El verdadero mensaje del MI6 a Putin – Juan de Dios Andrade
¿Estamos llegando al final de la era de Putin en Rusia? ¿Habrá línea de sucesión o de sustitución con Nikolái Pátrushev? Los mensajes de la comunidad de inteligencia de Estados Unidos e Inglaterra parecen ser muy claros hacia Pátrushev. ¿Caos y violencia en el futuro de Rusia o destitución de Vladimir?
CONfines Políticos
Ahora tocó el turno al MI6, pero no se crea que al mítico 007 sino al mismísimo sir Richard Dearlove, que fuera jefe del servicio secreto de inteligencia del Reino Unido de 1999 a 2004, cuyo cargo es popularmente conocido como ‘C’. La semana pasada, en una edición de One Decision Podcast, dijo a Julia Macfarlane que Vladimir Putin dejará el poder en 2023. Las opiniones vertidas por el experimentado exjefe de inteligencia son verdaderos mensajes para el Kremlin y su aparato de seguridad, los ‘siloviki’, especialmente Nikolái Pátrushev…
El punto de partida es que hay intereses compartidos en ambos polos: Occidente y Moscú. Las palabras de Richard Dearlove no dejan lugar a dudas: cada vez es más viable la posibilidad de que ocurra un golpe de Estado y eso es lo que hay que evitar. ¿Tratar de evitarlo? ¿Acaso no le conviene a los aparatos de inteligencia occidentales que Vladimir caiga del poder? No precisamente. Un golpe de Estado podría empujar a Rusia a una ruptura en el equilibrio de poder, al caos y a la violencia. Dentro del país hay facciones cuyas posturas son más extremistas que las del propio Putin y el que puedan hacerse con el control de armas nucleares y de los recursos naturales que son importantes para el mundo, no conviene a nadie…
La propuesta es lógica: una forma de evitar un golpe de Estado y sus efectos no deseados es aprovechar el deterioro de la salud de Putin y enviarlo a un hospital, propiciando el ascenso de Nikolái Pátrushev como sustituto. En lo anterior, va implícito otro mensaje: si Pátrushev fue el que convenció a Vladimir de que la expansión de la OTAN era el anticipo de la fragmentación de Rusia como siguiente paso, un eventual golpe de Estado buscaría eliminar tanto a Putin como a él…
“Es imposible que salves a Vladimir. O perecerá mediante un golpe de Estado o por el quebrantamiento de su salud. Es mejor ponerlo en manos de especialistas y, al avalarte como el sustituto, atemperar los planes del resto de las instancias de seguridad”, parece ser el mensaje…
El sábado, Christopher Steele, que fuera espía del MI6, secundó lo dicho por Dearlove. A la par de lo que parece ser una degeneración neuronal, hay una progresiva pérdida del control por parte de Vladimir en el Kremlin. Esto es lo que hace tan peligroso el desenlace…
Los motivos del Oso
Cumplidos los tres meses de la invasión rusa a Ucrania, queda claro que la campaña militar es un desastre. Lo de que la expansión de la OTAN fue la causa, no pasa de ser una broma. Durante años, Putin aumentó de manera desproporcionada el gasto militar, señal de que buscó deliberadamente la vía de las armas…
Asimismo, nadie está ‘obligando’ a Ucrania a formar parte de la OTAN o de la Unión Europea. Quien está tratando de ‘obligar’ a Ucrania en sentido contrario, es Rusia y, al invadirla, violentó acuerdos internacionales que firmó ante la ONU…
Entre los italianos, sobre todo en Sicilia, hay un dicho que dice: “Si quieres que nadie se entere de algo, ponlo a la vista de todos”. Los datos indica que la verdadera causa de la espiral conspirativa en la que se metió Putin, a instancias de Pátrushev, ha estado a la vista pública desde que comenzaron los rumores e informes sobre sus problemas de salud. Ni la OTAN ni la UE. El verdadero motivo de haber procedido con invadir a Ucrania sin evaluar correctamente la situación sería el saber que la muerte está relativamente cerca. Ciertamente buena parte de la ruta estratégica seguida por Putin desde que llegó al poder fue perfilada con antelación por Alexander Dugin, pero la manera tan atropellada en que actuó refleja su desesperación al saber que va a morir dentro de cierto tiempo…
Ya no le queda margen para configurar el gran proyecto geopolítico pensado para Eurasia y el mundo. Se echó a perder la idea de convertirse en el líder global aclamado por todos. Su soledad quedó evidenciada en la imagen que proyectó el Día de la Victoria: sin figuras internacionales a su lado. Hay tiempo, pero no vida. En todo caso, otro sería el encargado de realizarlo. Richard Dearlove fue claro al afirmar: “Estamos llegando al final de este régimen en Rusia”. Ante el desplome de la economía rusa y lo que se avecina, lo mejor es darle salida a Vladimir a propósito de sus padecimientos. Llegar como se está ahora a la convergencia del fracaso en Ucrania y la crisis generalizada dentro de Rusia, potenciará las posibilidades de un golpe de Estado y una caída violenta de Putin arrastraría también a Nikolái Pátrushev…
Cuando el gigante no va ganando
Es obvio que tanto la CIA como el MI6 tratan de evitar que la salida de Vladimir Putin sea en medio del caos y la violencia, que podría favorecer una escalada de extremistas, sino es que una alianza entre de facciones muy peligrosas. Hay una doble operación para neutralizar esa opción. Desde afuera, presionando los nexos con Alexander Lukashenko y con Ramzán Kadyrov. Desde adentro, para evitar que la ruptura interna de los ‘siloviki’ convierta a Eurasia entera en un polvorín. Incluso sabiendo que Kadyrov y Alexander Bortnikov, jefe del FSB, son enemigos a muerte…
Un poco antes de las declaraciones del otrora responsable del MI6, Richard Dearlove había estado en una mesa redonda con John Sipher, con una larga trayectoria dentro de las operaciones clandestinas de la CIA y que dirigió a la Agencia en Rusia. Ambos reconocieron que los servicios de inteligencia de sus respectivos países han efectuado una labor de inteligencia y desclasificación de informes y análisis sobre Rusia como no se había hecho antes. Esto ha dejado expuesta la estrategia de Vladimir y ha permitido anticiparlo tanto en Rusia como en Ucrania, al grado de que el Kremlin no ha podido contrarrestarlos ni blindarse…
En otro plano, muy sensible para las alianzas tejidas por Putin, están las sanciones contra el patriarca Kirill I, así como los señalamientos contra él y la Iglesia Ortodoxa Rusa por presunta participación en lavado de dinero para los ‘siloviki’ y los oligarcas rusos. Este es un asunto en el cual hay que ser muy prudentes por los efectos que podría traer dentro y fuera de Rusia, incluyendo los desencuentros del Patriarca con el Papa Francisco…
El balance no es bueno para Vladimir Putin. Además de haber propiciado el resurgimiento de la OTAN y convertido a Volodimir Zelenski en héroe nacional, la solicitud de Finlandia y Suecia de sumarse a la OTAN ha dado de lleno en la imagen del jerarca ruso. Por otra parte, usar el tema del gas como medida de presión contra Europa, está propiciando que la búsqueda de alternativas vaya acompañada de una expansión de inversiones europeas en África, como está haciendo Alemania. Esto choca con los planes de Rusia en el Continente africano y con los de la propia China, que lo que menos querían era que Europa se adentrase en África…
A lo anterior habría que sumarle el forcejeo en Asia y el Extremo Oriente entre Estados Unidos, China, Taiwán, Japón y las dos coreas. La ola de contagios de coronavirus ha puesto en alerta máxima a Corea del Norte que se resiste a reconocer que necesita ayuda del exterior…
Volviendo al punto, hasta la fecha no hay un claro vencedor en Ucrania, cuando la lógica del poderío militar indicaba que debió ser Rusia en poco tiempo y cuando el ‘gigante’ no va ganando, significa que va perdiendo…
Hasta entonces…
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