Vie. Nov 22nd, 2024

Francisco y la Iglesia de la dietrología – Juan de Dios Andrade

¿Es víctima la Iglesia Católica de la ‘dietrología’? ¿Se han visto envueltos los cuatro últimos pontificados en una red de conspiraciones? ¿Se apuesta a la ruptura desde adentro o desde afuera de la Iglesia? ¿Quiénes son los realmente interesados en que algo así suceda?

CONfines Políticos

16 de Enero de 2023

Señalamientos y acusaciones cruzadas, alertando sobre tal o cual conspiración de la contraparte. Grabaciones y correspondencia privada con el Papa, que se dan a conocer en una vorágine de pasiones encontradas en procesos judiciales pendientes. Presuntas órdenes del Vicario cuya documentación no aparece por ningún lado, mientras algunos medios afirman su existencia y, otros, lo niegan. Supuestas herejías de Francisco, que nadie ha probado fehacientemente y que, más bien, apunta a exageraciones, distorsiones, mentiras y traiciones de algunas instancias. Todo ello, mientras en publicaciones, periódicos digitales y redes sociales le atizan a la mentalidad conspirativa y la paranoia…

Es como si estuviéramos viendo una película de misterio y suspenso…

¿Cómo fue que se llegó a este punto? ¿Cómo fue que se inició el proceso que amenaza con convertir a la Iglesia Católica en la Iglesia de la dietrología? Si por ‘dietrología’ se entiende cierta propensión a ver todo cuanto pasa como producto de conspiraciones, planes tejidos al amparo del secreto, nexos e intenciones diferentes a lo que se muestra en público, sin duda se está convirtiendo en uno de los grandes males de la Iglesia en el siglo XXI…

Sin embargo, se equivocan los que remiten la dietrología a la cultura estadounidense, que, más bien, fue uno de sus epicentros de difusión. Hace cien años, precisamente en 1923, Mustafá Kemal Atatürk creó una red secreta en Turquía que abarcaba desde las altas esferas del aparato de inteligencia y seguridad, hasta las cabezas del poder político-judicial, el ejército y algunos agregan al crimen organizado. Se le conoció como el ‘Estado profundo’ y, pronto, se difundió la idea de que existía una trama secreta en cada país. Así llegó a Estados Unidos, en donde se acentuó la creencia sobre un Estado profundo que regía sus destinos…

Mustafá Kemal Atatürk

En el tránsito a la Guerra Fría, lo anterior se mezcló con el mito de la conspiración judeo-masónico-comunista mundial. Pero no se crea que la dietrología fue un producto norteamericano. En la URSS, el KGB y los aparatos de inteligencia y seguridad militar y naval, también inventaron todo tipo de conspiraciones. No les importaba la verdad sino el sumar aliados conscientes o inconscientes, para vencer al adversario. Estos fueron los orígenes de la actual fascinación por interpretar la realidad desde la óptica del secreto…

Falsearon la realidad, viciaron la sensatez, sustituyeron los argumentos con suposiciones y acusaciones, y la inteligencia fue desplazada por la fantasía y la imaginación. Denunciando un aparente encubrimiento de la verdad o investigación de algún acontecimiento, la dietrología hace precisamente eso, de tal modo que convierte sus conclusiones en ‘postulados de fe’…

Su amplia difusión está vinculada a la cultura de masas y a los medios de comunicación, pero ahora se ha visto potenciada por las redes sociales y por las estrategias de mercadeo y la industria del entretenimiento…

La escalada del conflicto

Con la muerte de Benecito XVI y del Cardenal George Pell, el conflicto se reavivó en torno al Papa Francisco y llama la atención que haya sido impulsado desde afuera de la Iglesia. Basta revisar los principales diarios para darse cuenta de ello: de inmediato empezaron a posicionar que, con la muerte del Papa emérito, se preparaba una embestida ‘progresista’ para adueñarse de la Iglesia, con mayor razón a raíz del deceso de monseñor Pell, mientras otros especulaban con lo que harían los ‘conservadores’ precisamente para evitarlo…

Lo anterior fue potenciado en las redes sociales, hasta lo absurdo…

Es verdad que hay diferencias entre los pontificados a lo largo de la historia, pero hasta la actualidad no ha ocurrido atentado alguno a los dogmas de fe por parte de ninguno de los vicarios. Esto ocurre porque cada Papa tiene su propia personalidad y modo de hacer las cosas, pero también porque el magisterio petrino se asume en sucesión apostólica…

Pese a todo lo que se ha publicado resaltado discrepancias entre Francisco y sus dos últimos antecesores, lo cierto es que hay varias líneas de coincidencia que son opacadas por tanta estridencia. Una de ellas es la directriz de evitar comprometer a la Iglesia y la fe con proyectos políticos o partidistas, algo que tanto Juan Pablo II como Benedicto XVI afirmaron en su momento, como hemos visto en otras entregas…

La actitud asumida por Benedicto (y del propio Cardenal Robert Sarah), cuando se iba a publicar el libro De la paz de Benedicto a la guerra de Francisco, indicó que no pensaba fracturar la obediencia al Papa en funciones. Les habían ocultado la participación del arzobispo Carlo María Viganò, uno de los más críticos a Francisco y del cual exigió su renuncia…

Asimismo, basta revisar lo dicho por Francisco el fin de semana para constatar que respaldó varios de los principios ‘conservadores’. Lo que pasa es que el Papa actual cree que los problemas pueden ser abordados o resueltos de un modo distinto a como se ha pensado…

La telaraña de las conspiraciones

La muerte de Benedicto relanzó el tema de su renuncia como presunto resultado de una trama urdida en secreto y, como era lógico, los afectos al milenarismo se sumaron de inmediato con las expresiones que todos conocemos: complot, conspiración, trama y así por el estilo, olvidando que el Papa emérito sostuvo hasta el final que fue una decisión largamente meditada y cuya decisión fue libre. No quieren darse cuenta de que implica tacharlo de mentiroso. Hasta el propio Georg Gänswein, que fuera su secretario particular, ha dicho que no fue obligado a renunciar, que a él se lo dijo antes que nadie y que trató de hacerle cambiar de opinión sin éxito…

Es similar al caso de Juan Pablo I, sobre lo cual su propio sobrino, Edoardo Luciani, ha dicho que murió de causas naturales y que, más bien, para ellos fue cosa de Dios el que haya vivido tantos años. Albino Luciani padecía neumonía y pleuresía, lo que le llevaba a pasar temporadas en el hospital y, cuando Juan XXIII pensaba nombrarlo obispo, le aconsejaron que no lo hiciera precisamente por lo precario de su salud. Hasta se cuenta con el testimonio de monseñor John Magee, obispo emérito de Cloyne (Irlanda) y que fuera secretario privado de Juan Pablo I, que le preguntó a David A. Yallop de dónde había sacado la idea de un envenenamiento, a lo que contestó: “también debes inventar algo cuando escribes un libro para vender”. En septiembre de 2022, a propósito de que Juan Pablo I iba a ser proclamado beato, Edoardo Luciani confirmó todo lo anterior…

¿Conspiración o mercadeo de libros?

Indudablemente, el caso de Emanuela Orlandi, acaecido en 1983, a la edad de 15 años, será usado para replantear la dietrología y golpear de lleno al pontificado. Por ejemplo, la BBC cabeceó: “Quién era Emanuela Orlandi, la joven que desapareció en el Vaticano, cuyo caso acaba de ser reabierto”. Eso no es verdad, la hija del que fuera trabajador del Vaticano, no ‘despareció en el Vaticano’ sino en los alrededores de la Plaza Navona, que es distinto, pero desde ahora parecen ir encaminando el tema. Es vedad que debe aclararse qué fue lo que ocurrió, pero tampoco dejarse llevar por la imaginación antes que las autoridades reformulen sus indagatorias…

El verdadero problema de Francisco

Conspiraciones van, conspiraciones vienen y nadie parece reparar en el verdadero problema que significa para Francisco las pérdidas de Benedicto y Pell. Basta ver las líneas editoriales de publicaciones y sitios católicos, para darse cuenta de que se habían encendido los focos rojos en el tablero´’. De haber mantenido una actitud crítica hacia todo el tradicionalismo católico, pasaron a abrir espacios para comentarios y artículos criticando el llamado ‘camino o vía sinodal alemán’. Desaparecidos dos de los paladines de la fe, lo que le venía haciendo contrapeso a los radicales del progresismo, el sector tradicional podría desdibujarse…

Ese es el problema con el que empieza el año para Francisco: ¿cómo garantizar un equilibrio que neutralice pronunciamientos heréticos o un cisma? En el caso del camino sinodal alemán, el Papa va contra reloj, pero no es lo único. Esto explica el que, en el contexto de los funerales del Cardenal Pell, haya hecho una especial ‘profesión de fe’ y una defensa del legado del fallecido…

Benedicto XVI y el Cardenal Walter Kasper

En otro plano, relacionado con lo anterior, el Cardenal Walter Kasper ha dicho que puede haber un cisma de facto, pero no hay que exagerar la cuestión y atribuye la cobertura que se le está dando al tema al hecho de que el Papa Francisco no tiene pensado renunciar en tanto su salud le permita estar al frente de la Iglesia. Es interesante observar su convencimiento de que Georg Gänswein debió guardar silencio a la muerte de Benedicto, que la pluralidad no debe ser motivo de cismas y que el Papa desea continuar el proceso sinodal de la Iglesia universal. Atención: dijo ‘universal’, no ‘alemán’…

Otra vez la mentalidad conspirativa. Se dice que Gänswein guardará silencio, pero que en privado expresa su tristeza y descontento, y que el Cardenal Pell manifestaba simpatía por Francisco, mas en confianza decía todo lo contrario. Pero sin mostrar pruebas de ello y habrá que ver si la alusión del Papa a los chismes se refería a Gänswein o a lo que se publica y difunde…

Por ejemplo, el 8 de enero pasado, en una nota firmada por Massimo Franco en el Corriere della sera, se acusa a los tradicionalistas de impulsar un nuevo cónclave. El mismo día, en La Stampa, se publicó otra nota firmada por Gianluigi Nuzzi, cuestionando quién está detrás del padre Georg Gänswein y afirmando que los opositores son una minoría que se apresta a debilitar a Bergoglio para empujarlo a renunciar…

Benedicto XVI y Goerg Gänswein

En el mismo contexto y pese a las palabras de reconocimiento a la memoria de Pell el fin de semana, fue identificado en algunos medios como presunto autor de un memorándum publicado el año pasado, criticando a Francisco y hablando del cónclave que se avecina…

La verdadera conspiración parece ser la de aquellos que desean echar a pelear a todos entre sí, para destruir la unidad de la Iglesia…

En su círculo de confianza, el Papa Francisco viene arrastrando otro asunto. Entre sus partidarios, algunos (no muchos) tienen cuentas pendientes con el tradicionalismo católico y, cumpliendo las órdenes del Papa, de paso ‘cobran facturas’ y hacen ‘ajuste de cuentas’. Ese es un verdadero problema para él, porque, hasta donde se sabe, el Pontífice no ha declarado la guerra a nadie, pero no faltan los que se exceden, olvidando que se puede ser desobediente por defecto o por exceso. Lo que ha pedido el Papa Francisco al tradicionalismo es el abandono de una mentalidad: la relativa al llamado ‘nacionalismo católico’, que lo asemeja al ‘nacionalismo cristiano’ de los evangélicos…

Sin embargo, precisamente esgrimiendo obediencia al Vicario, los enviados se dan el lujo de criticar abiertamente a obispos y cardenales en desacuerdo, hablando públicamente de sus problemas de salud y padecimientos de diversos tipos, así como de algunos de sus pecados, lo que es una clara falta de caridad con el prójimo y una intromisión en su privacidad…

Una ruptura inventada

Una intriga imaginaria

A riesgo de ser considerado superficial, quiero hablarles de la trama de una película que vi hace años, en donde un profesor viudo que vive con su hijo, empieza a sospechar que sus vecinos planean un ataque terrorista. El problema es que comienza a quedar como un lunático ante las autoridades que investigan y, al darse cuenta que será en el edificio del FBI, se mete a la fuerza hasta el estacionamiento y exige que revisen porque podría ser alguien sin permiso para estar ahí. El agente a cargo de la investigación le dice que el único sin autorización para estar en la sede, es él y, efectivamente, llevaba la bomba en el maletero del coche sin saberlo…

Lo que les quiero decir es que, si olvidan la caridad y que son hermanos en la fe, aunque cada parte esté convencida de que busca preservar a la Iglesia, salvándola de tal o cual peligro, alguien ‘no autorizado’ podría llevar la bomba en su propio coche…

Hasta entonces…

Correspondencia: confinespoliticos@gmail.com