Vie. Nov 22nd, 2024

Vladimir Putin

El Club Valdái y la confrontación global autoritaria – Juan de Dios Andrade

¿De verdad estamos cerca de una guerra nuclear? ¿Hasta dónde están dispuestos los líderes globales a jugar con fuego? Se está configurando el sistema global del siglo XXI y Vladimir Putin juega sus cartas con cierta habilidad, pero habrá que ver si logrará sus objetivos geoestratégicos.

CONfines Políticos

“El modelo del capitalismo se ha agotado”, tronó Vladimir Putin durante el foro anual del Club Valdái, celebrado en Sochi (Rusia) del 18 al 21 de octubre pasado. Atentos, le escuchaban representantes de Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, China, Japón, Turquía, Australia y de muchos países más. Se sentía seguro en sus dominios, en el ‘think tank’ asentado en Moscú cuyas conferencias se han convertido en el escaparate desde el cual Vladimir intenta conquistar al mundo proyectando una imagen amable y abierta. Así como Occidente ‘conquistó’ en su momento a la generación de la Perestroika, Putin quiere hacer lo mismo a través del Club Valdái: generar acercamientos entre las élites rusas y las occidentales, proclamando el declive definitivo del capitalismo. Para fundarlo, el mandatario ruso requirió los servicios de la Agencia Rusa de Información Nóvosti (RIA Nóvosti), para darle un alto perfil y que sirviese como un eficaz medio de propaganda para sus planes geopolíticos…

Pero Vladimir es un hombre que gusta de jugar a dos manos y, así como impulsó la creación del Club Valdái, se hizo con el control del Foro Económico Internacional de San Petersburgo (SPIEF) o ‘el Davos ruso’, que funciona desde 1997. No se pudo celebrar el del año pasado, pero sí el de ahora a principios de junio (del 2 al 5), con una presencia impresionante de China y Qatar…

Debido al conflicto con Occidente, por el caso de Ucrania y la anexión de Crimea, en el pasado congreso del SPIEF quedó claro el giro que ha dado la geopolítica rusa hacia África, Medio Oriente y Asia, así como sus incursiones en América Latina. Eso explica el que hayan sido invitados especiales el primer ministro de Ruanda, el ministro de Finanzas de Burundi y Tareck el-Aissami ministro venezolano de Petróleo. Sin embargo, Putin se siente más a gusto en el escenario de Valdái…

El Club Valdái ha jugado un papel clave en la estrategia de propaganda geopolítica de Vladimir

El juego de Vladimir

Para el gobernante ruso, el capitalismo está atrapado en “una maraña de contradicciones cada vez más enredadas” y todo conduce a una creciente desigualdad, sobre todo de oportunidades. “La decepción estimula la agresión, empuja a la gente a las filas de los extremistas”. Para él, se ha perdido el bien común en aras de los intereses egoístas e hizo un llamado a aceptar la multipolaridad internacional, afirmando que está terminando el dominio occidental en los asuntos mundiales…

¿Qué está pasando? Vladimir Putin sabe que los tiempos inciertos hace que la gente anhele la seguridad y una mano firme que sepa hacia dónde ir, pero también que el entendimiento con China no será para siempre. Necesita reactivar la economía rusa y convertir a su país en un ámbito seguro para las inversiones o, de lo contrario, al margen de lo que pase con Occidente, Rusia terminará girando alrededor de la geoestrategia china…

¿A qué está jugando Vladimir? ¿A proclamar el derrumbe del capitalismo y ya? No. Putin quiere convertirse en el salvador de Occidente. Ni remotamente está pensando en destruirlo. Si lo vemos bien, su discurso es eminentemente ‘social’ con tintes ‘salvíficos’. Sabe que el adversario en común (Estados Unidos, la Unión Europea y, por ende, la OTAN) es lo que cohesiona a Rusia con China, además de ciertos intereses en común, pero nada más. Como potencia de Eurasia, se apresta a absorber a Europa entera, mientras Xi Jinping se encarga de Estados Unidos. De ser la cabeza de Eurasia y Occidente, de manera ‘natural’ serían las dos potencias globales: China y Rusia, con Estados Unidos como potencia marginal. Es la misma estrategia diseñada por Zbigniew Brzezinski contra la Unión Soviética, pero invertida…

Eso explica que el Foro Económico Internacional de San Petersburgo sea el ámbito de los negocios, en tanto el Club Valdái sea la plataforma para configurarlo a él como el salvador de Occidente…

¿Se desplomará Biden?

Putin calcula que Estados Unidos se desplomará por partida doble: sistémicamente, al llegar el capitalismo a un punto de agotamiento, en su opinión. Para el jerarca ruso, los norteamericanos tienen perdida la batalla ante China, cuyo sistema corre a medio camino entre el ‘comunismo al estilo chino’ y el capitalismo. Segundo, la viabilidad del globalismo trilateral está en peligro porque el liderazgo de Joe Biden se está erosionando al interior de Estados Unidos y las tendencias electorales muestra un claro debilitamiento tanto del presidente como de su partido…

El mes de noviembre ha empezado con un Joe Biden reprobado por los ciudadanos, que esperaban resultados más espectaculares en lo que va de su gobierno (43% a favor) y con una tendencia electoral difícil para los demócratas: el republicano Glen Young acaba de ganar la gubernatura de Virginia y el demócrata Phil Murphy ganó la reelección en New Jersey, pero con un magro resultado. Si de por sí se veía inviable un segundo mandato de Biden por su edad, ahora podría ser impensable, aunque fuese otro el candidato demócrata en la siguiente elección presidencial…

Íntimamente relacionado con lo anterior, tenemos el fortalecimiento de Donald Trump y de los republicanos, que van en ascenso en el gusto del electorado. De no ponerle Biden remedio, Trump podría quedar en condiciones de regresar a la Casa Blanca y cunden las divisiones entre los demócratas, que ni siquiera han logrado ponerse de acuerdo en cerrar filas en torno al proyecto de gobierno de Joe Biden…

De recuperar Trump el poder, el desenlace de la disputa por la preeminencia global será por la vía del populismo autoritario: Trump desde Estados Unidos (en caso de ganar las siguientes elecciones), Xi Jinping a la cabeza de China y Vladimir Putin como líder de Eurasia, con sus respectivas alianzas de gobernantes populistas de menor rango. Todo eso sin contar que la pandemia no está del todo controlada, que crece el número de contagiados y decesos en Rusia, China y Alemania, principalmente, así como la crisis en la cadena de suministros en Estados Unidos y en otros países. Recién, un grupo de expertos dio a conocer el informe Risk Outloock for 2022, en donde señalan que hay signos alentadores para el año que viene, pero de cumplirse algunos de los peligros que prevén, entre ellos una caída de Wall Street, las consecuencias podrían ser graves…

Pese a todo lo anterior, Vladimir sabe que necesita algo más: el detonante que arroje a Occidente a sus brazos…

La disputa por Taiwán. ¿Realidad o distractor?

La hora de Taiwán

En Asia, las tensiones han ido en aumento por las incursiones de la fuerza aérea de China continental cerca de Taiwán, así como por los pronunciamientos de Pekín de que lograrán hacerse con la isla…

¿De verdad el mundo está al borde de la guerra? Tanto Xi Jinping como Putin piensan que, al final, Estados Unidos rehuirá el conflicto armado y quedará en ridículo. Según los cálculos del Pentágono, China no está en condiciones de invadir Taiwán ahora, pero tal vez sí en un par de años…

El forcejeo entre China y Estados Unidos le suena a gloria a Putin, porque es lo que necesita para constituirse en el ‘salvador’ de Occidente, especialmente de quedar Estados Unidos en ridículo al rehuir finalmente la confrontación armada e igualmente si ocurriese una nueva guerra de dimensiones mundiales. Vladimir actuaría como un ‘mediador sensato’ que neutralizaría la locura de una ‘guerra apocalíptica’ y, obviamente, Occidente correría a su lado para salvarse…

En Sochi, en el marco del reciente foro del Club Valdái, Vladimir dijo: “La historia política, quizás, aún no conoce ejemplos de cómo se habría establecido un orden mundial estable sin una gran guerra y no sobre la base de sus resultados, como sucedió después de la Segunda Guerra Mundial. Así que tenemos la oportunidad de crear un precedente favorable”. Más claro no se podía decir…

El Pentágono afirma que China está a punto de convertirse en una verdadera amenaza bélica para Occidente. Pekín contesta que están ‘inflando’ los datos. ¿Quién dice la verdad? Según el Instituto de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI), Estados Unidos cuenta con más de 5,500 ojivas nucleares, mientras China se ubica en 350 y Rusia dispone de más de 6 mil ojivas listas para lo que se ofrezca. Habrá que ver en tecnología, pero pareciera que la desventaja de China es evidente…

Si el conflicto se resolviese por la vía geoeconómica, China sería el polo dominante en Eurasia, Medio Oriente y África, pero si fuese bélica, Rusia sería el factor que decantaría las cosas en un sentido o en otro…

Hasta entonces…

Correspondencia: confinespoliticos@gmail.com