El nuevo desafío americano es global – Juan de Dios Andrade
¿Cuál será el perfil geopolítico definitivo del siglo XXI? ¿Se llegará a un acuerdo pacífico o caminaremos rumbo a la ‘trampa de Tucídides’? ¿Pondremos punto final a la tentación de retornar a ideologías totalitarias y autoritarias? ¿Podrá China establecer un sistema global o entraremos en una etapa caótica? ¿Hasta qué punto es verdadero el declive de Estados Unidos y del atlantismo? Nos encaminamos a decidir nuestro destino.
CONfines Políticos
Era 1967, cuando Jean-Jacques Servan-Schreiber publicó uno de los ensayos más célebres que se hayan escrito: El desafío americano. JJSS, como será conocido, no era precisamente un autor con rigor intelectual, pero sí un hombre de grandes intuiciones. Con unas cuantas pinceladas, afirmó que la disputa entre Europa y Estados Unidos por el poderío mundial se decantaba a favor del segundo, y la razón era muy sencilla: Europa se había rezagado en varios aspectos competitivos, empezando por el tecnológico y el desarrollo de investigación aplicada. Estaba claro cuál iba a ser el desenlace de la competencia si no se corregía el rumbo europeo…
Entonces, el liderazgo de Charles de Gaulle llegaba a su final en Francia y había que apuntar hacia el futuro: Europa debía constituirse en una gran federación con una moneda en común, decía JJSS…
En 1980, Jean-Jacques Servan-Schreiber dio a conocer su segundo mayor éxito: El desafío mundial, en donde señaló que estaba ocurriendo otro gran cambio. Japón había logrado lo que Francia debió hacer: desarrollar el microchip y, ahora, los japoneses podrían arrebatarle a Estados Unidos la vanguardia tecnológica y que, por lo pronto, serían indispensables en toda alianza estratégica…
Fue entonces cuando convenció a uno de los allegados de Mitterrand, de fundar un centro de investigaciones precisamente en tecnología informática y, aunque lo cerraron poco después, fue un intento de incidir en el cambio global que lideraba Estados Unidos como la primera potencia externa a Europa y Eurasia con capacidad para marcar el curso de la Historia…
Geopolítica de los microprocesadores
En El desafío mundial, Servan-Schreiber partió de una hipótesis que algunos especialistas rechazaron en su momento. Dijo que el poder mundial de Estados Unidos estaba en riesgo porque el microchip desarrollado por Japón podría acotarlo al poder militar, que siempre ha tenido problemas para actualizar su propia tecnología bélica y dejarlo a merced del país del sol naciente en materia de informática. En el contexto de la Guerra Fría, eso podría hacer la diferencia porque, en opinión de JJSS, Estados Unidos había llegado a un punto de agotamiento en su forcejeo con la Unión Soviética…
Lo interesante es que urgió a las élites del poder global a formar una gran alianza para convertir al microprocesador en el eje de la información y el aprendizaje, revolucionando los avances tecnológicos. Para algunos expertos, era un llamado al Grupo de París y a la Comisión Trilateral, así como a los clubes políticos y financieros de Occidente, el Medio Oriente petrolero y de Japón en general. La tecnología aplicada a la educación, la comunicación y al comercio, jugaría un papel clave en la Guerra Fría…
Terminaba la era industrial y se iniciaba la era de la tecnología de uso social, y lo que parecía imposible, ocurrió: el aparentemente invencible poderío soviético se desmoronó en el tránsito a la década de los 90 y el resto ya es parte de la Historia…
Si Estados Unidos quería permanecer como la potencia global, debía mantener en sus manos el liderazgo militar y tecnológico. Claro que JJSS quería que el centro de mando de la configuración global estuviese en París, pero el margen de maniobra de la Comisión Trilateral fue mayor. Sin embargo, su enfoque fue acertado…
La gran aventura moderna es el despliegue de la inteligencia de todos los seres humanos
Jean-Jacques Servan-Schreiber
En una entrevista concedida a Javier Valenzuela de El País, el 2 de mayo de 1991, a propósito de la publicación de su libro Passions, Jean-Jacques Servan-Schreiber dijo: “Mi primer encuentro con un hombre político fue el que por azar tuve en Múnich con Hitler, cuando yo sólo tenía 13 años. A partir de ahí mi vida ha sido la de una generación que conoció la guerra de España, la II Guerra Mundial, la guerra fría, las absurdas guerras de Indochina y Argelia… Durante mi infancia, mi juventud y la mayor parte de mi vida adulta el mundo fue el mero resultado de batallas militares, medio siglo de historia perdido para toda Europa. Durante todo ese tiempo yo no cesé de repetir que la gran aventura moderna es el despliegue de la inteligencia de todos los seres humanos con el objetivo de crear nuevas riquezas. Y que, para eso, en vez de concentrar todos los esfuerzos en armarse hasta los dientes y reforzar y centralizar el Estado, lo que hay que hacer es invertir en la formación y educación. Pero no doy la batalla por perdida. Por eso he escrito mi libro, para que los jóvenes de hoy comprendan los errores de mi generación”. Todo un legado en unas cuantas palabras…
El desafío global del siglo XXI
Hoy, cuarenta y un años después de la obra El desafío mundial y a 54 años de publicado El desafío americano, ha aparecido un nuevo desafío a escala global, mucho mayor que el previsto por Servan-Schreiber. Pero hay similitudes y diferencias geoestratégicas: China no busca arrebatarle a Estados Unidos y a todo el mundo la vanguardia tecnológica y comercial. Xi Jinping pretende lo anterior y el liderazgo militar-industrial. O, mejor dicho, quiere crear un nuevo sistema tecnológico, comercial, militar e industrial global…
Si alguien supo sopesar y anticipar lo que viene, fue Zbigniew Brzezinski. Por eso, propuso que Estados Unidos acordase con China el nuevo sistema de seguridad global y se aliasen, dejando a Rusia en un segundo plano. De tal modo que Vladimir Putin tuviese que decidir entre sumarse o quedar marginado. Brzezinski murió en 2017, pero, durante la administración de Obama, fue leído con atención por políticos y empresarios chinos, y escuchado durante algunas conferencias…
De algún modo, se esperaba que las cosas transitasen por el camino recomendado por Brzezinski, pero no fue así. La llegada de Donald Trump a la oficina oval empujó los acontecimientos en otra dirección. Se fracturó la relación trasatlántica, menguaron los vínculos con Japón y se terminó confrontando con China. En algunas cosas tuvo razón, pero su talante autoritario echó a perder lo que pudo haber alcanzado y, aunque puso las bases para el proyecto actual del Indo-Pacífico, el saldo geopolítico fue desalentador para Estados Unidos…
Los problemas financieros que tiene la economía China no van a hundirla, pero sí podrían impedir que rebase al mercado norteamericano, porque el proyecto de la Franja y Ruta también está sufriendo altibajos. Vamos a ver si Joe Biden logra sentar a Xi Jinping a la mesa de negociaciones y alejarlo de Putin o la medida en que lo pueda hacer. Para Zbigniew Brzezinski, el mercado de Estados Unidos es muy atractivo para China, algo con lo cual Rusia no puede competir. Lo que trata de hacer Biden es poner a su homólogo asiático a escoger entre ambas alianzas…
Sin embargo, el gigante asiático enfrenta un desafío que no proviene de Estados Unidos y al cual se le ha prestado poca atención en el escenario internacional: una cosa es convertirse en una potencia mundial y, otra, el implantar un sistema global para regir al mundo. Eso fue parte del éxito de Estados Unidos en su cometido de desplazar a Europa y convertirse en el ‘corazón’ de Occidente. Por so Xi Jinping apostó a la tecnología 5G, la Ruta y Franja, las inversiones y préstamos a países asiáticos, de Asia Central, Medo Oriente, África, Europa y América. Pero no los ha podido concluir exitosamente. Son fragmentos de realidad global a la espera de ser unidos y funcionar sistémicamente…
La nueva economía del mundo
Jean-Jacques Servan Schreiber murió en 2006. El político y escritor que siempre vestía en tonos azules para no perder el tiempo con su vestuario y, de paso, asegurarse de que todo combinase con el color de sus ojos, sólo vio el principio de lo que hoy estamos viviendo…
El hombre del cual Michèle Cotta dijo que, en él, por encima de la búsqueda de la felicidad imperaba “la voluntad de tener un destino”, siempre tuvo debilidad por las mujeres hermosas e inteligentes. Les daba espacios importantes en sus proyectos y afirmaba que el siglo XXI sería el siglo de las mujeres. Convencido de que había que ponerle punto final a la “dictadura de las ideologías”, sobre todo las totalitarias, decía que eso pasaba por descolonizar al mundo y la descolonización decisiva sería la de las mujeres, porque “las mujeres tienen las facultades de comprensión de la belleza y la armonía, los valores de la valentía, la generosidad y el perfeccionismo; es decir, todo lo que va a crear la nueva economía del mundo”. Eso dijo en aquella entrevista de 1991…
Jamás le importó el dinero y gastó toda su fortuna en difundir y realizar sus ideas. Para nadie pasó inadvertido que, cuando hablaba de las mujeres, el rostro de Jean-Jacques Servan-Schreiber se iluminaba de un modo especial…
¿Estará preparado Xi Jinping y el siglo XXI, para la descolonización de las mujeres? Vamos a ver…
Hasta entonces…
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