Mié. Abr 2nd, 2025

JFK, teoría y práctica de una conspiración – Juan de Dios Andrade

Recién se desclasificaron más documentos sobre el asesinato de John F. Kennedy y, aunque algunos no quedaron conformes porque esperaban pruebas de una conspiración, es importante sopesar los principales aspectos que se han abordado desde aquel momento hasta la actualidad. Es posible que nunca sepamos totalmente la verdad, pero tampoco debemos olvidar que lo único realmente probado es que Lee Harvey Oswald ultimó al presidente de Estados Unidos. Todo lo demás es sólo una posibilidad y así lo debemos considerar en tanto no haya más elementos de juicio. Quizás sea la única forma de evitar ser presa de las teorías de la conspiración.

CONfines Políticos

21 de marzo de 2025

Correspondencia: confinespoliticos@gmail.com

El asesinato de John F. Kennedy quizás sea uno de los acontecimientos trágicos que más han marcado a la mentalidad estadounidense y a la opinión pública internacional. Fue un momento muy delicado, tanto por tratarse de un magnicidio como por la crisis en que se insertó. A pesar del tiempo transcurrido y a lo mucho que se ha escrito, publicado y comentado, sigue gravitando sin dejar de sorprendernos. La orden de Donald Trump, en el sentido de publicar los documentos existentes, ha sido recibida de diversas maneras: para unos, fue decepcionante porque esperaban confirmar la existencia de tal o cual teoría complotista; para otros, se incumplió el compromiso presidencial porque hubo documentos redactados y censurados; y no faltan los que creen que se trató de una medida distractora por parte del presidente. Por si no bastase con lo indicado, de paso ha servido para reavivar el antisemitismo…

La muerte de Kennedy tuvo su impacto geopolítico, cuyos efectos no se han sopesado cabalmente. Internamente, mermó sustancialmente la confianza de los norteamericanos en sí mismos y en su liderazgo mundial, sumándose a la insatisfacción en la carrera espacial con la Unión Soviética. Kennedy había anunciado el proyecto de conquistar el espacio poniendo al primer hombre en la Luna, pero, para noviembre de 1963, el presidente había sido asesinado y los soviéticos tenían en su haber éxitos significativos en materia espacial. La confrontación bipolar parecía decantarse hacia el lado oriental y el futuro de Estados Unidos como potencia era incierto…

Sin embargo, la reciente desclasificación marcó una diferencia frente a las anteriores en cuanto al volumen de información, sin aportar elementos concluyentes diferentes de lo que ya se conocía desde lo investigado por la Comisión Warren. Sirve para ahondar en el viaje de Lee Harvey Oswald a México, su visita a las embajadas de la URSS y de Cuba, así como ciertos contactos con el KGB, pero dista mucho de servir para comprobar alguna de las teorías conspirativas. Lo que sí, es que ayuda a comprender mejor la situación que se vivía en aquellos años, propios de la Guerra Fría…

La revisión, análisis y valoración documental llevará su tiempo, pues son más de 63 mil páginas y quizás, perdido entre los renglones y anotaciones al margen, alguien encuentre algo importante. Pero lo que sí podemos hacer es un análisis desde diferentes ángulos. Porque, de que hubo una manipulación, la hubo…

Los orígenes de las teorías conspirativas

De entrada, el forcejeo entre las autoridades locales y federales para determinar a quién correspondía la investigación y la autopsia, fue el punto detonante para las sospechas. Los indicios de que alteraron la autopsia que le realizaron, luego de llevarse el cuerpo de Dallas, catapultó las más siniestras posibilidades. Nada de eso era verdad. Se manipuló el resultado, pero no para encubrir un complot, sino porque John F. Kennedy tenía un padecimiento que afectaba su virilidad y la familia no deseaba que eso trascendiera a la opinión pública. Nadie pensó en eso y la maquinaria creadora de teorías de la conspiración comenzó a funcionar…

El segundo factor fue la negligencia. La CIA venía de sendos fracasos tratando de liquidar a Fidel Castro y del fiasco de Bahía de Cochinos. Aunado a sus desencuentros con los hermanos Kennedy, pusieron a la Agencia en el ojo público ávido de explicaciones, con mayor razón al saberse del viaje de Oswald a México semanas antes del crimen. La CIA mostró un grado de incompetencia difícil de justificar, a tal grado que la Dirección Federal de Seguridad mexicana llenó algunos vacíos de información sobre el tema (posteriormente, Luis Echeverría Álvarez, a la sazón secretario de Gobernación, fue reconocido como un agente de la Agencia) y su hombre de confianza era Fernando Gutiérrez Barrios. Aquí el manoseo de los reportes fue para evitar sanciones al aparato de inteligencia estadounidense, pero igualmente alimentó la idea de un complot contra Kennedy…

En el caso del FBI, la negligencia consistió en haber suspendido la vigilancia a Lee Harvey Oswald pese a tenerlo en la lista de peligros potenciales. ¿La razón? Evitar un escándalo, porque el agente asignado se entusiasmó con la esposa de Oswald y la oficina local del Buró quiso evitar un problema mayor por los celos del marido al regresar de México. Luego del magnicidio, el FBI borró evidencias, igualmente tratando de evadir responsabilidades al más alto nivel…

La idea de una conspiración contra el presidente por parte de la CIA se fraguó entre las publicaciones del periodista Joseph W. Trento y el libro Farewell America, publicado en 1968 bajo el pseudónimo de ‘Hervé Lamarr’. En el contexto, se aprecian las maniobras de espías franceses aliados con un ala disidente de la propia CIA, enfrascada en un ajuste de cuentas. Esta lucha al interior de la propia Agencia también se vislumbra en los vaivenes provocados por Jim Garrison, otrora fiscal de Nueva Orleans, al investigar a Clay Shaw…

Nada de eso se pudo probar, pero lo anterior fue estopa en medio del fuego conspiranoico, mismo que hasta la fecha sigue ardiendo. Los experimentos de la CIA sobre ‘lavado de cerebro’ y drogas psicodélicas, potenciaron las sospechas de haber manipulado a Oswald…

Los romances también cuentan

Para nadie es un secreto que John F. Kennedy era proclive a tener amoríos a diestra y siniestra. Ahora no interesa toda su vida sexual, pero sí su relación con Inga Arvad, periodista danesa con contactos políticos importantes y a la cual se investigó por presuntos nexos con el espionaje nazi. Por los planes de casamiento, Joseph Kennedy intervino y, aunque ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial, sirvió para fortalecer la idea de que John F. Kennedy ponía en riesgo la seguridad nacional, colocándose en línea de confrontación con los aparatos de inteligencia y seguridad, lo que hizo más creíble la posibilidad de un plan posterior para deshacerse de él…

Ya como presidente, sus aventuras con Marilyn Monroe hicieron pensar que la inestabilidad de ella podría comprometer la seguridad del presidente y de paso se documentó las relaciones de ella con gente de la mafia. Pero el asunto no paró ahí. Kennedy se enredó con Judith Campbell Exner, que a la par era amante de Sam Giancana, uno de los jefes más prominentes de la mafia. Tiempo después, Judith afirmó que había sido el enlace con los mafiosos para acordar el apoyo electoral a él. Otro caso fue el de Ellen Rometsch, modelo alemana que se movía en los círculos del poder en Washington y sospechosa de espiar para Alemania del Este. Ellen fue expulsada discretamente de Estados Unidos y se neutralizó todo escándalo para Kennedy. Por si no fuera suficiente para las intrigas palaciegas y las hipótesis conspirativas luego de lo ocurrido en Dallas, hay que agregar sus relaciones con Mary Pinchot Meyer, ‘ex’ de una de las cabezas de la CIA…

Aquí dejo la lista, porque no deseo que Bill Clinton parezca un párvulo en cuestiones amatorias…

Entre la mafia y la revolución cubana

La hipótesis de que la mafia haya asesinado a Kennedy emerge de los tratos entre la familia y los clanes italoamericanos. En cierto modo, a su vez proviene de los acuerdos sellados por Franklin D. Roosevelt con los mafiosos para lograr algunos objetivos en Italia y en el Mediterráneo en general en el escenario de la guerra, y no olvidemos las interacciones entre Roosevelt y el padre de los Kennedy. Es una larga historia que terminó facilitando la llegada de John al Senado y, luego, a la Casa Blanca…

Para algunos, fue la imprudencia de Frank Sinatra al prometer demasiado a la mafia sin el aval de Joseph Kennedy, lo que inició la fractura que condujo a la tragedia en Dallas. Para otros, la causa sería la espiral de celos entre John F. Kennedy y Giancana, sumado a acuerdos incumplidos. En otro tenor están los que atribuyen el asesinato a la campaña de Robert Kennedy contra la mafia, pero esto no es del todo cierto. Con quien tenía problemas Bobby era con Jimmy Hoffa, que fuera poderoso líder sindical de los transportistas, no con la mafia propiamente. Empero, curiosamente, la teoría de la mafia como causante del homicidio se inició con el libro The enemy whithin del propio Robert Kennedy, publicado desde 1960. Al ser ultimado Oswald a manos de Jack Ruby, muchos pusieron sus ojos en la mafia. El tema fue retomado por Frank Ragano, quien aseguró que el mafioso Santo Trafficante le confesó en artículo de muerte que él ordenó el asesinato del presidente. El resto lo hizo la información sobre la participación de la mafia en los planes de la CIA para matar a Fidel Castro y el libro Double Cross de Chuck Giancana, hermano de Sam y que se publicó en 1992…

El ambiente adverso en Texas y otras entidades sureñas, enmarcó las especulaciones para señalar tanto a políticos y delincuentes locales, como al propio Lyndon B. Johnson como posibles autores intelectuales. Las desavenencias entre el presidente Kennedy y Johnson son de sobra conocidas, así como los conflictos que tenía sobre todo con Bobby Kenendy, pero lo que impulsó esta tesis fueron las declaraciones de Madeleine Brown, amante de Johnson, quien años más tarde sostuvo que él le habló de su participación en una reunión en vísperas de la visita presidencial a Dallas e investigadores actuales dicen que Lyndon B. Johnson tenía vínculos con la mafia…

Sin embargo, los argumentos esgrimidos son circunstanciales…

Asimismo, otra teoría de la conspiración apunta a los conflictos de los Kennedy con Cuba y la URSS por el asunto de los misiles y la competencia por la preeminencia mundial. Empero, también por la deserción de Oswald a la Unión Soviética y su curioso retorno ya casado. Para empezar, en la embajada norteamericana en Moscú conservaron su pasaporte, pese a haber renunciado a la nacionalidad y se lo devolvieron sin mayor trámite…

¿Fue Lee Harvey Oswald un agente doble que terminó traicionando a su país y asesinando al presidente? Las afirmaciones del congresista John McCormack y las de Carlos Bringuier, en su libro Red Friday (publicado en 1967), así lo hacen ver. Pero también otros testimonios, incluyendo a exagentes de inteligencia cubana. En este sentido, se dice que fue la respuesta de Fidel a los intentos de la CIA para asesinarlo. Otros creen que la visita de Oswald a la embajada cubana en México fue la ocasión para que Castro se enterara de la posibilidad de que alguien quería matar a Kennedy y simplemente ‘dejó correr la jugada’…

El otro complot

Una variante de lo anterior consiste en indicios de planes para matar a Fidel Castro hacia finales de 1963 y aunque tiene antecedentes más remotos, se basa principalmente en las investigaciones de Larry Sabato, Lamar Waldron y Thom Hartmann. Hay que reconocer que el análisis de contexto ofrece elementos innegables, pero los argumentos específicos se tornan circunstanciales. Se refiere a reuniones que se habrían efectuado para poner fin a la vida del dictador cubano de una vez por todas, luego de algunos fracasos. En ellas, habrían participado agentes de la CIA (William Harvey en lo particular), exiliados y oficiales cubanos (Carlos Prío, Rolando Cubela y Juan Almeida), militares (LeMay y Lemnitzer) y líderes de la mafia (Trafficante, Giancana, Marcello y Roselli). El problema es que había ‘puntos de fuga’ que comprometieron la información…

De lo que se ha publicado, llama la atención que una de las opciones más importantes era la de aprovechar que Fidel gustaba de trasladarse a su despacho al volante de su vehículo y dar una vuelta a la plaza antes de arribar. Un tirador, ubicado a cierta altura, le dispararía, en una escena muy parecida a lo que finalmente ocurrió en Dallas…

Como es lógico suponer en casos similares, se entrenaba a varios tiradores hasta escoger a uno o dos. ¿Formó parte Oswald del selecto grupo de posibles tiradores y, al supuestamente ser un agente doble, terminó matando a Kennedy y no a Castro? No lo sabemos a ciencia cierta y es posible que no lo sepamos jamás, pero es una posibilidad…

¿Fue un plan orquestado por Castro o surgió del viaje de Oswald a México? Tal vez, pero lo que sí se sabe es que el asesino lo quería hacer desde antes de viajar a México. ¿Fue producto de una traición de la mafia, a raíz de las reuniones que se cree eran para matar a Castro? Quizás, pero no debemos encandilarnos con la idea de la conspiración…

El enigma de Marina

La esposa de Lee Harvey Oswald es otro factor enigmático. No es por hacerlo menos, pero Oswald era un personaje gris e insípido. Si no es por haber asesinado a Kennedy, su vida habría transcurrido sin pena ni gloria. Para los estándares de la época, Marina Nikolayevna Prusakova era una mujer atractiva y para algunos especialistas es difícil creer que se haya enamorado de él en el acto, considerando que se casaron al poco tiempo de haberse conocido, yéndose con él a Estados Unidos. Hasta el propio Warren se sintió atraído por su personalidad y no digamos el agente del FBI encargado de vigilar a Oswald…

Pero lo realmente inquietante estriba en que, en Rusia, Marina tenía una vida buena comparada con la del promedio de los rusos. Era sobrina de Ilya Vasilyevich Prusakov, con quien vivía en Minsk. Ilya era un coronel del Ministerio del Interior Soviético (MVD), uno de los aparatos de seguridad que también hacía funciones de policía secreta. Desde este punto de vista y aunque la información documental es escasa, se duda que la unión haya sido por amor y ya. En ese tipo de relaciones familiares y de poder, los integrantes no se casan con quien sea. ¿Sirvió Marina como mecanismo de control para seducir y manipular a Oswald para que asesinara a Kennedy? No hay pruebas concluyentes, pero es una posibilidad…

Hasta donde se sabe, en Dallas, ella llegó a quejarse de él en reuniones con amistades, porque no la tenía satisfecha en la intimidad, lo que hace suponer que lo estaba incitando a realizar un acto de hombría y no precisamente en la cama…

Sin embargo y aunque durante la crisis de los misiles hubo tensiones al interior de la nomenklatura soviética, al grado de que se temió un golpe de Estado contra Kruschev (les recuerdo que guardó un silencio más o menos prolongado, antes de llegar a un acuerdo con Kennedy), no es fácil probar un complot organizado desde el MVD o de cualquier otra instancia de seguridad soviética. Ilustra mucho saber las primeras reacciones de las altas esferas del poder en la URSS, al saberse lo ocurrido en Dallas: fueron de inquietud y de temor. Por el asunto de los misiles y las tensiones propias de la Guerra Fría, pensaron que culparían al Kremlin. Por eso, desde Moscú se ordenó atizarles a las teorías de la conspiración que apuntaran al interior del entramado de poder norteamericano, al ‘Estado profundo’, a la mafia o a lo que fuera, antes que terminar envueltos en una Tercera Guerra Mundial…

Sobre la marcha, surgió el invento de que el aparato de inteligencia soviético había alertado al gobierno estadounidense de lo que iba a ocurrir, revelándole que Lee Harvey Oswald sería el asesino, mientras otros, aposentados en el antisemitismo, han tratado de culpar al Mossad. Nada de eso ha sido verdad…

Podría seguir con más y más aspectos de aquel momento tan triste y de consecuencias todavía vigentes, pero con lo dicho basta para entender que el asesinato de John F. Kennedy fue ‘un punto de no retorno’ para Estados Unidos y el mundo. Hoy, que vuelve a estar en duda el futuro de Estados Unidos como potencia, Donald Trump trae a colación el recuerdo del presidente asesinado. Ahora como en aquel año de 1963, debemos tener presente que lo único probado es que Lee Harvey Oswald mató a Kennedy. No hay duda razonable al respecto. La posibilidad de una conspiración es sólo eso: una posibilidad…

Tal vez la única conspiración sobre la muerte de Kennedy sea la relativa a la guerra de información y desinformación a su alrededor…

Hasta entonces…

3 thoughts on “JFK, teoría y práctica de una conspiración – Juan de Dios Andrade

  1. Interesante, lo que me hace pensar que hay motivos ideas que trascienden en el tiempo, el hecho de que se acabe con un líder político de esa manera, para mí indica , la mano oculta que presiona para facilitar caminos de uno de los poderes.

    1. Jeannette, muchas gracias por leer mi artículo. Efectivamente, muchas veces es así, aunque tampoco debemos descartar que sea producto de una decisión personal, motivada por alguna razón o un desequilibrio psíquico o emocional…

      1. Si usted, me da esa respuesta, me hace pensar… siempre esta bien documentada su información. Me inclino a creer que grupos de poder incluso se topan en su afán por derrumbar algo. Gracias.

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