Vie. Nov 22nd, 2024

Joe Biden

La desconexión democrática – Juan de Dios Andrade

Sacadas las manos de Afganistán, toca ahora resolver los efectos geopolíticos para Estados Unidos, que pareciera estarse ‘desconectando’ del mundo global, con todos los riesgos que eso implica. ¿Podrá resolverlos el presidente Biden? ¿Será consciente de ello?

CONfines Políticos

Cada vez que se configura una nueva época, se produce cierta incertidumbre. Pero en la era de la conectividad global, la incertidumbre se ha potenciado como nuca antes y es lógico que en la opinión pública surja el deseo de recuperar certezas ante un mundo cuyo comportamiento resulta aceleradamente más impredecible. Esto se está reflejando en el forcejeo entre las tendencias democráticas y las ansias autoritarias que afectan a muchos países…

En su momento, sobre todo en el ámbito francés, se habló de la ‘despolitización’ y alguien como Nicolás Tenzer se hizo célebre con su obra La sociedad despolitizada. Luego, en España se habló de ‘desafección democrática’ y aunque no se referían a lo mismo que el concepto francés, sirvió para esclarecer los problemas suscitados al interior de la ciudadanía y de la opinión pública, que ponían en peligro la viabilidad de la democracia desde adentro mismo, valga la expresión…

Sin embargo, ahora estamos ante una problemática distinta. Mientras la despolitización y la desafección se refieren a los ciudadanos, con la reciente decisión de Joe Biden de salir de Afganistán se procede a ‘desconectarse’ del compromiso democrático por parte de la cúpula del poder global, frente a una oleada populista y autoritaria que se cierne con un rostro ‘electoral’ o con alguna de sus expresiones de corte terrorista…

Es verdad que con la salida de Estados Unidos de Afganistán se modificó el escenario geopolítico de China y de Rusia, pero también lo es el que se trató de un ejemplo de realpolitik unilateral que fracturó la confianza en los compromisos actuales y futuros del gigante norteamericano…

La definición de la victoria

Los que saben dicen que tan importante es tener claro lo estratégico y lo táctico en la guerra como el determinar qué significará la victoria para uno, antes de meterse en ella. De lo contrario, toda empresa de ese tipo podría conducirnos a una espiral desgastante y pírrica con muy malos resultados, al no saber cuándo cantar victoria…

Si hemos de hacer caso al discurso del presidente Biden, se trató de veinte años de presencia en Afganistán sin haber precisado en qué momento se podía proclamar que los objetivos habían sido alcanzado y procedido a otra cosa…

Este punto es muy delicado porque significa que hubo un error geoestratégico muy elemental desde la época de George W. Bush y así se continuó en dicho país. Quizás la parte más dramática del caso no sea la retirada desordenada sino el reconocimiento de Joe Biden de que el objetivo nunca fue la democracia sino neutralizar o liquidar el peligro terrorista para Estados Unidos, bajo el entendido de que la decisión llevaba implícito su logro…

Dicho de otro modo, equivalió a ir de viaje en autobús y haberte pasado de la parada en donde tenías que descender… Y cuando eso pasa, quiere decir que estás en otro lugar, en otro punto de una trayectoria…en un viaje que ya no es el tuyo…

¿Se imaginan lo que eso significa geopolíticamente hablando? Estados Unidos, la superpotencia global, se había embarcado en una aventura geopolítica sin haber precisado qué sería la victoria para ella o lo hizo, pero lo olvidó en el camino…

Estados Unidos no sabía lo que estaba haciendo en Afganistán. Díganme ustedes si eso no es trágico…

La esquizofrenia geopolítica

Como todos sabemos, Biden había convocado a un foro virtual por la democracia para diciembre próximo, con lo cual pretendía replantearla como requisito para el juego global y, por ende, como elemento de presión contra los ejes del populismo autoritario en el mundo, especialmente para China y Rusia… Pero también para otros…

¿Cuál va a ser la garantía de los compromisos que asuma Estados Unidos, si en un momento dado podría levantarse de la mesa sin previo acuerdo? La forma en que se tomó la decisión de salir de Afganistán colocó a la superpotencia en una especie de ‘esquizofrenia geopolítica’. Es verdad que tenía que zafarse de la espiral del desgaste, pero la lección de realpolitik le llevó a ‘soltar’ los ideales democráticos, geopolíticamente hablando…

Porque, finalmente, eso es toda realpolitik: una decisión puramente pragmática… Sin otro tipo de consideraciones…

Despolitización y desafección, por un lado. Desconexión democrática de la superpotencia global, por el otro. Biden podría lograr su objetivo de neutralizar a sus dos principales adversarios globales, abonando al autoritarismo. Esa desconexión democrática pone en entredicho el compromiso con los derechos humanos, con los desplazados y todas las víctimas de las guerras en varias latitudes. Para corregir esa esquizofrenia geopolítica hará falta algo más que un foro virtual en diciembre y, a estas alturas, el presidente Biden ya lo sabe o al menos eso quiero pensar…

El caos y la incertidumbre podrían conducir a muchos a abrazar las causas del populismo autoritario, buscando sobrevivir y un poco de seguridad…

Como ha dicho Nicolás Tenzer en uno de sus artículos más recientes, tal vez nos acercamos a un escenario geopolítico en el cual la frontera entre unos y otros vaya a ser la de aquellos que están en guerra y conflicto permanente, y los que no lo están, mientras miles de seres humanos pugnan por salir de un ámbito para ingresar al otro. Todo ello sin considerar que muchos desplazados, en el tránsito, son víctimas de la delincuencia organizada…

Es verdad que el tema de los desplazados implica una problemática a resolver en los países de acogida y los desajustes generados podrían potenciar los conflictos sociales internos. Eso ya es un hecho en muchas partes y no van a faltar los que busquen una salida autoritaria como un punto de seguridad en un mar de incertidumbre…

Ciudadanos locales ‘defendiéndose’ del ‘enemigo’ recién llegado e inmigrantes forzados tratando de encajar en su nueva realidad. Unos, ante la tentación autoritaria. Los otros, ante la vida delictiva como instrumento de venganza contra los anteriores o haciendo de la asistencia social un modo de vida…

No debemos desentendernos ni ser indiferentes ante los que sufren, pero tampoco hay que ser ingenuos. La problemática es más compleja de lo que se piensa y resolverla exigirá algo más que buenas intenciones…

No ha sido una buena noticia el que Estados Unidos pareciera estarse ‘desconectando’ en plena era de la conectividad global, aunque se entiende que su juego estratégico de realpolitik frente a China y Rusia podría lograr su cometido…

Hasta entonces…

Correspondencia: confinespoliticos@gmail.com