Rusia en manos de China – Juan de Dios Andrade
¿Quedará Rusia como subordinada de China? ¿Terminará Rusia por ‘arrastrar’ a China a una espiral de guerra y ruptura? De lo ocurrido durante la visita de Xi Jinping a Vladimir Putin, pareciera ser lo primero. ¿Qué es lo que los une y cuál es la agenda que los separa?
CONfines Políticos
24 de marzo de 2023
Si algo ha quedado demostrado, a raíz de la reciente visita de Xi Jinping a Vladimir Putin, es que la propuesta de paz naufragó antes que el primero llegara a Moscú y que Rusia se está convirtiendo en un país cada vez más dependiente de China, lo que la pone en riesgo de quedar en un segundo plano de subordinación. Es el destino lógico de los malos resultados en su hoja de ruta…
Por eso, no basta enterarse de los pronunciamientos, sino también de cómo los hicieron, en qué coinciden y los aspectos ausentes, además de considerar el lenguaje corporal…
El papel de pacificador que pretendía Xi Jinping quedó en meras intenciones: Ucrania no quiere saber nada de negociaciones sin la salida inmediata de las fuerzas rusas y Putin no tenía la menor intención de cumplir algunos de los puntos del plan del jerarca asiático…
Empezar negociaciones habría servido para darle tiempo a Moscú de rehacer sus fuerzas…
Tal vez el problema de origen estriba en que toda predicción es una generalización que no refleja la realidad completa y decir que Occidente está en declive irreversible podría no ser del todo cierto, porque abarca realidades altamente complejas. Es más certero decir que Estados Unidos, China o Rusia lo están, a que sea Oriente u Occidente en su totalidad
Juan de Dios Andrade
Xi Jinping también se equivocó en sus cálculos
Mientras Xi Jinping visitaba Moscú, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, llegaba a Kiev para manifestarle su apoyo a Ucrania. El mensaje fue muy claro: unidad de Occidente en torno a Ucrania, como antecedente de la que se avecina en el Indo-Pacífico…
Las recientes declaraciones del gobierno australiano no ponen en duda los compromisos de seguridad del Aukus, sino el que la adquisición de submarinos nucleares sea la preparación de una guerra de ese calibre por parte de Australia…
Al igual que Putin al decidir invadir Ucrania, Xi Jinping se equivocó al calcular la respuesta de EE. UU. y la OTAN: no se dividió (excepto por la posición húngara y la intermitente de Turquía, cada una con su propia lógica), ni Estados Unidos se distrajo de Taiwán y el Mar de la China, y se está acelerando la entrega de armas a Kiev…
¡Pero ellos también nos necesitan! ¡Tenemos armas nucleares!
Olesya Loseva
La guerra en Ucrania ha evidenciado que Rusia no es tan poderosa militarmente como afirmaba, porque el amenazar con armas nucleares apunta a la incapacidad de ganar en el campo de batalla. Los análisis de inteligencia indican que el Kremlin está retirando a gran velocidad recursos y materiales bélicos viejos de sus almacenes, y eso significa que China no le va a dar armas de manera abierta (ni en la cantidad requerida) para lo que viene…
Lo anterior incluye tanques de la época de Stalin, que son retirados de almacenes del Extremo Oriente, lo que debilita la alianza sino-rusa ahí y revela que el ejército ruso no es tan moderno…
A la par, Ucrania participa en un proyecto con Turquía para desarrollar el nuevo caza turco TF-X de quinta generación, cuyo vuelo inaugural podría ser en el año en curso…
¿Engañó Moscú a Beijing o fue la euforia de ambos al momento de sellar su alianza? Es el riesgo de creerte tu propia propaganda, pues Xi Jinping pensaba que Rusia era más fuerte y los errores de su par ruso podrían arrastrarlo a él, a su vez, a una espiral no deseada…
Las cartas que le quedaron a Xi Jinping eran evitar todo pronunciamiento de respaldo a la guerra en Ucrania, culpar a Estados Unidos y a la OTAN, e inclinar los acuerdos en dirección a consolidar el poderío de Beijing en Eurasia…
Agendas geoestratégicas divergentes
Porque una cosa es afirmar que van a fortalecer sus vínculos y, otra, los términos de los mismos. La agenda global de ambas potencias no coincide, excepto en su confrontación con Estados Unidos. Como se pudo apreciar, es lo que hace que coincidan. Fuera de eso, casi todo implica una creciente dependencia de Rusia hacia China, lo que echa por tierra la imagen de la primera como una economía imbatible ante las sanciones occidentales…
En pocas palabras, Rusia no está al nivel de un aliado como China. El problema para Xi Jinping es que se ha comprometido pensando que sí…
En el plano de la tecnología bélica, China y Rusia no están en igualdad de condiciones con EE. UU. Podrían estarlo en el futuro, pero ahora no y eso ha quedado demostrado en Ucrania y en el bombardeo norteamericano a posiciones iraníes en Siria. Aliados desiguales entre sí, aliados desiguales ante el adversario en común. Este es el punto delicado…
Tal vez el problema de origen estriba en que toda predicción es una generalización que no refleja la realidad completa y decir que Occidente está en declive irreversible podría no ser del todo cierto, porque abarca realidades altamente complejas. Es más certero decir que Estados Unidos, China o Rusia lo están, a que sea Oriente u Occidente en su totalidad…
Son las consecuencias de todo ‘mesianismo político’, tan presente en los autoritarismos…
Entre los acuerdos signados, los relativos a la seguridad y la cooperación militar, fueron los más generales y, por el contexto geopolítico, significa que Xi Jinping sabe que Putin no tiene gran cosa que darle. Si Rusia necesita armas de China o de cualquier otra fuente, lo dice todo…
Si lo vemos bien, el resto va en la dirección de que las empresas chinas ‘colonicen’ Rusia para sustituir a las occidentales que se han ido. Para pretender un mundo multipolar, la situación bilateral se torna demasiado unilateral: China se ha convertido en el cliente-proveedor de Rusia, con la característica de que Beijing compra a precio de saldo. Es China el principal beneficiado del comercio energético con Moscú…
Hasta el gasoducto Power of Siberia, que se desea construir a través de Mongolia, servirá a los intereses chinos y asegurará un papel secundario ruso. Pero lo raro es que Xi Jinping no haya mencionado siquiera ese proyecto, fue Putin el que lo hizo…
Uno de los inconvenientes al adoptar una estrategia incoherente (multipolar-unilateral), es que lo logrado de un lado lo pierdes del otro. China necesita reactivar su economía y, para ello, Occidente es esencial. Pero atarse a Rusia lo aleja del mercado anhelado. No puedes hablar de multipolaridad en el discurso y empujar hacia la unilateralidad en los hechos…
Los mensajes de China
Tres aspectos son clave en el encuentro sostenido: Xi Jinping no hizo compromisos de asistencia militar a Vladimir Putin, tampoco de proporcionarle tecnología de gama alta y no respaldó la invasión a Ucrania. Sólo hubo buenos deseos y fotos…
Putin, por su parte, apoyó el uso del yuan para el comercio en Asia, América Latina y África, aunque falta ver si los referidos lo aceptarán. Díganme si no es Rusia la dependiente de China…
En un programa reciente en la televisión rusa, Andrei Klintsevich pidió reconocer que ha sido China la que ha salvado a Rusia, luego de las sanciones occidentales, a lo que de inmediato respondió la presentadora Olesya Loseva que los chinos también necesitaban a Rusia por las armas nucleares…
No creo que tales pronunciamientos le vayan a beneficiar a la imagen que Xi Jinping quiere para la alianza, al igual que las disparatadas amenazas de Medvedev con disparar un misil contra la Corte Penal Internacional…
¿Engañó Moscú a Beijing o fue la euforia de ambos al momento de sellar su alianza? Es el riesgo de creerte tu propia propaganda, pues Xi Jinping pensaba que Rusia era más fuerte y los errores de su par ruso podrían arrastrarlo a él, a su vez, a una espiral no deseada
Juan de Dios Andrade
Por los motivos que haya sido, la ausencia de Vladimir en el aeropuerto para recibir a su aliado, fue el preludio del resultado de la visita…
Las maniobras tratando de dividir a la Unión Europea y a la OTAN mediante Alemania y Francia, han fracasado, y hará falta algo más que los posicionamientos de Hungría y Turquía, que no quieren ser arrastrados a una guerra global. Luego de la visita a Moscú, Xi Jinping lo volverá a intentas y, sin duda, tiene los ojos puestos en España. ¿Por qué cree que puede lograr que Pedro Sánchez sea el factor de división? Esa es una buena pregunta…
Tampoco podemos olvidar la confrontación de carácter cultural, como puede verse en la polémica generada por Ucrania con su intención de cambiar el nombre de Rusia por el de Moscovia, así como en la ocurrida entre la portavoz de la cancillería rusa Maria Zakharova y Bogdan Aurescu, canciller rumano, por los idiomas moldavo y rumano, y el uso propagandístico que habría hecho la Unión Soviética del primero…
Mientras tanto, no hay que perder de vista la visita que hará Ma Ying-jeou, expresidente de Taiwán, a China del 27 de marzo al 7 de abril. Ma sigue siendo un alto miembro del Kuomintang (KMT), partido considerado favorable a Beijing…
Hasta entonces…
Correspondencia: confinespoliticos@gmail.com