stream 2, expuso que Trump no sabía el terreno que pisaba y que era geopolíticamente incoherente…

Ante la premura anual de la llegada del invierno, Vladimir presiona para lograr acuerdos de largo plazo, cuyas elevadas inversiones, por parte de los gobiernos europeos, lleven a posponer o ralentizar el de las energías verdes y limpias…

El proyecto de catapultar a Viktor Orban como el nuevo líder de Europa (ya garantizó el gas para el invierno) depende de alcanzar acuerdos más duraderos en materia de energía rusa y, sin darse cuenta, Rusia está yendo contra el futuro. ¿Podrá Vladimir detener el tiempo en Eurasia y en Europa? Vamos a ver…

Hasta entonces…

Correspondencia: confinespoliticos@gmail.com