
El Papa que vendrá – Juan de Dios Andrade
El próximo mes iniciará de lleno el Cónclave para elegir al sucesor del Papa Francisco. Aunque se han realizado varios análisis para predecir el resultado, también es prudente hacer otros para sopesar varios factores que permanecerán al margen del desenlace. Dicho Cónclave tendrá lugar en medio de un escenario geopolitico de buen calado, en el cual a los poderes fácticos les resulta atractivo incidir en la sucesión papal porque es mucho lo que está en juego, además de lo estrictamente religioso y teológico. ¿Quién escoge realmente al Papa, las pretensiones humanas o el Espíritu Santo?
CONfines Políticos
22 de abril de 2025
Correspondencia: confinespoliticos@gmail.com
El Papa Francisco sabía que su estado de salud no era bueno y que iba a morir, y no me refiero solamente a su ingreso durante varios días en el Policlínico Gemelli, sino a los cambios que hizo en noviembre pasado al ceremonial funerario y no deja de llamar la atención ese silencio forzado por su crisis de salud, justo cuando escalaba el forcejeo entre Estados Unidos y China, y se iniciaba una complicada negociación buscando poner fin a la guerra en Ucrania. El Cónclave que iniciará en mayo tendrá lugar en un escenario geopolítico relevante…
Asistirán los cardenales menores de 80 años. Habiendo sido la gran mayoría de ellos nombrados por el Papa fallecido, se anticipa que el resultado se decante por alguien cercano a él y a su deseo de configurar una Iglesia sinodal y dialogante. Sin embargo, una polarización entre los más fuertes podría conducir a acuerdos y compromisos con un resultado distinto…
A estas alturas, es innegable la confrontación entre dos vertientes que parecen estar llegando a una situación irreductible: progresistas y tradicionalistas, interactuando en medio de ellos un sector moderado. La decisión será mediante 2/3 de los presentes, pero en la Iglesia Católica existe la convicción de que es el Espíritu Santo el que tiene decidido y regulado cada caso desde Su eternidad. Sin embargo, lo anterior no excluye la posibilidad de un análisis no para ‘adivinar’ quién será el siguiente Papa, sino para mostrar un abanico de posibilidades que se contrastaría con lo que resulte e ir precisando perfiles y características propios de cada Cónclave…
Las vertientes papables
Los progresistas
Quizás no sea correcto llamarles así a todos los simpatizantes del Papa Francisco, pero lo haré para facilitar la comprensión y no contribuir a la confusión…
Aquí, el que tiene más posibilidades en cuestión de posible votos y consenso es el Cardenal Matteo Zuppi (Italia, 69 años), el más identificado con el legado del Papa Francisco e integrante de la comunidad de Sant’Egidio, dedicada a la oración, el servicio a los pobres, la promoción de la paz y el diálogo interreligioso. Con una fuerte irradiación pastoral, tiene en contra el ser un aspirante demasiado político. Pese a ello, es el que lidera la lista general…
El Cardenal Luis Antonio Tagle (Filipinas, 67 años) tiene un poderoso posicionamiento internacional. Con mucho carisma y una reconocida labor a favor de los pobres, tiene en contra un excesivo progresismo que podría poner en riesgo el contenido de la fe. Es el segundo de la lista progresista e igualmente de la lista general…
El tercero es el Cardenal Jean-Marc Aveline (Francia, 66 años), un defensor de los migrantes y promotor del diálogo con el islam. Pese a ser menos conocido que los anteriores, podría ser el candidato emergente ante una ruptura entre Zuppi y Tagle que haga peligrar el legado del Papa Francisco. Fuera de eso, sus posibilidades son casi nulas…
Los moderados
Aunque sus posibilidades sean menores que los anteriores, podrían beneficiarse de una polarización entre progresistas y cuentan con tres perfiles muy importantes, dependiendo de qué tipo de Iglesia se prefiera. Con cierta dosis pragmática, potencialmente tiene mucha capacidad para generar consensos…
La cabeza indiscutible es el Cardenal Pietro Parolin (Italia, 70 años), poderosos secretario de Estado y punto central de la curia, posee una probada formación y experiencia diplomática, esencial en el escenario geopolítico global. Ha sido negociador y moderado al apoyar las medidas del Papa recién fallecido. Menos fuerte en acción pastoral, cuenta con la simpatía de la Curia y sus posibilidades están en función de una polarización entre Zuppi y Tagle. Para muchos, es el tercero en la lista general…
Le sigue el Cardenal Pierbattista Pizzaballa (Italia-Israel, 59 años), Patriarca Latino de Jerusalén. A pesar de ser joven y poco conocido internacionalmente, goza de prestigio como católico sincero y valiente, lo que cuenta mucho en un ámbito adverso y difícil como el del Medio Oriente…
Otro aspirante es el Cardenal Peter Turkson (Ghana, 76 años), vinculado a las Academias Pontificias. Igualmente goza de prestigio por ser un pastor valiente y decidido, además de ser muy puntual en materia doctrinal. Representa la de un Papa africano, luego de uno argentino, pero su edad le juega en contra, además de cierta problemática visual…
Los conservadores
Son los que menos posibilidades tienen y, en tal caso, podrían ser la solución para evitar una ruptura que en este momento resulta improbable. Lo más seguro es que sellen acuerdos y consensen con alguno de los más fuertes, especialmente con Parolin. Han sido muy críticos con algunas decisiones del Papa Francisco y se apegan más al legado de Juan Pablo II y Benedicto XVI…
La mayoría coloca a la cabeza al Cardenal Péter Erdő (Hungría, 72 años), muy carismático y admirador de Benedicto XVI. No cuenta con simpatías dentro de la mayoría partidaria del pontificado que termina. Recientemente le han traído a colación problemas no resueltos, pero cuenta con fuertes vínculos con África…
Le sigue el Cardenal Raymond Leo Burke (EE. UU., 76 años), quizás uno de los más críticos con el Papa Francisco, tiene pocas posibilidades precisamente porque no sería bien visto un sucesor tan contrapunteado con el antecesor…
Por último, está el Cardenal Robert Sarah (República de Guinea, 79 años), un campeón doctrinal, tiene en contra su edad e igualmente la polarización con el Papa fallecido. Sin embargo, goza de mucha popularidad y es otra opción para contar con un pontífice africano…
El escenario geopolítico y los aparatos de inteligencia
El Cónclave debe empezar entre 15 y 20 días después de los funerales del Papa Francisco, pero desde ahora y hasta que empiece, es el lapso con que cuentan los poderes fácticos para incidir en el resultado. Cuando las monarquías católicas participaban en los cónclaves, la Iglesia estaba a merced de los vaivenes geopolíticos y, aunque son casos distintos, Hitler y los gobernantes soviéticos buscaron a toda costa colocar a alguien afín…
Sin duda, es un asunto delicado que no debe ser descartado. Quizás no logren influir en el resultado, pero sí tratarían de manipular a los cardenales y al que sea electo…
Actualmente, un Cónclave cuenta con muchas medidas de seguridad. Los asistentes son aislados tanto físicamente como en materia de comunicación. Se alojan en Santa Martha y deliberan en la Capilla Sixtina. Sin teléfonos, sin Internet o redes sociales, sin acceso a noticias…
Por eso digo que los gobernantes y poderes fácticos que pretendieran influir en él cuentan sólo con los días previos, lo que indica que ahora se desarrolla una intensa maniobra de aparatos de inteligencia que operan en la comunicación digital y otros ámbitos. Porque, iniciado el Cónclave, el Vaticano utiliza inhibidores de señal y se realizan barridos electrónicos para encontrar dispositivos electrónicos o cualquier forma de interferencia o espionaje. Cardenales y todo el personal que les asiste, realizan juramento de secreto bajo pena de excomunión…
Además de todos los asuntos delicados en América, Europa, Medio Oriente, África y Asia, están los procesos electorales y las pretensiones de mantenerse en el poder por parte de varios gobernantes, a los cuales les vendrían bien los millones de votos que representan los católicos…
No en vano, Donald Trump ha expresado su simpatía por Burke y Sarah. Tagle, a su vez, es presentado por algunos medios asiáticos como ‘el hombre de Pekín’, al ser su abuela materna de origen chino. El Cardenal Péter Erdő podría ser el centro de convergencia entre Viktor Orbán, Donald Trump y Vladimir Putin. De toda la lista, Parolin y Tagle podría ser los más vulnerables a las agendas geopolíticas o de proyectos anticristianos…
En otro plano, están las sociedades secretas iniciáticas y delictivas que siempre rondan y asedian a la Iglesia para desviarla y corromperla. En este sentido y más allá de las teorías de la conspiración, no podemos ignorar el papel corruptor de organizaciones como la mafia y sus similares…
¿Quién será el próximo Papa? No ha sido mi intención el vaticinio, sino hacer un análisis lo más equilibrado posible de una elección papal que regirá los derroteros de la Iglesia fundada por Cristo hace más de 2000 años…
Hasta entonces…