China se contrae y se complica su proyecto global – Juan de Dios Andrade
¿Se ha paralizado la economía china? ¿Está en riesgo el proyecto geoestratégico de Xi Jinping de convertirla en la potencia global del siglo XXI? ¿Se iniciará una lucha por el poder de cara al XX Congreso Nacional del PCCh? Los mensajes del jerarca chino para salir del brete.
CONfines Políticos
Se dice que el poder agota y la tan anunciada decadencia de Occidente ha estado acompañada del agotamiento por parte de los propios occidentales. ¿Se ha cansado Occidente de regir los destinos de la Humanidad? En cierto modo, sería consecuencia lógica de la complejidad del mundo global: cada vez resulta más difícil el que alguien pueda controlar a los demás, si es que alguien ha controlado algo alguna vez. Pero no hablamos sólo del desenlace de una lucha por el poder mundial sino, sobre todo, de una mentalidad, de una cosmovisión y de cierto ambiente cultural proclive al pesimismo generacional e histórico…
Occidente parece sentirse agotado y derrotado…
Sin embargo, la Historia ha demostrado que las cosas no están predeterminadas y lo esperado por John Halford Mackinder es un buen ejemplo de ello. Para el geopolítico inglés, hacia principios del siglo XX, el mundo se aprestaba a presenciar el relevo de Occidente en beneficio de Oriente y que eso se cumpliría en tanto no apareciese una potencia en Europa capaz de impedirlo…
La Alemania de Guillermo II y, poco después, la Alemania nazi quisieron ser los que relevasen a Inglaterra. Nada de eso se cumplió, pero tampoco Rusia pudo convertirse en la superpotencia mundial. En medio de la Gran Guerra, ocurrió la Revolución de Octubre y el imperio ruso se hundió en el caos de la guerra civil. Y aunque Stalin acrecentó el poder geopolítico, la Unión Soviética tampoco pudo erigirse en la potencia dominante y tuvo que compartir el poder global. La Segunda Guerra Mundial fue la ocasión para que los Estados Unidos se convirtiesen en el primer polo de poder externo a Eurasia, con capacidad para incidir en ella…
El traspaso del poder de Occidente a Oriente no fue como Mackinder lo esperaba y, décadas más tarde, la URSS terminó perdiendo la Guerra Fría…
Hacia principios de los años 90, en el Foro de Madrid, Zbigniew Brzezinski dio por concluida la Guerra Fría y proclamó a los Estados Unidos como la primera superpotencia global. Pero el gusto duró muy poco. Con Vladimir Putin, en unos cuantos años Rusia pasó de ser una potencia de tercera categoría a convertirse en un jugador geoestratégico capaz de disputar el dominio de Eurasia, mientras China empezó su carrera ascendente hasta llegar a donde ahora se encuentra e igualmente con margen de maniobra para configurar una nueva realidad mundial…
Respecto a China, hoy nos encontramos ante un caso parecido…
China se desacelera en el tercer trimestre
El lunes, la Oficina Nacional de Estadísticas de China (ONE) dio a conocer que el PIB del tercer trimestre quedó en el orden del 4,9%, cuando el segundo trimestre fue de 7,9%. Esto no se entendió cabalmente en algunos medios de comunicación, porque hablamos de un cálculo interanual. Ciertamente es una llamada de atención para el gobierno de Xi Jinping, porque se trata de un crecimiento medianamente aceptable, pero los datos intertrimestrales son inquietantes: el tercer trimestre chino quedó en 0,2%, en tanto que el segundo fue de 1,2%. Otras publicaciones reportaron 1,3% para el segundo trimestre, pero para el caso es lo mismo: la economía del país asiático prácticamente se ha paralizado…
Parece que los planes de Xi Jinping para convertir a China en la gran potencia del siglo XXI tendrán que esperar: la economía nacional se está desacelerando hasta contraerse…
Más todavía: hay síntomas de una pérdida parcial de control. Nada más el jueves pasado, tratando de infundir confianza, el primer ministro Li Keqiang afirmó que se alcanzarán las metas previstas para el año en curso, durante su discurso en la Feria Importación y Exportación de China (Feria de Cantón). Al cuarto día, se dio a conocer la caída en el PIB…
Es verdad que falta saber cómo será el último trimestre de 2021, pero lo que está en vilo es la afirmación hecha por Xi Jinping, a propósito del 14° Plan de Desarrollo Quinquenal, de que en 15 años doblarían el tamaño de la economía china, logrando blindarse ante el exterior (el viejo sueño del ‘imperio del centro’). El punto es que el Plan en cuestión no asienta metas específicas y las palabras del líder chino podrían convertirse en una losa muy pesada…
Configurando el primer mercado global
Pandemia, crisis inmobiliaria, debilitamiento de la industria manufacturera, precios elevados de las materias primas y problemas de energía eléctrica, están pegando fuerte a la economía del gigante asiático. En este sentido, igualmente habría que agregar las medidas regulatorias de Xi Jinping con tal de lograr la ‘prosperidad compartida’ (o ‘común’) e ir atenuando las desigualdades sociales, lo que implica que los hombres de negocios y sus empresas deberán colaborar en ello. Este es un aspecto clave en los objetivos del presidente chino, que pretende ampliar más la franja media de la sociedad. Pero no se crea que estamos hablando únicamente de lo ‘social’. La ‘prosperidad compartida’ es el mecanismo para dar por finalizada la herencia de Mao y Deng Xiaoping, que o empobrecieron a todos o permitieron que ‘primero se enriquecieran unos cuantos’ para impulsar la economía país…
¿Qué está pasando realmente con la economía china y con el proyecto geoestratégico de Xi Jinping? Tal vez la respuesta esté a medio camino entre los mensajes enviados durante la Feria de Cantón y los comparativos trimestrales e interanuales…
Queda claro que no será fácil sacar adelante el Proyecto Franja y Ruta en tiempo y forma originalmente pensados, puesto que ha ido en aumento la presión del G7 para atraer a los países participantes, alejándonos de la esfera de influencia china y la alternativa de la Ruta del Ártico, propuesta por Vladimir Putin, dista mucho de estar habilitada para un compromiso como el que nos ocupa. Frente a lo anterior, el proyecto de englobar en un sólo mercado al hemisferio norte de América, a la Unión Europea y a la región Indo-Pacífico resulta un poderoso imán para diversos países, incluyendo a la propia China…
Eso fue lo que quedó perfilado entre el jueves y el lunes pasado…
Xi Jinping o la trampa del cortoplacismo
¿Un primer ministro simplemente diciendo disparates en Cantón? No me lo creo. ¿El gigante asiático a punto de colapsar? Mucho menos me lo creo. Los datos del PIB podrían retrasar o cancelar la pretensión de constituirse en la potencia global del siglo XXI, pero de ahí a un desplome generalizado hay una gran distancia…
En su discurso del jueves, Li Keqiang no mencionó porcentuales al referirse al crecimiento prometido, pero en su discurso de inauguración de la sesión legislativa anual de la Asamblea Nacional Popular (4 de marzo pasado) dijo que la meta fijada para 2021 sería superior al 6% y alardeó de que mientras China iba en ascenso, Estados Unidos vivía su decadencia. En aquella ocasión, por protocolo, Xi Jinping no habló, pero todos entendieron que lo dicho por el ministro eran palabras del presidente…
Por lo tanto, lo de la Feria de Cantón se trató de un mensaje para infundir confianza y neutralizar riesgos de ruptura del consenso en torno a Xi Jinping (mensaje para los de casa), agregando que China estaba dispuesta potenciar la apertura, facilitar el libre comercio y a compartir las oportunidades de desarrollo con otros países (mensaje hacia afuera). En ese mismo lugar se inauguró el Foro de Comercio Internacional Pearl River y Xi Jinping envió una carta de felicitación por ambos eventos, siendo evidente que el discurso del primer ministro fue el eco de la carta del mandatario, que se refirió a que China se abrirá a la ‘doble circulación’ de los mercados locales y del mundo…
Durante la ceremonia, mediante video, se enlazaron algunos personajes importantes. Entre ellos: Viktor Orban (primer ministro de Hungría), Mikhail Mishustin (primer ministro de Rusia), Ismail Sabri Yaakob (primer ministro de Malasia), Patrick Achi (primer ministro de Costa de Marfil), Pedro Castillo (presidente de Perú) y Rebeca Grynspan Mayufis (secretaria general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo). Todos desearon lo mejor para la apertura…
Interesante, porque no creo que en su carta del jueves Xi Jinping desconociese los datos del PIB, aunque todavía no se habían difundido. Esto revela un forcejeo entre los partidarios de mantener el ideal del ‘imperio del centro’ (exportando sin importar y blindado hacia el extranjero) y los que apuestan por la ‘doble circulación’. Fue evidente que el presidente estaba cambiando su postura y que Li Keqiang cuidaba la posición de su jefe al hablar de ‘metas’ sin mencionar lo del porcentual superior al 6%. Pero lo dicho en marzo quedó asentado en muchas publicaciones…
Aunado a lo anterior, los comparativos interanuales e intertrimestrales del PIB chino nos dan una imagen más precisa de lo que está pasando: la desaceleración de la economía nacional impone la necesidad de abandonar todo objetivo a corto plazo (+6% del PIB). El 1,2% del segundo trimestre del año y el 0,2% del tercero, indican que se ha fracasado en lo previsto para 2021. Por eso, Li Keqiang evitó hablar de datos precisos en la Feria de Cantón…
La doble vía de la sucesión
¿De qué se trata ahora? De salvar las metas a largo plazo en detrimento de las inmediatas. Es decir: para mantener la cohesión y conservar el poder rumbo al XX Congreso Nacional del Partido Comunista Chino, Xi Jinping y sus incondicionales se van a aferrar a la promesa de doblar la economía de China en 15 años (aunque 2021 se haya perdido), tal y como se afirmó a propósito del Plan de Desarrollo Quinquenal (aprobado en la misma cumbre de la Asamblea Nacional Popular, en donde se fijó la meta de superar el 6%). Xi Jinping quedó atrapado en el cortoplacismo e intenta escapar de los parámetros que él mismo implantó…
¿Y si no lo lograse? Los mensajes recientes de Xi Jinping no han sido sólo para los que se enlazaron virtualmente en la inauguración de la Feria de Cantón, sino sobre todo para Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, la Unión Europea y el Indo-Pacífico. Es evidente que trata de transitar de 2021 a 2022 con un principio de negociación con Joe Biden, para atenuar los resultados económicos del año en curso. Pero también lo es el que Joe Biden tratará de posponer toda señal hasta después del Foro por la Democracia, convocado para diciembre próximo, para que la apertura de Xi Jinping sea vista como una nueva derrota (ahora política) del populismo autoritario y comunista al estilo chino…
La intención del presidente Biden será elevar el costo político interno para que Xi Jinping llegue más debilitado a la mesa de negociación. ¿Estaría dispuesto a que ocurra un colapso en el círculo del poder en China? Eso también implica riesgos de inestabilidad en Asia, Eurasia y globalmente…
De ponerse en duda la permanencia de Xi Jinping en el poder, el jerarca chino tendría que jugársela o por Li Keqiang o por Wang Yi. Ambos son negociadores muy hábiles y de probada lealtad, pero el margen de maniobra del primer ministro es mayor y posee más peso mediático y global…
Lo que debe sopesar el gobernante del país asiático es que sus adversarios pudiesen aliarse y hay varios hombres de negocios afectados por las reformas y disposiciones recientes con motivo de la ‘prosperidad compartida’, algo que, sin duda, Joe Biden y sus aliados podrían aprovechar…
Hasta entonces…
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