La guerra de los espías – Juan de Dios Andrade
La guerra en Ucrania está a punto de entrar en su siguiente etapa y arrecia la guerra de aparatos de inteligencia y de seguridad. ¿Qué tan delicado de salud está Putin? ¿Será posible una transición pacífica en Rusia? ¿Se avecina un choque entre China y Rusia?
CONfines Políticos
No sé si la invasión a Ucrania por parte de Rusia vaya a conducir a la Tercera Guerra Mundial, pero lo que sí sé es que se pensaba que el asunto iba a durar unos cuantos días y ya va corriendo el tercer mes. Errores estratégicos y chapuzas del Alto Mando y de los aparatos de inteligencia rusos, crímenes de guerra, expulsiones de diplomáticos con tal de desmantelar el espionaje de Vladimir y las consiguientes reacciones, sanciones de uno y otro bando con resultados diversos, vaivenes y desestabilización financiera, presiones de pagos e impagos, forcejeos por uso de una divisa o de otra, tensiones por el gas, carbón, petróleo y cereales; posibilidades de hambruna, migración forzada, parálisis de cadenas de suministro, la economía china en su peor momento en 30 años, erosión de la economía rusa, impacto económico de la guerra en Estados Unidos y Europa, así como una fuerte presión inflacionaria global y maniobras de la India, Hungría y otros más, tratando de sacar el mejor partido posible. Prácticamente no hay parte del mundo que no esté resintiendo la disputa por la preeminencia geoestratégica…
Por si no bastase con lo anterior: una enconada guerra de aparatos de inteligencia y espionaje en ámbitos que rebasan con mucho lo que está ocurriendo en Ucrania…
¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Cómo? Así como el mejor espía es aquel que no parece serlo, las confrontaciones en este terreno rara vez emergen como tales ante la opinión pública…
La trampa de la victoria
Vladimir se ha sacudido a los oligarcas que quedaban de la era de Yeltsin y aprieta el control de los que surgieron con su llegada al poder. Las medidas extremas sobre su seguridad personal revelan que teme una traición de su círculo más cercano, pero también a una infiltración por parte de Estados Unidos en su sistema de seguridad. Lo primero, quedó evidenciado en los señalamientos que hizo Putin contra los ‘traidores’. Lo segundo, en los mensajes que se mandan a través de la redes sociales y medios de comunicación sobre el estado de salud del jerarca ruso. Sea cáncer, el mal de Parkinson, retención de líquidos o cualquier otro padecimiento, lo que le hacen saber es que lo vigilan muy de cerca. Obviamente se busca aumentar el nivel de paranoia de Putin y, si como se rumorea, estaría a punto de pasar por el quirófano con su oncólogo, tendría que decidir a quién dejar a cargo mientras se recupera. Tal vez el de mayor confianza para él sería Nikolái Patrushev, secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, pero constitucionalmente debería ser el primer ministro Mikhail Mishustin, que no goza de la confianza absoluta de Vladimir…
Mientras se acerca el 9 de mayo, día en que Rusia celebra el triunfo ante la Alemania nazi, se especula que podría ser la ocasión para proclamar la ‘victoria’ y cerrar el expediente ucraniano. Siendo un fracaso las dos primeras etapas de la invasión, arreciaron los ataques a la acería de Mariúpol para convertirla en señal de victoria. En su afán de sostener el discurso antinazi, Vladimir puso esa fecha como idónea para festejar el triunfo en Ucrania. El problema es que los rusos no han podido imponerse en el Donbás…
Para el servicio de inteligencia británico, el 9 de mayo en realidad se usará para ‘declarar oficialmente la guerra’ contra Ucrania. Haber dicho al principio que era una ‘operación especial’ fue para situarse en lo ambiguo y sustraerse de las leyes y organismos internacionales. Sin embargo, se le ha convertido en una ‘camisa de fuerza’ porque Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea quedaron habilitados para ‘apoyar’ a Ucrania con recurso económicos y bélicos. Al declarar la guerra, los que ayuden a Ucrania quedarían comprometidos en la misma guerra. La interpretación asumida por el bando occidental ha sido el de que se aproxima una declaratoria de guerra de Rusia a Ucrania y el discurso de Estados Unidos y sus aliados ha sido el de que a Putin le queda poco tiempo en el poder (por su salud) y que se mantendrán con Ucrania hasta el final…
Estamos entrando a una etapa muy delicada. Vladimir pretende amagar al mundo con una Tercera Guerra Mundial y Occidente debe decidir si le toma la palabra, no con la intención de que se inicie sino pensando en que Putin es un hablador que, en el momento decisivo, dará marcha atrás…
Los verdaderos mensajes y sus destinatarios
La afirmación de que se mantendrá el respaldo a Ucrania lleva como verdaderos destinatarios a los siloviki: “Queda en ustedes la decisión de respaldarlo ante una eventual Tercera Guerra Mundial o de deshacerse del camarada Vladimir, dando paso a una transición interna y a una distensión hacia el exterior”. Lo que se está publicando en algunos medios digitales va en el sentido de un presunto golpe de Estado en ciernes por parte de exgenerales y exfuncionarios del otrora KGB en alianza con miembros del FSB, del GRU y de otras agencias de seguridad contra Putin. Para el especialista Andrei Soldatov, la pugna en el aparato de inteligencia es de tal magnitud que se han dado verdaderas purgas que no salen a la luz pública (van alrededor de 150 espías). Para Soldatov y su colega Irina Borogan, el descontento en las filas del FSB va en aumento por los malos resultados en Ucrania. Según ambos analistas, no cayó bien el cambio de objetivos en Ucrania (Kiev) por otros más modestos (Donbás). Es evidente que en los aparatos de seguridad e inteligencia se desarrolla una confrontación entre los aglutinados en torno a Nikolái Patrushev y los de Alexander Bortnikov, lo que sería una ruptura al interior de los siloviki (Consejo de Seguridad y FSB, respectivamente). Ahora sopésenlo en el contexto de una cirugía en puerta de Vladimir y agreguen que, el fin de semana, Valery Gerasimov, jefe de Estado Mayor del Ejército Ruso, fue herido en Izyum (en la región ucraniana de Kharviv), a donde lo envió Putin a dirigir personalmente la invasión…
Jamás se debe enviar al jefe de Estado Mayor directamente al campo de batalla porque se le considera pieza clave del cuarto de guerra. Lo anterior y los recientes bombardeos a diestra y siniestra revelan que los objetivos estratégicos en el Donbás se están desdibujando…
El mismo día en que Gerasimov cayó herido, se dio a conocer que el Mayor General del FSB, Yuri Sulin, fue condenado a 6 años de prisión por abuso de poder y también tuvo lugar la desafortunada declaración de Sergei Lavrov, en el sentido de que Hitler tenía sangre judía y que, aunque Zelensky es judío, muchos de los peores antisemitas lo han sido, lo que provocó una fuerte reclamación por parte de Israel…
La confrontación intestina de los aparatos de seguridad rusos parece haber llegado a un punto muy delicado con la prisión domiciliaria de Sergei Beseda, jefe del Quinto Servicio del FSB y su posterior ingreso en la infame prisión de Lefortovo. Esto provocó un mayor malestar al interior del FSB y el propio GRU. Según Andrei Soldatov e Irina Borogan, el Servicio de Inteligencia Exterior (SVR, a cargo de Sergei Naryshkin) habría recopilado información comprometedora sobre Beseda. Las tensiones han aumentado tanto que, en un video, Alexander Arutyunov (veterano de las Fuerzas Especiales de la Guardia Rusa) dijo: “Estimado Vladimir Vladimirovich, por favor decida: ¿estamos peleando en una guerra o nos estamos masturbando? Porque si estamos peleando, entonces debemos pelear, es decir, infligir golpes por todas partes”. Acto seguido, le advirtió que o había un ataque masivo o que mejor declarase el fin de la guerra…
La presión ejercida ha sido de tal calado que eso explica por qué varios medios de comunicación rusos comenzaron a hablar de la Tercera Guerra Mundial y de la OTAN como el adversario. Algunos de los posicionamientos más extremistas han sido enviados a través de Dmitry Kiselyov (televisión estatal rusa), que afirmó que con el dron submarino nuclear Poseidón podrían provocar un tsunami y acabar con las Islas Británicas. Y los mensajes van y vienen…
En paralelo, en lo que va del año, al menos cinco oligarcas rusos se han suicidado, tres de los cuales se piensa que dieron muerte a su propia familia antes de suicidarse. Cuatro de dichos oligarcas, estaban ligados a Gazprom. La lista empezó con Leonid Shulman (30 de enero) y le siguió Alexander Tyulakov (25 de febrero). Mikhail Watford fue el tercero (28 de febrero). El cuarto fue Vasily Melnikov (23 de marzo). Luego fueron los casos de Vladislav Avayev (18 de abril) y Sergei Protosenya (19 de abril). ¿Alguien está purgando a socios o traidores? Porque las purgas son para deshacerse de lo indeseado…
Para los servicios de seguridad de Rusia, la guerra de inteligencia y espionaje también incluye a los gigantes de la tecnología y la comunicación, que juegan a favor de Occidente: Elon Musk, que con Starlink (su empresa satelital) y, ahora, con Twitter proporciona información de inteligencia a la OTAN sobre el campo de batalla. Otros dos que pesan en la formación de la opinión pública serían Jeff Bezos con The Washington Post y Rupert Murdoch con The Wall Street Journal. Pero también Bill Gates y Microsoft, que, junto con Starlink, controlan la información mediante inteligencia artificial (IA). Es decir, se trata de unan ciberguerra…
La guerra que viene
En el mismo contexto, se lanzó la idea por parte de juristas de prestigio internacional e importantes figuras públicas de juzgar a Vladimir Putin en un nuevo juicio de Núremberg, y también a militares y funcionarios del Kremlin que habrían respaldado los crímenes de guerra que se están viendo en Ucrania. En ello ha puesto especial interés Kaja Kallas, primera ministra de Estonia. Al margen de lo que resulte, lo cierto es que se presiona al máximo para atizarle a la ruptura en la cúpula del poder ruso, con tal de que alguien pacte (por desacuerdo con Putin, por temor a ser juzgado o por el motivo que sea). Poco antes de terminar el mes de abril, Patrushev concedió una entrevista al Rossíiskaya Gazeta (periódico oficial de Rusia), que revela la visión tanto de él como de Putin sobre Ucrania. De entrada, se interpreta a la actual Ucrania como un proyecto de los adversarios para destruir la identidad nacional de Rusia. El acercamiento de la OTAN a las fronteras rusas, las sanciones, el apoyo a Ucrania y muchas cosas más, tiene como objetivo liquidar a Rusia y fragmentarla. Por eso, dice Patrushev, Ucrania debe ser fragmentada en varios estados para que Rusia pueda seguir existiendo. Dicho de otro modo, el escenario no es visto como un conflicto muy importante sino como un asunto de vida o muerte…
El desfile del 9 de mayo se contempló como una reinterpretación de la caída de la Alemania nazi. Ahora sería la caída de Occidente y de Estados Unidos. Las palabras de Patrushev tiene muchos tintes de las teorías conspirativas y no parece darse cuenta de que Hitler también creía en cosas similares, pero entendidas desde el pangermanismo…
¿Quiere Estados Unidos liquidar a Rusia? Me parece que no. Más bien, teme que una eventual caída de Putin pueda darse de manera caótica, porque, de fragmentarse el territorio, los recursos naturales podrían quedar en manos de extremistas. Por eso, empuja a una salida pactada. Si Vladimir está realmente muy enfermo, un nuevo juicio de Núremberg saldría sobrando. Por eso es un mensaje para su círculo cercano, para que se lo piensen con seriedad. Putin podría quedar en una condición física tan precaria o morir, que otros serían los juzgados en Núremberg…
En otra entrega vimos que si China ha apoyado a Rusia no ha sido por entusiasmarse con la guerra en Ucrania. Hoy, su economía se ha paralizado entre los efectos de la invasión a Ucrania, las sanciones a Rusia y los rebrotes de COVID en Shanghái y Beijing. Asimismo, la estrategia pactada entre el Departamento del Tesoro de Estados Unidos y Japón está erosionando al yuan de un modo que no se tenía pensado hace unas semanas…
Lo que China quería era que Rusia se alejara de Asia para adentrarse en Occidente, mientras que las sanciones han sido para acotar, obstaculizar o expulsar a Rusia de Occidente. Hasta los pagos debían hacerse con las reservas bajo control ruso (las que tiene en Occidente han sido ‘congeladas’) y así lo hizo hace unos días. No es que Rusia ‘burlase’ las sanciones, sino que le dejaron canales abiertos para que pagase con sus propias reservas…
Las sanciones pretenden conducir a Rusia de regreso a Asia, para que sus intereses comiencen a encimarse con los de China. Mientras los intereses de Vladimir se adentren en Occidente, el conflicto será con Estados Unidos y la OTAN. En tanto lo empujen hacia Asia, sería con China y Xi Jinping está inquieto porque de agravarse la parálisis de la economía del gigante asiático, podría estar en peligro su permanencia en el poder en el próximo congreso del Partido Comunista. Con las sanciones, se busca llegar al punto en que el propio Xi Jinping coincida con la necesidad de ‘ponchar’ a su aliado ruso…
La reorientación de los intereses rusos ya se está viendo en los proyectos que está impulsando en el amplio corredor que va del Golfo Pérsico y el Norte de África hasta China, que incluyen el uso de energía atómica ante los desafíos energéticos y de cero contaminaciones, así como el comercio. Xi Jinping no quería un escenario en el cual tuviese que compartir su espacio geopolítico y geoeconómico con Putin. China no quería una ‘Nueva Ruta de la Seda’ a dos manos y se suponía que Rusia estaría abocada a la ‘Ruta del Ártico’…
9 de mayo. ¿Fin de la invasión a Ucrania o declaración formal de guerra? Es falso que Putin haya sido forzado a invadir por los avances de la OTAN. Si es un caso de vida o muerte, la guerra fue buscada deliberadamente. El servicio de inteligencia británico dio a conocer que el presupuesto de Defensa ruso se duplicó entre 2005 y 2018. Por si las dudas, Reino Unido anunció el despliegue de 8.000 efectivos como parte del Ejercicio Hedgehog en mayo, que se realizará en la frontera entre Estonia y Letonia. La OTAN, por su parte, movilizará aviones de combate en el Báltico y el Mar Negro…
Hasta entonces…
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