México-Ecuador: se modifica el debate presidencial – Juan de Dios Andrade

CONfines Políticos

6 de abril de 2024

Correspondencia: confinespoliticos@gmail.com

Desde cualquier ángulo que lo veamos, la situación es grave. De un lado, se violentó la soberanía de México al irrumpir las fuerzas especiales, el ejército y la policía ecuatoriana en la embajada mexicana en Quito. Del otro, las afirmaciones previas por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre lo ocurrido en las pasadas elecciones presidenciales en Ecuador, fueron temerarias. No había necesidad de que las cosas llegaran hasta el punto en que se encuentran, pero así ocurrió y si lo que se pretendía era sumar elementos distractores a una sucesión presidencial en México que parece complicársele a López Obrador, lo consiguieron, pero el precio ha sido muy alto…

Se cuentan con unas cuantas horas para encontrar alguna salida razonable, porque el presidente mexicano está en la bifurcación de dos extremos: terminar en un conflicto mucho mayor o quedar en ridículo. O no me digan que todo quedará en una ruptura de relaciones diplomáticas…

Palabras que nunca debieron pronunciarse

El asunto es delicado. Los señalamientos de Andrés Manuel equivalieron a poner en duda la legitimidad de Daniel Noboa, así como su honorabilidad. El 3 de abril, en su acostumbrada reunión con los medios de comunicación, López Obrador especuló sobre el asesinato de Fernando Villavicencio y la caída en las encuestas de Luisa González, candidata del muy cuestionado Rafael Correa, entonces presidente saliente de Ecuador. La desaparición de Villavicencio desembocó en la candidatura de Noboa y las palabras del mexicano cayeron muy mal en el país sudamericano, al grado de que la propia viuda y la hija del político asesinado tronaron contra Andrés Manuel, exigiéndole respeto a la memoria del candidato caído…

Este fue el origen del conflicto diplomático entre ambos países, que condujo, primero, a declarar ‘persona non grata’ a la embajadora Raquel Serur y darle un plazo de 72 horas para abandonar territorio ecuatoriano, y, segundo, a la irrupción en la embajada para detener al exvicepresidente Jorge Glas, que arrastra un pasado vinculado a la corrupción y presuntamente al narcotráfico…

Además, Andrés Manuel venía de otro conflicto con el presidente argentino, al que llamó “facho conservador”, a lo que Javier Milei reviró calificándolo de ‘ignorante’. Agreguen los que ha tenido con Bolivia y Perú…

Ninguno de los dos hechos se justifica: ni las palabras del presidente mexicano, ni el allanamiento de la embajada en Ecuador. Sin embargo, el problema ahí está y habrá que encontrarle alguna solución, que no será fácil…

¿En busca de un estadista en la recta final de gobierno?

Lo cierto es que, hasta el momento, Roberto Canseco, jefe de la misión consular, se ha ganado un lugar destacado en la historia y tal vez sea el único que lo vaya a lograr. En cuanto a los presidentes, uno quedará como un imprudente y, el otro, como un extremista…

Empero, llama la atención que el forcejeo de Canseco con las fuerzas del orden haya sido afuera de la embajada de México y no en su interior, tratando de detener el vehículo en que se llevaban a Jorge Glas. ¿El objetivo era defender la sede diplomática o al exvicepresidente acusado de corrupción? Esto cambia el sentido de lo ocurrido, sin excusar la actuación ecuatoriana…

¿Había necesidad de algo así? ¿Qué se debe hacer cuando ingresan por la fuerza en tu embajada? ¿Simplemente romper relaciones diplomáticas y ya? ¿Declarar la guerra? ¿De verdad lo harían? ¿Están ambos países preparados para un escenario como ese? ¿Declarar la fecha en el calendario cívico mexicano como el día en que se mancilló la patria? ¿En serio? Por eso digo que o el caso escalará o alguien va a quedar en ridículo en las próximas horas…

A partir de este momento, López Obrador tiene detrás una enorme presión en la opinión pública mexicana. Hasta algunos de sus críticos le han manifestado su respaldo, pero no es gratuito: unos y otros, admiradores y detractores, están a la espera de sus decisiones y no creo que se vayan a conformar con una ruptura diplomática…

El presidente debe hacer a un lado los chascarrillos y actuar con inteligencia y prudencia, porque está en riesgo de empequeñecerse y ser el hazmerreír del continente americano, y quizás del mundo…

Es ahora cuando debe convertirse en un verdadero estadista, aunque sea en los últimos meses de su mandato…

Un juego peligroso

Sin duda, lo ocurrido el viernes en la embajada mexicana en Quito complicará más la lucha por el poder en México, cuyas elecciones serán el 2 de junio y, en primera instancia, acaba de modificar la dinámica del primer debate presidencial pactado para el domingo…

Como si no tuviésemos suficiente con la guerra en Ucrania y en el Medio Oriente, donde podría derivarse en una guerra por lo menos regional, con el forcejeo entre Rusia y la OTAN, así como con las incursiones marítimas de China en torno a Taiwán, le acaban de pintar ‘una raya más al tigre’, lo que se viene a sumar a la conducta demencial de Nicolás Maduro y los desplantes de Daniel Ortega, por citar dos ejemplos…

Claro que no han faltado los mal pensados que suponen que, con las especulaciones sobre Ecuador, en realidad se estaba jugando peligrosamente con la posibilidad de que alguien ataque mortalmente a Xóchitl Gálvez…

No sé si tengan razón, pero lo que sí es que el entramado político se ha deteriorado a tal punto que parece ponerse en riesgo la transmisión pacífica del poder en México y si queremos que el resultado sea de otro modo, la participación ciudadana debe ser contundente…

Entre hoy y el lunes, López Obrador puede cambiar el modo en que quede asentado en las páginas de la historia. ¿Qué se debe hacer cuando el gobierno local irrumpe en tu embajada? Esa es la pregunta…

Hasta entonces…