Vie. Nov 22nd, 2024

Del estudio a la docencia y de la docencia a la investigación – Juvenal Cruz Vega

El Humanismo no se hace sólamente a base de libros, pensamientos y sentencias. Muchas veces, ni siquiera basta la argumentación, por muy brillante que sea. El Humanismo consiste, sobre todo, en un ejemplo de vida. Porque la filosofía convence cuando fructifica en la vida misma de los que la piensan y enseñan. En esta ocasión, el maestro Juvenal nos habla de cuatro de los grandes humanistas del México contemporáneo: Guillermo Hernández Flores, José Rubén Sanabria, Mauricio Beuchot y Justino Cortés Castellanos.

Conversación con cuatro grandes maestros humanistas mexicanos: Guillermo Hernández Flores, José Rubén Sanabria, Mauricio Beuchot y Justino Cortés

Juvenal Cruz Vega

Director

Academia de Lenguas Clásicas Fray Alonso de la Veracruz

Al Dr. Guillermo Hernández Flores

Filósofo y humanista mexicano, gran investigador de espíritu Palafoxiano

Con afecto y alegría a la maestra Beatriz Adriana Tuxpan Ruedas. Por su amoroso interés en compartir su sabiduría en el Seminario Permanente de Filosofía Dr. José Rubén Sanabria y Dr. Mauricio Beuchot en la Academia de Lenguas Clásicas Fray Alonso de la Veracruz

Advertencia

En esta conferencia presento de una forma sucinta la personalidad académica de cuatro grandes pensadores mexicanos. Guillermo Hernández Flores, quien suele hacer filosofía de la historia de la filosofía en México. José Rubén Sanabria, quien hace filosofía del hombre desde el personalismo existencial. Justino Cortés desde la filosofía, la historia, las letras y la teología ha podido edificar una síntesis de la inculturación para el humanismo universal. Finalmente, Mauricio Beuchot, el filósofo de mayor renombre en México y América Latina, quien ha hecho una síntesis de su pensamiento, la cual ha llamado hermenéutica analógica, una obra que ha tenido aceptación en diversas teorías y disciplinas desde México para el mundo.

En lo que aquí sigue, trataré dos aspectos de los autores: Perfil biográfico y perspectiva filosófica, y algunos acontecimientos significativos en la obra de nuestros autores mexicanos.

Disfruten pues, este trabajo, que es fruto de varios años de conversación con los autores aludidos y de investigación personal. En dado caso, puedo decir con tanta alegría: “he disfrutado más de lo que aquí he podido expresar, o su defecto: feci quod potui meliora potentes faciant”.

1). Perfil biográfico y perspectiva filosófica de cuatro grandes maestros mexicanos. Guillermo Hernández Flores, José Rubén Sanabria, Mauricio Beuchot y Justino Cortés

Ellos me han hecho posible como maestro. Discipulum esse magistro similem oportet. Bástele al discípulo ser como su maestro.

Con amor a todos mis alumnos, amigos y maestros. Los recuerdo con cariño y con tanto amor, porque ellos me han llevado de la mano al pensamiento universal. La disciplina, la ciencia, la fe, la experiencia y la razón son el éxito de mi trabajo.

Gracias a la sabiduría de mis maestros hoy puedo enseñar algo que es símbolo del humanismo en grande. Puesto al servicio de los hombres de nuestro tiempo. Gracias, a ustedes maestros.

Presento de una forma sucinta la personalidad académica de cuatro grandes pensadores mexicanos. Guillermo Hernández Flores, quien suele hacer filosofía de la historia de la filosofía en México. José Rubén Sanabria, quien hace filosofía del hombre desde el personalismo existencial. Justino Cortés desde la filosofía, la historia, las letras y la teología ha podido edificar una síntesis de la inculturación para el humanismo universal. Finalmente, Mauricio Beuchot, el filósofo de mayor renombre en México y América Latina, quien ha hecho una síntesis de su pensamiento, la cual ha llamado hermenéutica analógica, una obra que ha tenido aceptación en diversas teorías y disciplinas desde México para el mundo

Maestro Juvenal Cruz Vega

a). Dr. Guillermo Hernández Flores (1949-2020)

Humanista poblano, sanandreseño de corazón, escritor y un gran maestro. Con él aprendí el arte de la docencia. El maestro se hace en la cátedra. Una de sus frases favoritas: “Sólo los alumnos me han hecho posible como maestro”. Su libro que más emoción le dio es su tesis doctoral: Del circunstancialismo de José Ortega y Gasset a la filosofía mexicana de Leopoldo Zea, publicada por la Universidad Nacional Autónoma de México. El libro inédito al que más tiempo dedicó es La filosofía náhuatl.

Dr. Guillermo Hernández Flores saludando a su maestro, el P. Rafael Amador Tapia Zúñiga, al ser galardonado por su 40 años como docente del Seminario Palafoxiano

Pensamiento célebre del doctor Guillermo Hernández Flores

La vida habla en la biografía de los hombres. Sin embargo, pobre es su comprensión cuando son sólo datos y fechas el texto de su lectura. A la vida hay que leerla siempre como entre líneas, menos como quien calcula y más como quien adivina el misterio. El complejo espacio-temporal no es, al menos no todo ni el más determinante, el verdadero texto de la vida humana. Débense intuir los veneros profundos para los que la vida se manifiesta en una peculiar biografía.

La noción de analogía proviene del legado conceptual aristotélico-tomista, pero es algo muy complicado y rico; tanto, que ha sido la filosofía analítica, con sus instrumentos semióticos, la que nos ha llamado la atención hacia ella y la valora mucho como un elemento importante para la lógica, la semántica y, sobre todo, la pragmática, la cual se encuentra en la misma línea de la hermenéutica. También se la ha encontrado en la historia de la filosofía novohispana, pues muchos de los pensadores de esa época eran tomistas, como Bartolomé de las Casas, Alonso de la Veracruz, Tomás de Mercado, y otros, como Bernardino de Sahagún y Vasco de Quiroga, usaron mucho la analogía para poder entender a las culturas indígenas, tan distintas

Dr. Mauricio Beuchot Puente

b). Doctor Justino Cortés Castellanos

Humanista poblano, filósofo, teólogo e historiador. Uno de los pensadores más importantes de México. Reconocido investigador mundialmente. Ha sido respetado por sus estudios de filosofía, historia, teología, catequética, literatura y las lenguas: náhuatl, latín y griego. Precursor de la Inculturación indígena, de los más grandes estudiosos de los pueblos indígenas. Con él aprendí que la Reforma Educativa debe comenzar con la reforma del maestro. Por eso un maestro debe comprender con toda precisión lo que significa ser maestro, de ahí que hay que saber: la etimología, la definición y el arte de poner ejemplos. Con él aprendí a trabajar con método, disciplina y de la mano de un gran maestro. He tenido mucha cercanía con él, y él me impulsó a fundar la Academia de Lenguas Clásicas Fray Alonso de la Veracruz, junto con mi maestro, el doctor Guillermo Hernández Flores.  También con él, he aprendido a trabajar de una manera interdisciplinaria, en equipo y sirviendo a los demás. Su frase favorita es muy conocida: “Hice lo que pude, el cree que pueda que haga cosas mejores”. Su libro que más emoción le ha dado es su tesis doctoral, publicada en la Fundación Española. Desciframiento pictográfico del Catecismo de Fray Pedro de Gante.

Fragmento del pensamiento del doctor Justino Cortés Castellanos

Sobre El Catecismo en Pictogramas de Fray Pedro de Gante.De este Catecismo pictográfico únicamente consideré el aspecto fundamental de su desciframiento, acompañado del señalamiento de los puntos más sobresalientes de su contenido. Por tanto, no constituyen el objeto específico de esta investigación: ni el estudio exhaustivo de cada pictograma hasta llegar a sus elementos mínimos, tanto técnicos como de composición expresiva, ni el análisis detallado del contenido de cada uno de los pictogramas, ni el estudio comparativo entre este codicilo y los demás catecismos pictográficos que se guardan en diversas bibliotecas y colecciones del mundo, ni tampoco el estudio igualmente comparativo con otros catecismos, ya manuscritos, ya impresos de la época.

En su momento dado hice la justificación de la elección del tema del siguiente modo:

Cuatro motivos me movieron a emprender este trabajo: dos, de índole personal, y otros dos, de índole objetiva.

Dr. Justino Cortés Castellanos y el maestro Juvenal Cruz Vega

Primero hablaré de los motivos de índole personal:

Mi nacionalidad mexicana y afinidad con la raza indígena de mi pueblo con la que me liga una importante proximidad biosomática. Este hecho me impulsa a interesarme de modo especial a conocer mis propias raíces. Me considero un mexicano muy cercano a los actuales indios de mi pueblo, descendientes directos de aquellos otros indios para quienes fue elaborado este Catecismo en pictogramas.

Mi condición de sacerdote y, por consiguiente, el hombre de la Palabra, de la evangelización y de la catequesis; el hombre del diálogo intercultural.

Todo el conjunto de impresiones y experiencias sedimentadas en mí durante los años de infancia y adolescencia fueron removiéndose, agitándose y sugiriendo con renovados bríos en las etapas posteriores de mi vida sacerdotal al contacto con los indígenas de mi pueblo.

Mi nacionalidad mexicana y afinidad con la raza indígena de mi pueblo con la que me liga una importante proximidad biosomática. Este hecho me impulsa a interesarme de modo especial a conocer mis propias raíces. Me considero un mexicano muy cercano a los actuales indios de mi pueblo, descendientes directos de aquellos otros indios para quienes fue elaborado este Catecismo en pictogramas

Dr. Justino Cortés Castellanos

Las tareas pastorales que me fueron encomendadas en distintos niveles contribuyendo a desatar aquellos sedimentos. Comenzaron entonces a surgir muchos y graves interrogantes a la tarea pastoral de acercamientos de la fe a la cultura de mi pueblo. Siguieron momentos de reflexión y de búsqueda por mi parte, de numerosos intercambios con otros sacerdotes y catequistas a la búsqueda de un proyecto pastoral capaz de ser significativo en la cultura propia de nuestras gentes.

Finalmente hubo un acontecimiento que impulsó definitivamente este esfuerzo, esta reflexión. Fue el año 1978, durante mi estancia en el Instituto Internacional Lumen Vitae, cuando trataba de orientar mi memoria de licenciatura en teología catequética. Tuve la oportunidad de conocer a un sacerdote, venerable por su virtud y ciencia, el P. Lucien Ceyssens quien, al pedirle orientación sobre el tema a elegir, al saber que era sacerdote mexicano, me condujo a la biblioteca y archivo del convento franciscano de Sint-Truiden y allí me mostró una fotocopia de la Doctrina christiana en lengua mexicana de fray Pedro de Gante y otra de su Catecismo en pictogramas, suponiendo que yo, como mexicano, conocía la lengua y los glifos correspondientes. Este estudio podría, a su juicio, constituir el objeto de una buena tesis de doctorado en Teología. Caí en la cuenta de mi ignorancia sobre ambos temas; un sentimiento de vergüenza se apoderó de mí por desconocer cosas que pertenecen a la cultura de mi pueblo: la lengua mexicana. Para mí fue como un desafío. Desde entonces nació en mí el deseo de conocer ambas cosas.

Instalaciones de la Academia de Lenguas Clásicas Fray Alonso de la Veracruz. Al fondo, el Aula Magna Dr. Mauricio Beuchot Puente.

Me asechaba la duda del valor teológico catequético de un tema que en sí mismo ofrece a primera vista sólo una perspectiva histórica, lingüística y paleográfica. A la vez era consciente de la necesidad de abrir cauces en la teología catequética a la interdisciplinariedad. A partir de este momento el objeto de mi trabajo comenzó a ser para mí un reto al que tenía que responder. Era consciente que no podía espera pacientemente a que alguien hiciera el trabajo de desciframiento de este Catecismo. Yo mismo debería intentar realizarlo y así poder conocer personalmente y de modo originario el proyecto teológico y pastoral subyacente en los pictogramas del Catecismo que estudio.

A partir de aquí me entregué con mayor tesón al aprendizaje de la lengua mexicana clásica y del sistema glífico escriturístico mexicano, cuyo conocimiento me permitió, en gran parte, llegar a la traducción objetiva del texto. He de expresar en este momento mi gratitud al Instituto Superior de Ciencias Religiosas y Catequética de Madrid, donde he encontrado el apoyo, el estímulo y los medios adecuados para llevar a cabo mi propósito.

En segundo lugar, hablaré de los motivos de índole objetiva:

La originalidad. Hay ausencia de estudios rigurosos del grandioso proyecto evangelizador de los primeros misioneros de México. Podría decirse que los vestigios que poseemos de la acción evangelizadora en la primera mitad del siglo XVI son propiamente dos: la religiosidad popular (cfr Medellín, 6.2; Puebla, 457) y algunos catecismos, tanto manuscritos como pictográficos; entre estos últimos se encuentra el Catecismo en pictogramas de fray Pedro de Gante.

Ahora bien, este Catecismo hasta hoy no ha sido descifrado. Es cierto que tenemos el trabajo de Narciso Sentenach. Sin embargo, no se trata de un estudio de desciframiento científico, sino más bien de una interpretación donde prevalece la imaginación y el sentido común, como se verá con toda claridad en la segunda parte de nuestro estudio.

La importancia del tema. En la medida en que representa un conjunto de aportaciones interdisciplinares y, en cuanto tal, de relevancia para la reflexión y la práctica catequética actuales. En efecto, nuestra investigación aporta, si bien modestamente, una contribución: a la historia en general, porque da a conocer una de sus fuentes, aunque aparentemente insignificante; a la historia de la Iglesia, ya que presenta uno de los instrumentos privilegiados que utilizó en la tarea evangelizadora de México; a la teología, pues permite conocer el contenido de este Catecismo; a la antropología cultural, porque muestra una de las manifestaciones de la cultura precolombina y del alma de pueblo autóctono de entonces; a la pedagogía, pues presenta el uso sistemático del lenguaje total en la educación de la fe; tiene valor, sobre todo, para la historia de la catequesis, porque posibilita el descubrimiento del texto y de la pedagogía de un catecismo netamente misionero.

c). Doctor José Rubén Sanabria Tapia (1920-2001)

Filósofo mexicano, autor de muchos libros, profesor durante 43 años en la Universidad Iberoamericana de México. Es uno de los más grandes pensadores mexicanos del siglo XX. Representante del personalismo existencial. Sus tres libros más destacados son: Filosofía del absoluto, Introducción a la filosofía y Filosofía del hombre. Escribió más de cien artículos publicados en revistas de filosofía, actas de congresos y coloquios, tres son los más interesantes: Utilidad e inutilidad de la filosofía, Mi concepción de filosofía; Posmodernidad y ética. Me enseñó a dictar una conferencia y me dijo: nunca te presentes a dictar una conferencia, sin antes, escribirla. Así puede escucharte una persona o mil. También con él aprendí a realizar una reseña y un epistolario. Lo considero uno de mis más grandes maestros. Una de sus frases favoritas. La filosofía es un saber. Pero no un saber por saber. Un saber para aprender a vivir y aprender a morir. La filosofía enseña a vivir como hombre cabal, porque el hombre es demasiado grande para bastarse a sí mismo.

Hace poco en la revista Espíritu en España un autor hizo una apreciación muy completa sobre la reflexión que hago del hombre; incluso ve la semejanza de la noción que tengo acerca de la persona con la postura que defiende como filósofo Karol Wojtyla. Algo muy sugerente, y espero que tú lo sepas encontrar en mis trabajos, santo Tomás desde mis primeros escritos ha sido uno de mis grandes maestros, claro que yo he tomado la doctrina de más valor para mi ontología del hombre, esto lo digo con verdad en mi trabajo El punto de partida de la metafísica

Dr. José Rubén Sanabria

José Rubén Sanabria habla sobre su obra Filosofía del hombre

La reseña del Dr. Girardi es un trabajo bien hecho. Le agradezco que haya tenido un tiempo favorable para leer con mucho cuidado mi libro. Se ve que está enterado de mi anterior obra por otros comentaristas. Además, conoce uno de mis trabajos sobre Realismo y conocimiento en santo Tomás, publicado en Roma y que no conservo porque el último extracto de ese artículo lo presté y jamás regresó a mis manos.

En la revista de filosofía de la UIA escribí un artículo a petición de alguno de mis alumnos, Mi concepción de filosofía. Allí hay explícitamente la orientación de mi filosofía, ese es el espíritu del libro al que te refieres. La persona es el tema que ocupa la investigación de mi interés actual. Mi Filosofía del hombre, así lo pienso, es la síntesis de todos los trabajos que he realizado sobre el hombre. Son más de treinta artículos publicados en distintas revistas en el extranjero y en México.

Si me aparto o no del tomismo, esa no es tarea mía. Esas discusiones ya las he realizado en muchos trabajos. Que los críticos se encarguen de concluirlo. Lo escrito, escrito está. Además, hay otros trabajos sobre mi filosofía del hombre, que no se encargan de buscar, sino el aporte que hay en mi libro. Así lo han visto el mismo Victorino Girardi, Celina Lértora Mendoza, Sergio Sarti, Mauricio Beuchot, Juan Manuel Silva Camarena y otros.

Hace poco en la revista Espíritu en España un autor hizo una apreciación muy completa sobre la reflexión que hago del hombre; incluso ve la semejanza de la noción que tengo acerca de la persona con la postura que defiende como filósofo Karol Wojtyla. Algo muy sugerente, y espero que tú lo sepas encontrar en mis trabajos, santo Tomás desde mis primeros escritos ha sido uno de mis grandes maestros, claro que yo he tomado la doctrina de más valor para mi ontología del hombre, esto lo digo con verdad en mi trabajo El punto de partida de la metafísica. Cada que me refiero a santo Tomás, hago críticas fuertes sobre todo a tomistas que defienden aún los errores del maestro por fidelidad a su tomismo. Además, si santo Tomás viviera en este tiempo no sería tomista, pero sí actualizaría y renovaría varios aspectos de su filosofía ya que fue conocedor de la historia del pensamiento hasta su época.

Doctor Mauricio Beuchot Puente, Doctor Guillermo Hernández Flores y el Maestro Juvenal Cruz Vega

d). Doctor Mauricio Beuchot Puente

El doctor Mauricio es uno de los más grandes filósofos de América Latina. Lo conocí personalmente en agosto de 1997 en el curso de hermenéutica analógica en la Universidad Pontificia de México. Ha sido uno de mis más grandes maestros y un excelente amigo, porque así es como persona. Igual que el doctor Justino Cortés y el doctor Guillermo Hernández, me impulsó a la fundación de la Academia de Lenguas Clásicas. Él me enseñó a investigar y a integrar la docencia, la investigación y la vida personal, y sobre todo, a trabajar por México. Mauricio Beuchot es autor de más de 150 libros. Ha visitado la academia 26 ocasiones. Gracias a su obra me animé a realizar un método distinto y nutrido para la enseñanza de las lenguas clásicas, se ha ampliado a las lenguas modernas y a las humanidades: es el método ecléctico analógico, al cual considero un paradigma y una sinergia. Cada año nos visita para hacer el Coloquio Internacional de humanismo, humanidades y hermenéutica. Su mayor aportación es la hermenéutica analógica, la cual es un proyecto fundamentalmente mexicano y cada vez se va haciendo universal. Me enseñó a trabajar desde México para el mundo, a dialogar con personas diferentes, aún con las muy diferentes. Su libro favorito es el Tratado de hermenéutica analógica, publicado por la Universidad Nacional Autónoma de México, donde labora actualmente.

El testimonio de la iglesia ha sido claro al utilizar la lengua latina. En latín se escribieron distintos géneros: la filosofía cristiana y la teología, la filosofía patrística (la latina) y la escolástica. La liturgia, el canto gregoriano; gran parte del magisterio de la iglesia, y sobre todo, el derecho canónico. También los autores cristianos fueron grandes maestros, poetas, gramáticos, filósofos y teólogos

Dr. Justino Cortés Castellanos

Mauricio Beuchot habla sobre la hermenéutica analógica

Yo pienso que estas vertientes de mi trabajo han confluido en la hermenéutica analógica, que se me ha dado como un regalo, que he inventado simplemente encontrando lo que ya está dado. En efecto, la noción de analogía proviene del legado conceptual aristotélico-tomista, pero es algo muy complicado y rico; tanto, que ha sido la filosofía analítica, con sus instrumentos semióticos, la que nos ha llamado la atención hacia ella y la valora mucho como un elemento importante para la lógica, la semántica y, sobre todo, la pragmática, la cual se encuentra en la misma línea de la hermenéutica. También se la ha encontrado en la historia de la filosofía novohispana, pues muchos de los pensadores de esa época eran tomistas, como Bartolomé de las Casas, Alonso de la Veracruz, Tomás de Mercado, y otros, como Bernardino de Sahagún y Vasco de Quiroga, usaron mucho la analogía para poder entender a las culturas indígenas, tan distintas. Eso les permitió escribir obras que ahora son consideradas como piezas de la historia de la antropología. La analogía ayuda a acercarse a las culturas diferentes sin perder la conciencia de la pertenencia a un contexto universal; la analogía ayuda a entender lo diferente sin renunciar a lo semejante. Por eso la analogía resulta muy útil cuando es usada en la hermenéutica, en la forma de hermenéutica analógica.

Don Rosendo Huesca Pacheco y el Dr. Justino Cortés Castellanos

2). Acontecimientos significativos en la obra de nuestros autores mexicanos: Guillermo Hernández Flores, José Rubén Sanabria, Mauricio Beuchot y Justino Cortés

a). Dr. Guillermo Hernández Flores

Pregunta. Juvenal Cruz Vega

Cuando usted habla de la palabra maestro, me llama la atención, una expresión que alude: “Bástele al discípulo ser como su maestro”. Yo mismo disfruté el texto que a petición suya, vertí al latín: Discipulum esse magistro similem oportet. Pero ¿cuál es el origen y el contexto histórico de tal expresión?

Respuesta

Hay dos acontecimientos. Uno personal y otro histórico. Por un lado, la admiración a mis maestros, desde el padre Eduardo González, el padre Justino Cortés y Monseñor Rosendo Huesca Pacheco, hasta los grandes de la Universidad Gregoriana, como: Juan Bautista Lotz, Joseph de Finance y Nemesio González Caminero, entre otros. Por otro lado, por la grandeza de la filosofía clásica: Sócrates, Platón y Aristóteles. A ellos los simbolizo con el nombre de Minerva. Pocas veces en la historia, o ninguna otra ocasión, he visto un caso idéntico. Tal vez en otra época encontramos dos ejemplos, como San Ambrosio y San Agustín, o San Alberto Magno y Santo Tomás de Aquino. En la filosofía contemporánea puedo advertir dos ejemplos más: Edmund Husserl, Martin Heidegger y Hans George Gadamer. Y, sobre todo, con el que más me identifico: José Ortega y Gasset, José Gaos, que ya es nuestro, y Leopoldo Zea. A todo esto, sumo la tradición cristiana, desde la Patrística, la Escolástica y El Renacimiento, la Nueva España y el Pensamiento precolombino.

La inspiración original es el evangelio de San Mateo, donde dice: “El discípulo no es mayor que su maestro, ni el siervo es mayor que su señor. Bástele al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor (Mt. 10, 24-25). De las dos versiones que me diste del griego y del latín, hago un homenaje bien merecido a uno de mis maestros que más he admirado en la historia de mi vida, a Monseñor Rosendo Huesca Pacheco. Te lo entrego, como sueles decir, con mi estilo poético y con la versión latina que hiciste.

Monseñor Rosendo, Maestro, Sacerdote y Pastor

Bástele al discípulo ser como su maestro.

De mi parte, Señor, bien sabes lo que significas para mí. Tus homilías diarias en el Seminario me formaron para la vida.

Tuve prefectos, pero tú fuiste mi disciplina. Tuve Padres Espirituales, pero tú fuiste mi guía. Muchos maestros sabios e ilustres, pero llevándome a ellos, tú fuiste mi pedagogo.

Comprensivo con mis debilidades, tolerante con mis defectos y, sobre todo, respetuoso de mi persona, me arrancaste de la posibilidad y me diste lo que ahora soy. “Bástele al discípulo ser como su maestro”.

Sin embargo, hasta hoy ni siquiera he podido revivir tu paradigma. Quiero mostrar públicamente, en este día, mi agradecimiento frente a la Comunidad que de buen grado me confiaste. Toda la profundidad, siempre respetuosa, de mi cariño”.

Dado en la ciudad de Puebla, mayo 2008

Dominus Rudisendus, Magister, Sacerdos et Pastor

Discipulum esse magistro similem oportet.

Quod ad me attinet, bene scis, oh Domine, quid apud me significas. Homiliae quotidianae ad vitam me tuae confixerunt in Seminario.

Multos habui Praefectos, sed ipse fuisti mihi disciplina, Patres Spirituales, sed tu ipse dux. Multis magistris sapientibus atque egregiis usus sum, sed in viis eorum tu ipse paedagogus discendi.

 Meas debilitates praeterea intellexisti, maxime menda sustulisti mea, coluisti personam, et possibilitatem altam de radice revellisti. Mihi dedisti quod nunc sum. “Discipulum esse magistro similem oportet”.

Adhuc tamen paradigma tui reviviscere nec potui. In oculis omnium, mihi mutua gratulatione et recognitione ostendere fungor, hodie praesertim ante comunitatem quam bene fidisti mihi. Reverentia sempiterna ex imo corde.

Datum in Angelopoli, mense Maii MMVIII

El mejor estudio que he visto sobre mi Filosofía del absoluto, lo realizó el Dr. Octavio Nicolás Derisi. Su estudio es una reseña muy completa que se publicó en uno de los primeros números de la Revista de filosofía de la Universidad Iberoamericana y también en la misma época se publicó en Argentina en la Revista Sapientia. El Dr. Derisi es quien habla explícitamente del tomismo de mi obra, pero también habla de la inclinación que tengo hacia la filosofía existencial

Dr. José Rubén Sanabria
Maestros Beatriz Adriana Tuxpan Ruedas y Juvenal Cruz Vega durante el V Coloquio Internacional de humanismo, humanidades y hermenéutica en la Argentina de Lenguas Clásicas Fray Alonso de la Veracruz. Junio 2023.

b). Dr. José Rubén Sanabria Tapia

Pregunta.  Juvenal Cruz Vega

Hay un libro escrito por usted en el año de 1966, La filosofía del absoluto, publicado por la Editorial Progreso. Sobre este conozco algunos estudios que usted mismo me proporcionó, en ellos se señala que en la obra de José Rubén Sanabria hay una vertiente tomista. ¿Hay posibilidad de una nueva edición donde usted tome en cuenta esas observaciones?

Respuesta

En varias ocasiones he dicho que esa obra es mi primer estudio a nivel universitario. Si te has dado cuenta casi todos los autores que han reseñado el libro han escrito que soy un filósofo tomista, incluso el filósofo italiano Sergio Sarti en su libro Panorama della filosofia ispanoamericana, hace un esbozo de mi filosofía con base en este libro. También Teófilo Urdanoz en su último volumen de la Historia de la filosofía, habla de mí, refiriéndose al mismo libro y me coloca como uno de los representantes del tomismo actual en México.

El mejor estudio que he visto sobre mi Filosofía del absoluto, lo realizó el Dr. Octavio Nicolás Derisi. Su estudio es una reseña muy completa que se publicó en uno de los primeros números de la Revista de filosofía de la Universidad Iberoamericana y también en la misma época se publicó en Argentina en la Revista Sapientia. El Dr. Derisi es quien habla explícitamente del tomismo de mi obra, pero también habla de la inclinación que tengo hacia la filosofía existencial.

El tomismo que conocí en la Universidad Gregoriana fue el trascendental, de la escuela de J. Maréchal. Allí me dio cuatro asignaturas uno de los profesores más actuales de ese tomismo, el Dr. Juan Bautista Lotz, las materias fuertes por supuesto fueron metafísica y estética. Este filósofo en muchas tesis me convencía, claro que él era fiel a muchas tesis de sus compañeros tomistas, aunque muy abierto al diálogo con la filosofía contemporánea, sin embargo, en algunos puntos desde ese tiempo me apartaba de mi maestro y lo sigo haciendo.

En mi libro de filosofía del absoluto presento muchos argumentos con tesis que aprendí del tomismo, pero también ahí están las bases de mi metafísica que con el tiempo he llegado a desarrollar, no sólo histórica, sino también la parte que llamo sistemática, por supuesto en otros estudios posteriores. Actualmente ya no sostengo toda la reflexión que traté en ese libro, cuando menos no la sigo al pie de la letra. Ojalá algún día alguien tenga interés de realizar una nueva edición de la Filosofía del absoluto y haga una revaloración de la obra con mucho cuidado.

Doctor Mauricio Beuchot Puente, Doctor Guillermo Hernández Flores y el Maestro Juvenal Cruz Vega

c). Dr. Justino Cortés Castellanos

Pregunta. Juvenal Cruz Vega

La lengua latina se puede utilizar para fortalecer los estudios, o sólo se estudia por cuestiones religiosas como suelen decir algunos al referirse despectivamente, cuando aluden a los estudios de latín en la vida eclesiástica. ¿Qué piensa usted de esta tesis y qué puede compartir a los universitarios de nuestro tiempo?

Respuesta

El testimonio de la iglesia ha sido claro al utilizar la lengua latina. En latín se escribieron distintos géneros: la filosofía cristiana y la teología, la filosofía patrística (la latina) y la escolástica. La liturgia, el canto gregoriano; gran parte del magisterio de la iglesia, y sobre todo, el derecho canónico. También los autores cristianos fueron grandes maestros, poetas, gramáticos, filósofos y teólogos.

En la tradición novohispana hallamos muchos testimonios como puede constatarse en las fuentes literarias. En Puebla se encuentran algunas bibliotecas dignas de mención con abundantes testimonios, por ejemplo, la Biblioteca Palafoxiana, la Biblioteca José María Lafragua, La Biblioteca Franciscana y la Biblioteca del Seminario Palafoxiano.

Algunas de las bellezas de Puebla son las inscripciones latinas que figuran en algunos lugares célebres de la ciudad. Por ejemplo, el lema de la fundación de Puebla. “Angelis suis Deus mandavit de te ut custodiant te in omnibus viis tuis”. Todas las iglesias antiguas están llenas de inscripciones muy hermosas y con buen latín. Una de las más leídas y comentadas se refiere a Nuestra Señora de Guadalupe, ante la cual el Papa Benedicto XIV (1740-1758) exclamó las palabras del Salmo 147,20: “Non fecit taliter omni nationi: No hizo cosa igual con ninguna otra nación”.

Hay una inscripción latina muy hermosa que está publicada en mi libro “Justo García, un sendero de luz y alegría”. Es la misma inscripción que está puesta en la lápida de la tumba de aquél “florellino messicano”, nacido en Jonotla, Puebla y muerto en Roma. Seminarista Palafoxiano y alumno destacado del Colegio Pío Latinoamericano.  Quiero dictártela de una forma bilingüe, y que sea escrita con letras mayúsculas tal como se encuentra en el manuscrito original y en la lápida, y se dice del siguiente modo:

JUSTUS GARCIA

MEXICANUS E DIOECESI ANGELORUM INTER SODALES COLEGII P. L. AMERICANI PIUS COMIS INNOCENS AD EXEMPLUM DIUTINO MORBO PATIENTER TOLERATO

QUO FUERAT A PHILOSOPHIAE STUDIIS ABSTRACTUS

IN PACE CHRISTI REQUIEVIT

ANNOS NATUS XXIII

IV KAL. MAI. A. D. MCMXXII.

JUSTO GARCÍA

MEXICANO DE LA DIÓCESIS DE LOS ÁNGELES

ENTRE LOS COMPAÑEROS DEL COLEGIO P. L. AMERICANO

PIADOSO, AMABLE, INOCENTE, EJEMPLAR

DESPUÉS DE SOPORTAR PACIENTEMENTE UNA PROLONGADA ENFERMEDAD

POR LA CUAL FUE ARREBATADO DE LOS ESTUDIOS DE FILOSOFÍA

EN LA PAZ DE CRISTO DESCANSÓ

A LA EDAD DE XXIII AÑOS

18 DE ABRIL DEL AÑO DEL SEÑOR MCMXXII.

Es digno de apuntar que los clásicos y los autores cristianos pueden utilizarse de fortalecimiento para fundamentar las lecciones de latín. Por ejemplo, cuando se habla del complemento circunstancial, se comprende más con las notas de la filosofía clásica, porque se pueden apreciar diversas clases de complementos al recordar las siete notas individuantes que nos recuerda la dialéctica clásica, es decir: “forma, figura, locus, tempus, stirps, patria et nomen. Haec ea sunt septem, quae non habet unus et alter”.

Los complementos circunstanciales pueden construirse en los autores latinos con preposición y sin preposición. Puede constatarse en el siguiente texto de Quinto Horacio Flaco:

Graecia capta ferum victorem cepit et artes intulit agresti Latio.

El maestro Juvenal Cruz Vega en el V Coloquio Internacional de Humanismo, Humanidades y Hermenéutica

d). Dr. Mauricio Beuchot Puente

Pregunta. Juvenal Cruz Vega

En la crítica filosófica se advierte que Mauricio Beuchot es un filósofo interesante y actual, heterodoxo y sugerente. En los comentarios sobre él se le dice filósofo y se le añaden varios atributos, a saber: tomista, analítico, semiólogo, historiador de la filosofía novohispana y recientemente se le ha llamado, hermeneuta. ¿Por lo anterior ve alguna conexión de estas reflexiones con lo que usted ha llamado hermenéutica analógica?

Respuesta

Yo pienso que estas vertientes de mi trabajo han confluido en la hermenéutica analógica, que se me ha dado como un regalo, que he inventado simplemente encontrando lo que ya está dado. En efecto, la noción de analogía proviene del legado conceptual aristotélico-tomista, pero es algo muy complicado y rico; tanto, que ha sido la filosofía analítica, con sus instrumentos semióticos, la que nos ha llamado la atención hacia ella y la valora mucho como un elemento importante para la lógica, la semántica y, sobre todo, la pragmática, la cual se encuentra en la misma línea de la hermenéutica. También se la ha encontrado en la historia de la filosofía novohispana, pues muchos de los pensadores de esa época eran tomistas, como Bartolomé de las Casas, Alonso de la Veracruz, Tomás de Mercado, y otros, como Bernardino de Sahagún y Vasco de Quiroga, usaron mucho la analogía para poder entender a las culturas indígenas, tan distintas. Eso les permitió escribir obras que ahora son consideradas como piezas de la historia de la antropología. La analogía ayuda a acercarse a las culturas diferentes sin perder la conciencia de la pertenencia a un contexto universal; la analogía ayuda a entender lo diferente sin renunciar a lo semejante. Por eso la analogía resulta muy útil cuando es usada en la hermenéutica, en la forma de hermenéutica analógica.