El método ecléctico analógico y la lengua latina – Juvenal Cruz Vega
La enseñanza del latín, como la del griego, implica no sólo una cultura y una filosofía del lenguaje, sino que también exige un método. El maestro Juvenal Cruz Vega nos propone el método ecléctico analógico, que hunde sus raíces lejanas en el mundo clásico y, en lo inmediato, en el Dr. Mauricio Beuchot y algunos de los grandes humanistas del México contemporáneo.
Reseña sinóptica del método ecléctico analógico y la enseñanza de la lengua latina
XVII Aniversario de la Academia de Lenguas Clásicas Fray Alonso de la Veracruz. (2006-2023)
Juvenal Cruz Vega
Director
Academia de Lenguas Clásicas Fray Alonso de la Veracruz
De mi máxima consideración a los maestros, profesores y alumnos que estén interesados en una Reforma Educativa.
Historia y contexto del método ecléctico analógico
Comienzo esta disertación recitando un texto del escritor romano Aulo Gelio sobre el paso del humanismo de Grecia a Roma: “Qui verba latina fecerunt quique his probe usi sunt humanitatem non id esse voluerunt quod vulgus existimat quodque a Graecis φιλανθρωπία dicitur et significat dexteritatem quandam benivolentiamque erga omnis homines promiscam, sed humanitatem appellaverunt id propemodum quod Graeci παιδείαν vocant, nos eruditionem institutionemque in bonas artes dicimus. Quas qui sinceriter percupiunt adpetuntque hi sunt vel maxime humanissimi. Huius enim scientiae cura et disciplina ex universis animantibus uni homini data est idcircoque humanitas appellata est” [1].
Partimos de la noción de método desde su etimología con el fin de sumergirnos a este largo sendero del humanismo clásico. Las palabras griegas μετά y ὁδός han servido para componer la palabra método, de cuya composición es el término griego μέθοδος que luego pasó a la lengua latina methodus y finalmente llegó hasta nosotros cargada de una rica semántica con la palabra “método”, significando: “el camino para llegar a la meta”.
De esta manera he toma la noción de método como “un conjunto de procedimiento ordenados y sistematizados, encaminados a un fin”. Si fijamos una línea horizontal se puede apreciar mejor esta noción, con un punto de partida y una meta, y entre la distancia de ambas partes, marcando un procedimiento, algo así como un Metrobús que hace un recorrido de inicio a fin, partiendo de su base y llegando a su destino; y en ese recorrido hace algunas paradas fijas, donde cada una de ellas es un procedimiento con todas sus características.
Al tratar de explicar este largo itinerario, Séneca nos comparte una cita hermosa que hace que el camino, siendo muy extenso y pesado, sea agradable y menos riguroso a través de los ejemplos, pues el “el método es difícil por sus preceptos y breve y eficaz por sus ejemplos” (Longnum iter est per praecepta breve et efficax per exempla)[2].
El método utilizado para la enseñanza de la lengua latina está basado en otros métodos de sobra conocidos, pues en la trayectoria y en la experiencia de la enseñanza he descompuesto muchos de ellos, con el fin de edificar uno nuevo, al cual he llamado método ecléctico analógico.
Aunque el término ecléctico ya es añejo, no obstante, tiene un contenido muy bien nutrido y seleccionado. Fue usado en Alejandría en el auge de su cultura. Del verbo ἐκλέγω (escoger, elegir, reunir, recoger, cobrar un tributo, exigir). Se tomó la raíz de la palabra ecléctico, del adjetivo verbal ἐκλεκτικός-ή-όν: escogido, elegido, distinguido y notable. Así tiene sentido este término en el contexto de la filosofía clásica, donde hay material para elegir, pues había motivo para echar mano, ya sea de la Academia de Platón, del Liceo de Aristóteles, de la Escuela de Retórica de Isócrates o de cualquier otra escuela de la época antigua. En la historia del eclecticismo hay dos vertientes: una relativista y sincretista, y otra, más cercana a su raíz, de donde se puede hablar de una buena reunión o elección del pensamiento, algo así como una sinergia, de σύν y ἔργον (trabajo en equipo), es decir, una postura a las influencias más notables del pensamiento, evitando una actitud cerrada ante autores relativistas, pragmatistas, hedonistas, escepticistas y centralistas o negligentes.
Filosóficamente el ecléctico sabe que la verdad puede ser poseída por todo filósofo, y no por un grupo, vertiente o partido, pues por su misma naturaleza analiza y elige la tesis y los pensamientos que adoptará, entre las de tantos pensadores. De allí que el eclecticismo escoge lo mejor, logrando una unidad y edificando una síntesis. Además, la analogía le concede una síntesis proporcional, justa y equitativa, como dice Mauricio Beuchot Puente: semejante y diferente; o como refiere Justino Cortés Castellanos: la analogía es una compatibilidad.
Con la nomenclatura latina podríamos echar mano de la humanitas, latinitas, romanitas y cultura, hasta llegar al humanismo y los humanismos de la misma literatura latina a través de los siglos. De esta forma podemos proponer un humanismo programático en el contenido de cada uno de los textos como refiere el doctor Jorge Piedad Sánchez[3]. Un ejemplo muy atinado del humanismo selecto y ecléctico, o como dicen en el ámbito del campo, zarandeado, nos lo ofrece el poeta mexicano Alfonso Reyes Ochoa, cuando escribe Crítica de la edad ateniense lo siguiente: “Viaja la cultura, no se está quieta, por tres siglos funda sus cuarteles en Atenas; por otros tres siglos en Alejandría; madura por otros cinco en Roma; ocho reposa en Constantinopla. Y al cabo se difunde por el Occidente europeo, para después cruzar los mares en espera de la “hora de América”, hoy más apremiante que nunca”.[4]
Así, pues, esta historia es el punto de partida del método ecléctico analógico, el cual tiene una inspiración en la filosofía beuchotiana; de tal modo, que es una integración de deducción e inducción, de análisis y síntesis y tiene como fundamento la ciencia de la hermenéutica analógica, es decir: metafísica, lógica, filosofía del hombre, semiótica, gramática, heurística, exégesis, semántica y hermenéutica, pues lo que pretendo es llegar a construir y a completar un método excelente de enseñanza, basado en la teoría de la hermenéutica analógica, y completado con los aportes de otros autores que tienen elementos positivos para la explicación y profundización de nuestro trabajo.
Mauricio Beuchot como maestro es aleccionador al referirse a esta disciplina como base de la hermenéutica analógica: “La metafísica es el fundamento de toda la filosofía. Y la lógica es su acompañante. La metafísica permite que tengamos una buena filosofía del hombre o antropología filosófica. Ésta hace que tengamos una ética bien adaptada a lo que el ser humano es. La semiótica y la hermenéutica tienen que ver con el lenguaje. La semiótica se ha privilegiado en la filosofía analítica, y la hermenéutica en la filosofía continental; pero me parece que se pueden complementar bien” [5].
Nuestro método es un trabajo sólido que ha venido a fortalecer a las ciencias y a las humanidades. También ha venido a fundamentar la materia de tronco común de una universidad bien organizada, pues a través de la temática y de todas las piezas que componen la lengua latina, ajustamos las características propias de la enseñanza que nos ha sugerido la hermenéutica analógica: cientificidad, interdisciplinariedad, normatividad, criticidad y aplicabilidad. En este proceso reunimos muchas de las metas que tienen los destinatarios activos de la lengua latina, independientemente de la profesión y del estatus de cada uno.
El método ecléctico analógico que proponemos ya no es meramente lingüístico y gramatical, pues la hermenéutica analógica le ha ofrecido una base sólida en el fundamento. Partimos de textos dados y algunos inventados, traídos de otros trabajos bien seleccionados, de allí su noción de ecléctico, pues consiste en una exposición de mil ejercicios de regular tamaño para estudiarlos en cuatro años con tres horas de clase semanaria y con tres horas de estudio personal, sin abandonar la universidad y las demás actividades personales.
El orden de los ejercicios es progresivo, va de menos a más, de lo más fácil a lo menos fácil, de lo más sencillo a lo menos sencillo, de lo menos difícil a lo menos complejo. Desde las primeras lecciones se puede comprender gran parte del método y del contenido de la lengua latina; porque desde el inicio – ab initio – el profesor va explicando las características del método con el fin de esclarecer las metas más comunes que traen los estudiantes al llegar a los cursos de latín: lectura, vocabulario, morfología, etimología, sintaxis, hipérbaton, musicalidad, semántica, estilística y cultura de cada texto. Rara vez un estudiante trae como propósito un estudio completo de un autor antiguo o de plano que su idea sea traducir a uno de los autores latinos de la República o de la época Imperial.
Así como todos los autores o compiladores de métodos insisten, que el primero que debe conocer el método es el maestro de la asignatura, así también nosotros lo consideramos desde el principio de la enseñanza, pues si el maestro puede enseñar, el discípulo puede aprender. Me refiero al conocimiento, al orden lógico, a la pedagogía, a la didáctica, a la ética; o bien, a la experiencia, al gusto y entusiasmo que el maestro debe transmitir a sus alumnos en cada una de las lecciones [6].
Si la mímesis que recomienda Mauricio Beuchot la aplicamos correctamente, fácilmente podemos agregar otros pensamientos que vienen a fortalecer la metodología. Pues el maestro debe ser un modelo para el alumno en cualquier actividad del aprendizaje. Ya más adelante el alumno podrá independizarse de sus maestros, pero lo primero que debe hacer, es aprender el contenido y parte del modelo de enseñanza. Veamos lo que dice el doctor Mauricio Beuchot al respecto: “La mímesis o imitación fue un principio en la educación clásica. Uno comenzaba imitando a un gran escritor, y después se lanzaba a crear. Yo veo que todos hacemos eso. Primero imitamos a alguien, de manera no servil, sino libre, y cada vez se hace más autónoma hasta llegar a la creatividad del individuo. Pero esta última se da mejor mientras más se tuvo un aprendizaje modesto y atento”[7].
Particularmente yo recuerdo una experiencia sobre este punto, cuando escribí una nota de mi primer maestro de latín: “El padre David López Jiménez fue mi primer maestro de latín después de que yo había terminado la preparatoria. Fue un paradigma para mi vida y un entusiasmo para mi docencia, a partir de él comencé a distinguir y a elegir a los verdaderos maestros, pues él solía repetir que un auténtico maestro no es solamente el que posee conocimiento, sino también el que tiene virtudes, talento y valor para enseñar, y por eso, había que estudiar cientos de veces a Mateo, 28, 18-20, para poder comprender el verdadero proyecto de la docencia y de la vida pastoral”[8].
Por su parte el doctor Pedro C. Tapia Zúñiga viene a decir algo similar a la tesis que estoy planteando, aunque él se refiere a la lengua griega, con el mismo fin se puede decir de la lengua latina: “hay que saber, pues, griego, para enseñar griego, y probablemente sea éste el requisito fundamental de su enseñanza, sin que ello quiera decir que hay que descartar el problema del método. Un método en cualquier empresa, es absolutamente indispensable; por algo es que ahora hablamos de metodología. Sin embargo, las fallas en la enseñanza o en el aprendizaje del griego y de cualquier lengua obedecen menos a la falta de método que las deficiencias del maestro”[9].
Así pues, el maestro debe saber la lengua que está enseñando o al menos debe entender su propio método. El método que proponemos sigue en contenido a otros métodos, de los cuales tomamos varios de los ejercicios o como dicen algunos, gran parte de su contenido; pero lo diferente es que dichos contenidos, los estudiamos con la metodología propuesta, buscando siempre relaciones, paráfrasis, semejanzas, diferencias y aplicaciones de autores reales.
De todo lo expuesto, podemos compartir la idea general del método ecléctico analógico con un pensamiento en forma musical: “texto por texto, periodo por periodo, sentencia por sentencia, palabra por palabra, sílaba por sílaba, letra por letra”. Así que podemos escoger y estudiar textos de diversos periodos, autores y fragmentos de obras literarias, o de plano una obra literaria, que es el objetivo fundamental de toda metodología. Aquí puede aplicarse un dicho muy común que facilita el orden, la didáctica y la pedagogía de la lengua: “de poquito en poquito se llena el jarrito”, pues de esta forma podemos ir estudiando cada uno de los textos.
Pongo un ejemplo del método de Hans Henning Orberg, otro de Juan Benigno y 8 ejercicios seleccionados de autores clásicos que ha hecho Julio Pimentel Álvarez en su Gramática latina. Los dos primeros sirven para practicar la lectura de la lengua latina con sus respectivos elementos: escritura, fonética, prosodia, caligrafía y nemotecnia; el segundo bloque es para practicar la traducción, también con sus elementos necesarios: sintaxis semántica y pragmática.
a). Recapitulatio. Capitulum decimum. Bestiae et homines. La oración completiva de infinitivo. Lingua Latina Per se illustrata. Hans Henning Orberg. Num. 45-70, p. 71.
Piscēs in aquā vīvunt, neque in terrā vīvere possunt, nam piscēs in āere spīrāre nōn possunt. Homō sub aquā spīrāre nōn potest. Homō vīvit, dum spīrat. Quī spīrat vīvus est, quī nōn spīrat est mortuus. 50 Homō mortuus neque vidēre neque audīre, neque ambulāre neque currere potest. Homō mortuus sē movēre nōn potest. Cum homō spīrat, anima in pulmōnēs intrat et rūrsus ex pulmōnibus exit. Anima est āēr quī in pulmōnēs dūcitur. Quī animam dūcit animal est. 55 Nōn sōlum hominēs, sed etiam bēstiae animālia sunt. Alia animālia in terrā vīvunt, alia in marī. Sine animā nēmō potest vīvere. Homō quī animam nōn dūcit vīvere nōn potest. Spirāre necesse est hominī. Ēsse quoque hominī necesse est, nēmō enim sine cibō vīvere potest. 60 Necesse est cibum habēre. Pecūniam habēre necesse est, nam quī pecūniam nōn habet cibum emere nōn potest. Sine pecūniā cibus emī nōn potest. Necesse nōn est gemmās habēre, nēmō enim gemmās ēsse potest. Gemmae edī nōn possunt; sed quī gemmās suās vēndit pecūniam facere et cibum emere potest. 65 Mercātor quī ōrnāmenta vēndit magnam pecūniam facit. Fēminae quae pecūniam facere volunt ōrnāmenta sua vēndunt.
b). Recapitulatio. Alterum convivium Romanum. Moderna methodus. Johannes Benigno. Editorial Bedout, Medellín, Colombia, p. 57.
Lagenae vina continent. Urceos ad aquam in mensa videmus. Dum manducavimus et potavimus, domini convivis laete serviverunt. Dominus accipit lagenas et aperit vel aquae urceos capit et ministrat. Vina nimis grata ponere curaverunt. Ibi nigra vina et alba, nova et antiqua famuli ostenderunt. Nos attente dominum audivimus. Is alba vina feminis monstravit et explicavit. Prope convivas pocula ancillae collocant. Ex lagenis nos vina in pocula infundimus. Domina saepe dicit convivis: Nondum poculum finivistis. Fortasse ingratum invenitis. Vix manducavistis. Et laete iterum epulas et vina ministrat. Feminae pocula plena non vacua videre placet.Ad dexterum locum habemus coclearium et cultrum; ad sinistrum furculam. Coclearia parum adhibemus; satis cultrum. Furcula et culter secant et dividunt escas. Nec furculam nec cultrum aureum vel argenteum invenimus. Sed tamen aurum et argentum ut metalla periti habent et adhibent. Avus vix epulas sumit; aquam potat et aliquando oleum et acetum escis miscuit. Pulchros et novos catinos famuli collocant. Intra catinos ii escas pulchre et perite ponunt. Nos libenter et laete epulas manducamus; vina nova et antiqua bibimus. In cena nimis de familia, de novis scientiis dominum interrogamus. Is attente et libenter convivis respondet. Convivium iam finivimus. Ancilla bellaria ostendit; ea convivis praeparavit. Dominam laetitia plenam audivimus cum dicit: Nimis ingratam cenam paravimus. Post prandium dominus laete gratum donum dat, tabacum. Nos libenter accipimus et fumamus. Cui placet vinum? Cuius famuli convivis serviverunt? Qua laetitia sponsa amicas observabat? Quando convivium finivistis?
c). Algunos ejercicios propuestos por el método teórico-práctico de Julio Pimentel Álvarez. Gramática latina. Editorial Porrúa, México, 2006, pp. 374.
- In principio erat verbum, et verbum erat apud Deum, et Deus erat verbum. (Vulgata. Jn.1,1).
- Boni assiduique domini villa semper abundat porco, haedo, agno, gallina, lacte, caseo, melle (Cic. C.M. 16, 56).
- Pallida mors aequo pulsat pede pauperum tabernas regumque turres (Hor. Od. 1, 4, 13).
- Historia vero est testis temporum, lux veritatis, vita memoriae, magistra vitae, nuntia vetustatis (Cic. De or. 2, 9, 36).
- Natura collocavit in animo hominis semina virtutum. (Cic. Tusc. 3, 1, 2).
- O tempora, o mores! Ubinam gentium sumus? (Cic. Cat. 1.1.2., 1, 4, 9).
- Lupus est homo homini (Plauto, Asin. 495).
- Referta Gallia negotiorum est, plena civium Romanorum (Cic. Font. 5, 11).
En la trayectoria de la enseñanza, el estudiante podrá ir comprendiendo los textos y cada una de sus partes, podrá ir asimilando su estructura gramatical de forma natural e intuitiva, pues cada palabra tiene sentido dentro de su contexto, eliminando la frontera de la memorización masiva de significados descontextualizados que generan confusión en el estudiante y además problemas de traducción.
En la disertación he venido reseñando algunos de los contenidos de este método, pues los he tomado de otros métodos y les he venido dando un orden temático, de mayor comprensión a menor extensión con el fin de facilitar el conocimiento y el aprendizaje de la lengua latina. No hay pierde, porque todos los ejercicios están enumerados del número uno al mil.
En este método encontramos ejercicios, textos y fragmentos de diversos métodos y manuales, como: “Humanitatis iter” de Adelfo Savio, “Methodus Moderna” de J. Benignus, “Lingua Latina per se illustrata” de Hans Orberg, “Lectiones. Textos Clásicos para aprender latín” de Patricia Villaseñor Cuspinera, “Método Teórico- Práctico” de Julio Pimentel Álvarez, “Epítome” de Lhomond, entre otros métodos. Sin duda, estos procedimientos nos han de transportar al estudio de los autores latinos, y más allá de esto, al Medievo, al Renacimiento, al Humanismo y al Pensamiento Novohispano, es decir, a las diversas fuentes de la literatura latina. Por eso, de vez en cuando tomo textos de autores antiguos de diversos periodos para descontrolar al estudiante y para emocionarlo, para que aprenda realmente latín, pues sólo entrando a un autor es como se prende el contenido de la lengua latina; alguna ocasión edifico un ejercicio nuevo para ejercitar la estilística y el hipérbaton del periodo clásico. Parafraseando a Mauricio Beuchot cuando se le ha preguntado sobre las piezas ya existentes que usa en la hermenéutica analógica, lo valioso no es sólo que existan esas piezas en la historia del pensamiento, sino el valor de reunirlas y elaborar con ellas una nueva síntesis a partir del pensamiento dado.
Pongamos algunos ejemplos bilingües.
a). El poeta Cayo Valerio Catulo. Carmina, número 13
Cenabis bene, mi Fabulle, apud me
paucis, si tibi dei favent, diebus,
si tecum attuleris bonam, atque magnam
cenam, non sine candida puella,
et vino et sale et omnibus cachinnis.
Haec si, inquam attuleris, venuste noster,
cenabis bene; nam tui Catulli
plenus sacculus est aranearum.
sed contra accipies meros amores
seu quid suavius elegantiusve est;
nam unguentum dabo, quod meae puellae
donarunt Veneres Cupidinesque,
quod tu cum olfacies, Deos rogabis,
totum ut te faciant, Fabulle, nasum.
Mi querido Fabulo, con la ayuda de los dioses
comerás espléndidamente en mi casa,
dentro de unos días.
Si traes contigo una rica
y abundante comida, no te olvides de una hermosa
doncella, el vino, la sal y todo lo que produzca carcajada.
Mi distinguido amigo, te recuerdo pues,
si traes esto, comerás bien, pues el bolsillo de
tu amigo Catulo está lleno de telarañas.
En cambio, recibirás amores puros
o algo que es más suave y más elegante,
pues te ofreceré un ungüento que
las Venus y los cupidillos obsequiaron a mi niña.
Mi querido Fabulo, cuando tú lo huelas, suplicarás
a los dioses que te hagan todo olfato.
b). Petronio, Satyricón 15, 14
Quid faciant leges
ubi sola pecunia regnat,
aut ubi paupertas vincere nulla potest?
Ipsi qui cynica traducunt tempora pera
non nunquam nummis vendere vera solent,
Ergo iudicium hihil est nisi publica merces,
atque eques in causa qui sedet,
empta probat.
Qué pueden hacer las leyes,
donde solamente gobierna el dinero,
o donde ningún pobre puede triunfar?
Los mismos que pasan el tiempo con su cínico morral,
suelen vender la verdad por dinero en algún lugar.
Por lo tanto, no hay juicio, sino mercancía pública,
y un juez que preside en una causa a prueba la compra de la verdad.
Partes y estructura del método ecléctico analógico
En esta parte de la composición del método he puesto la sugerencia del doctor Mauricio Beuchot Puente y he seguido el orden lógico a través de la experiencia y el diálogo con los estudiantes, pero también he puesto los aportes de algunos de mis maestros para profundizar cada uno de los aspectos que van figurando en la exposición. Especialmente, me refiero a los siguientes: Justino Cortés Castellanos, Guillermo Hernández Flores, José Rubén Sanabria, Fernando Nieto Mesa, Tarsicio Herrera Zapién, Julio Pimentel Álvarez, Lourdes Rojas Álvarez, Enrique Serraima Cirici, Carlos Zesati Estrada y Jesús Manuel Araiza Martínez, entre otros.
1). Ortología: grafía, ortografía, fonética, prosodia, caligrafía y nemotecnia.
2). Estructura lógica y sintáctica: lógica formal, material y simbólica, sintaxis simple y compuesta. Estructura del pensamiento y estructura de la oración.
3). Transcodificación gramatical o traducción. Aquí incluimos algo de filología, gramática y etimología. Por eso a menudo me refiero a los siguientes temas: lengua, literatura y cultura; composición y descomposición de las palabras nominales y verbales.
4). Vocabulario: tipología, flexiología, etimología, semántica y pragmática.
5). Recapitulación: objetivo, justificación, bibliografía, vocabulario, temática, ejercicios, aplicaciones: antología; etimologías selectas, historia, geografía y cultura de la lección, paráfrasis de alguna parte de cada lección, conversación con algunos elementos de cada lección, composición latina, imitando las principales construcciones de las lecciones.
Justificación del método ecléctico analógico
Hay muchos propósitos que tiene la enseñanza de la lengua latina en la Academia de Lenguas Clásicas Fray Alonso de la Veracruz y en los planes de estudio de las universidades que tienen esta asignatura con seriedad y explicada a través de un syllabus. No obstante, nosotros le ponemos atención a las partes de la metodología, tal como ya lo hicimos ver: ortología, traducción,estructura lógica y sintáctica, vocabulario y recapitulación.
Dejamos para los cursos más avanzados las dos partes más interesantes de un texto: la hermenéutica y la filología: la interpretación y el comentario, las cuales estudiamos dentro de la recapitulación de cada texto, especialmente en los textos reales. En el fondo de todo el trabajo vinculado se halla la morfosintaxis comparada de la lengua española, que es el método deductivo analógico, reconstruido a partir del discurso del método de Renato Descartes, de la Gramática hispanolatina comparada de Fernando Nieto Mesa, y de nuestra propuesta de la enseñanza de las lenguas clásicas, basada en la Hermenéutica analógica de Mauricio Beuchot y de los aportes de otros maestros como ya se dijo anteriormente.
Por esta razón, el método ecléctico analógico es una integración de deducción e inducción, de análisis y síntesis, de comparación, descripción y composición. Es un eclecticismo analógico. Y con su estudio también se llega a la traducción de textos reales de diversos periodos de la lengua latina.
El propósito más cercano es estudiar la parte fundamental de la lengua latina, cuyo propósito es común en todas las metodologías, como la lectura, el vocabulario, la estructura lógica y sintáctica, y la traducción. No debe olvidarse ni apartarse la vinculación del trabajo con las otras partes del método. Por ejemplo, si hablamos de la nemotecnia, la definimos como “el arte de escribir, aprender y recordar correcta y elegantemente una palabra, un pensamiento, un poema, una canción, un fragmento, un texto o un libro completo”. Así ejercitaremos con mayor seriedadun mayor porcentaje de la metodología, porque forman parte de la enseñanza y de la evaluación universal de la lengua latina y del conocimiento general.
Con la práctica y con el tiempo los alumnos leerán correctamente la lengua latina con la fonética clásica, o con alguna de las acostumbradas en América latina. Veamos lo que dice el doctor Tarsicio Herrera Zapién cuando se refiere a la fonética de la lengua latina. “legamus, repetamus et memoria teneamus colloquia, et pronuntiabimus ad libitum: sive italice, sive classice, sive Hispane, sive Latinoamericano more”. Verbi gratia: Canis qui ens humanum esse desiderabat: “Domi mercatoris cuiusdam divitis urbis Mexicanae, convenientiis et omni macchinarum genere circumdatus, haud longo abhinc tempore canis habitabat qui ens humanum devenire mente proposuerat, et sedule ad hunc finem mitebatur.
Plures post annos, et post continuos supra scipsum labores, facile duobus ambulabat pedibus et interdum iam iam hominem sese devenire percipiebat, excepto facto quod ipse non mordebat, caudam agitabat utcumque notum aliquem ocurreret, ter antequam recumberet gyrabat, salivam emitebat utcumque templi capanas audiebat, et murum in noctibus ululatum ascendebat, lunam lentus conspiciens”.
He aquí su versión al español: “En la casa de un rico mercader de la ciudad de México, rodeado de comodidades y de toda clase de máquinas, vivía ho hace mucho tiempo un perro al que se le había metido en la cabeza convertirse en un ser humano, y trabajaba con ahínco en esto. Al cabo de varios años, y después de persistentes esfuerzos, sobre sí mismo, caminaba con facilidad en dos patas y a veces sentía que estaba ya a punto de ser un hombre, excepto por el hecho de que no mordía, movía la cola cuando encontraba a algún conocido, daba tres vueltas antes de acostarse, salivaba cuando oía las campanas de la iglesia, y por las noches se subía a una barda a gemir viendo largamente a la luna”.
Conviene hacer en cada una de las partes un cuestionario que le permita al estudiante recapitular el contenido de aprendizaje de la lengua, por ejemplo: abecedario, consonantes, vocales, diptongos, proclíticas, enclíticas, signos ortográficos tales como: acentos, comas, puntos, etcétera. Pongamos sólo algunos ejemplos:
a). De quo modo definimus grammaticam?
Sequenti modo: Grammatica est ars scribendi et loquendi recte atque ornate aliquam linguam ac librum in quo docetur.
b). Dic mihi partes grammaticae?
Ita vero, care magister. Grammatica integra de dictione, pronuntiatione et accentu (orthologia); derivatione et compositione (etymologia); formatione et flexione dictionum (morfologia); et vocabulorum combinatione circa sententiam complectam et usu orationum inter se atque constructione periodi grammaticalis (syntaxis) elementa essentialia discit.
c). Qui definitur oratio grammaticalis?
Eo modo, mi magister. Oratio grammaticalis est communis dictionum combinatio, sententiam perfectam demonstrans.
El vocabulario se irá encontrando en cada ejercicio de una forma ordenada según la sabiduría y la didáctica del profesor. La sintaxis que se halla en los textos cumple el requisito de la metodología de un buen manual de latín, por ello, insisto en los diversos criterios para formar una oración gramatical, desde la morfosintaxis, la naturaleza del verbo, la naturaleza de la conjunción, los signos ortográficos y el modo verbal.
Si el profesor de latín domina bien la asignatura y conoce perfectamente a los alumnos podrá estudiar los ejercicios de este método como si fuera un hipérbaton su contenido, es decir, subiendo y bajando, del principio del método al final, del centro hacia los extremos, pues la analogía y la frónesis le permiten comprender cada vez más el contenido del método y de la lengua latina. Puesto que los ejercicios del método ecléctico analógico vienen enumerados, el profesor podrá exponer los primeros cien ejercicios, y después puede continuar integrando algunos ejercicios que vea apropiados al interés y dominio del contenido en el grupo; hasta que el alumno poco a poco pueda leer y comprender un texto de regular tamaño, y sobre todo, un texto que tenga participios, gerundios, infinitivos, gerundivos, coordinaciones, subordinaciones, hipérbaton y un buen contenido de diversos géneros de la literatura latina.
Sin duda, este método acercará al estudiante de cualquier carrera universitaria o a cualquier persona no universitaria, al humanismo auténtico y originario. Porque los destinatarios activos de la lengua latina quedarán más complacidos, y más emocionados al estudiar con gusto y con sabiduría esta lengua, una de las más hermosas de todo el mundo. Me refiero, a aquellas personas que estudian la lengua latina por razones religiosas, académicas y culturales, sin exclusión respecto a los destinatarios.
La moraleja que dejo en este escrito es la siguiente: “entre más preparados estemos, mejor servicio hemos de dar a la humanidad entera, en donde quiera que estemos”. Por eso para mí será una enorme satisfacción verificar que los estudiantes encuentren en el método ecléctico analógico buenos contenidos, no sólo aplicado a la lengua latina, sino a muchas más; de modo que puedan ser complacidos en varios puntos del pensamiento y de su carrera profesional, cuya virtud ha sido descuidada en su formación integral.
Síntesis y conclusión
Llegado el final de la disertación, al mismo tiempo se hace el inicio del largo camino, porque viene la hora de la verdad, comienza el estudio y el aprendizaje para el nuevo discípulo, para el niño, para el que apenas comienza a estudiar las lenguas clásicas y comienza a sumergirse en la fuente viva del humanismo, pues como solía escribir Marco Tulio Cicerón “siempre es niño el que ignora lo que ha sucedido antes de su nacimiento – nescire quid antea quam natus sis acciderit, id est semper esse puerum”.
El estudio, la enseñanza, la experiencia en el aula, mis maestros y mis mayores discípulos me han transmitido su testimonio a lo largo de todos estos años. Por eso, ya desde ahora, los alumnos han de saber a dónde van a llegar después de recorrer este largo sendero de las humanidades. En este episodio me ha tocado describir lo que otros han experimentado en el aula y lo que yo mismo he podido apreciar en más veinte años de docencia. Muchos de mis antecesores en el aula y muchos discípulos me han comunicado su palabra, su experiencia y su alegría.
Igualmente es necesario expresar: que, al entrar a esta senda, el alumno debe saber, que no sólo está estudiando latín, y otras lenguas clásicas, o disciplinas afines, sino también, se está sumergiendo en el mundo de la filología, la hermenéutica y la exegética. Poco a poco se ha de ir dando cuenta que no sólo se está volviendo estudioso, sino también, se ha venido haciendo bueno, benevolente, humanista y feliz.
Para terminar esta disertación pongo un texto de san Agustín, tomado de sus Confesiones.[10] Es un texto hermoso en latín, lo cual también lleva un mensaje para quienes suelen dejarse enseñar. Aquí presento un texto bilingüe, por un lado, para aplicar la analogía en la traducción y para practicar la traducción misma, pues como se sabe, la mejor forma de comprobar la teoría de la traducción y hacerla arte, es traduciendo. Pero, por otro lado, pongo este texto para mostrar ejemplarmente la apreciación del texto mismo, y de este modo, el lector pueda divertirse y alimentar sus propios ojos, tal como apuntó el poeta romano Publio Ovidio Nasón”.[11]
Invocación a Dios. San Agustín. Confesiones I, 1, 1-15.
Magnus es, Domine, et laudabilis valde, magna virtus tua et sapientiae tuae non est numerus. Et laudare te vult homo, aliqua portio creaturae tuae? Et homo circumferens mortalitatem suam, circumferens testimonium peccati sui et testimonium, quia superbis resistis? Et tamen laudare te vult homo aliqua portio creaturae tuae. Tu excitas, ut laudare te delectet, quia fecisti nos ad te et inquietum est cor nostrum, donec requiescat in te. Da mihi, Domine, scire et intellegere, utrum sit prius invocare te an laudare te et scire te prius sit an invocare te. Sed quis te invocat nesciens te? Aliud enim pro alio potest invocare nesciens. An potius invocaris, ut sciaris? Quomodo autem invocabunt, in quem non crediderunt? Aut quomodo credunt sine praedicante? Et laudabunt Dominum qui requirunt eum. Quaerentes enim inveniunt eum et invenientes laudabunt eum. Quaeram te, Domine, invocans te et invocem te credens in te: praedicatus enim es nobis. Invocat te, Domine, fides mea, quam dedisti mihi, quam inspirasti mihi per humanitatem Filii tui, per ministerium praedicatoris tui.
Grande eres, oh Señor, y muy digno de alabanza; Grande es tu virtud, y tu sabiduría no tiene límite. ¿Y el hombre, una parte de tu creación pretende alabarte? Justamente, el hombre que al llevar consigo su mortalidad, lleva también consigo el testimonio de su pecado, y el testimonio ¿por el cual resistes a los soberbios? No obstante, el hombre una parte de tu creación pretende alabarte, pues tú mismo lo despiertas, para que se deleite alabándote, porque nos hiciste para ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti. Enséñame, oh Señor, a conocer y a entender, si es primero invocarte o alabarte, o si es primero conocerte o invocarte. ¿Pero quién podrá invocarte al no conocerte? Pues al no conocerte, podrá invocar una cosa por otra. ¿O mejor aún, no habrás de ser invocado, para ser conocido? ¿Pero, cómo invocarán, en quien no han creído? ¿O cómo van a creer sin un predicante? Sin duda alguna, alabarán al Señor quienes lo buscan. Pues quienes lo buscan lo encuentran y lo alabarán. Señor, ojalá yo te busque, invocándote y te invoque, creyendo en ti. Pues ya has sido predicado para nosotros. Invócate, oh Señor, mi fe, la cual me diste e inspiraste por la humanidad de tu hijo y por el misterio de tu predicador.
[1] Noches Áticas, Aulo Gelio, XIII, 17, 1-3. Quienes inventaron la lengua latina y quienes se sirvieron de ella perfectamente, no quisieron que la humanitas fuera eso que el vulgo piensa, lo cual ha sido llamado por los griegos philantropía, y que significa una cierta bondad y una benevolencia común entre todos los hombres, no obstante, llamaron humanitas aproximadamente a eso que los griegos llaman paidéia, y nosotros llamamos formación y educación en las buenas artes. Sinceramente, quienes buscan con afán las artes, estos son los más humanos, pues el afán y el conocimiento de esta ciencia han sido dados solamente al hombre de entre todos los seres animados, y por esta razón se ha llamado humanitas. Un estudio muy singular es, El latín de los humanistas, en Introducción al estudio de la filología latina, Víctor José Herrero, Editorial Gredos, segunda edición corregida y aumentada, Madrid, 1998, pp. 182-200; igualmente: Álvaro D́ Ors, En defensa del poeta Arquías, Marco Tulio Cicerón, Instituto Antonio de Nebrija, Madrid, 1970, p.74. El gran humanista Juan Luis Vives remite el humanismo a las fuentes grecolatinas, como puede verse en su disertación: “así, ignoradas las lenguas de los grandes escritores, no hemos comprendido qué nos enseñaban, hacia dónde había que dirigirse, ni de qué nos persuadían; la ignorancia de estas lenguas nos ha arrebatado por completo el conocimiento de los autores antiguos que habían consignado y entregado a la posteridad del monumento de sus ingenios en las lenguas griega o latina”. De diciplinis Libri XX, in tres tomos distincti, p. 19; I. L. Vives, Opera, in duos distincta tomos, t. I, p. 334. Más detalles véase mi trabajo de próxima aparición, El humanismo a través de la escuela, Cuadernos de Investigación de Filosofía Mexicana y Latinoamericana. Academia de Lenguas Clásicas Fray Alonso de la Veracruz, Puebla, 2024.
[2] Sénea, Epist. VI, 5.
[3] Dato obtenido en la conferencia magistral, titulada “Jesús, modelo de humanismo en el Evangelio de San Lucas, dictada el 4 de agosto de 2023 en la Academia de Lenguas Clásicas Fray Alonso de la Veracruz.
[4] La crítica de la edad ateniense (600 a 300 a. C.), Alfonso Reyes Ochoa, 1941, en Obras Completas, Vol. XIII, FCE, México, 1961. También véase: Por amor al griego, la nación europea, señorío humanista, siglos XIV-XVII, Jacques Lafaye, FCE, México, 2005, p. 21.
[5] Entrevista con Mauricio Beuchot, en Encuentro con Mauricio Beuchot, Juvenal Cruz Vega, Cuadernos de Investigación de Filosofía Mexicana y Latinoamericana, Academia de Lenguas Clásicas Fray Alonso de la Veracruz, número 1, Puebla, Pue; p. 65.
[6] Véase mi trabajo sobre el maestro, El maestro como paradigma y símbolo desde el humanismo icónico analógico, ponencia presentada en el VI Coloquio Nacional de la Asociación Mexicana de Estudios Clásicos, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional Autónoma de México, 18 de febrero de 2016. Aquí destaco lo siguiente: El método ecléctico analógico funciona si hay integración de tres elementos necesarios y muy estrechos entre ellos: procedimientos del método y características, pero, sobre todo, un maestro bien formado con cinco virtudes específicas: ciencia, experiencia, talento, vocación y amor.
[7] Entrevista con Mauricio Beuchot, en Encuentro con Mauricio Beuchot, Juvenal Cruz Vega, Opus. Cit. P. 96.
[8] Entrevista con el padre David López Jiménez, en Encuentro con David López Jiménez, Juvenal Cruz Vega, Academia de Lenguas Clásicas Fray Alonso de la Veracruz, número 2, Puebla, Pue; 2016.
[9] Tapia Zúñiga, Pedro. C. Reflexiones en torno a la metodología del griego clásico, Cuadernos de apoyo a la docencia, UNAM, 1990, p.4.
[10] Confesiones I, 1, 1-15.
[11] Desde el punto de vista lúdico y didáctico remitimos a este ejemplar poeta para deleitar los ojos de cada uno. Se trata de un texto donde un joven patricio anda cotejando a una doncella interesada y la cita es en el anfiteatro romano. Y dice así: Non ego nobilium sedeo studiosus equorum; cui tamen ipsa faves vincat ut ille precor. Ut loquerer tecum veni tecumque sederem, ne tibi non notus quem facis esset amor. Tu cursus spectas, ego te – spectemus uterque quod iuvat, atque oculos pascat uterque suos. Yo no me considero un experto de finos caballos, pero ojalá aquel auriga derrote al que tú misma favoreces. He venido para hablar contigo y sentarme junto a ti, no sea que no conozcas el amor que me despierta. Tú contemplas las carreras y yo a ti, observemos ambos lo que nos deleita y cada uno que alimente sus propios ojos. Ovidio, Amores. III. 2.