China o la teoría del colapso global – Juan de Dios Andrade

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Lo que decida hacer Xi Jinping en el caso de la inmobiliaria Evergrande, traerá consecuencias. Si decide ir en su rescate, podría mandar el mensaje de que su gobierno estará sujeto a las dinámicas propias de los aciertos, desaciertos y eventualidades en el ámbito financiero. Si decidiese no hacerlo, acarrearía consecuencias políticas y financieras dentro y fuera de China. Algunos efectos serían inmediatos, pero otros se sentirían a partir de 2022…

La decisión no será fácil y quizás se tenga que recurrir a una solución híbrida. La situación de Evergrande, que parece no ser la única, va ligada a su enorme deuda, sus problemas de liquidez y al enfriamiento que empieza a mostrar la economía china de un tiempo a la fecha. No está vendiendo como se esperaba y buena parte de sus proyectos son sólo eso: proyectos…

Está en juego la confianza en la economía china y eso no es poca cosa. Pero también se encuentra en vilo la viabilidad geoestratégica del gigante asiático y eso podría ser decisivo en el forcejeo con los estados Unidos por la preeminencia global…

La enorme deuda de la entidad inmobiliaria está repartida en casi todos los bancos más importantes del mundo, empezando por los centrales. Es un ‘arma de doble filo’: los efectos de una quiebra definitiva impactarían nacional y globalmente. Por eso hay tanta presión sobre Evergrande y el gobierno de Xi Jinping. Una decisión equivocada podría convertirse a China en un paria geopolítico…

En este sentido, resulta previsible que la solución implique tratar de contener los efectos ‘dentro’ de China e intentar amortiguarlos hacia el exterior. De entrada, la crisis de Evergrande provocó una compra masiva de dólares y el desplome de algunas de las criptomonedas más importantes…

Aunque la deuda ronda los 300 mil millones de dólares, se calcula que, de resolverse mal, el próximo año podría abrirle al PIB chino un boquete de alrededor de 350 mil millones de dólares (según cálculos difundidos por el New York Times), lo que técnicamente confirmaría la desaceleración de la economía nacional. Eso generaría mucha desconfianza sobre la capacidad de China para convertirse en la potencia global frente a Estados Unidos…

El Imperio en compás de espera

Xi Jinping le ha dedicado mucho tiempo y esfuerzo a montar la estrategia de ‘la franja y la ruta’, y habrá que sopesar las consecuencias en dicho proyecto de un quebrantamiento financiero como el que ahora nos atañe. Un boquete en el PIB de esa magnitud, acompañado de un enfriamiento de la economía china, podría desarticular los planes sobre ‘la franja y la ruta’, pero también en otras latitudes…

En El País se reporta lo dicho por Luciano Rostagno, estratega de mercados del Banco Mizuho do Brasil, que nos hace ver las consecuencias en toda América Latina. China ha hecho importantes inversiones y sellado acuerdos comerciales que son indispensables para la región. Chile, Brasil, Colombia y Perú tendrían serios problemas por las materias primas que le venden a China. Una desaceleración podría ser desastrosa para ellos…

La situación de Evergrande se agravó al darse a conocer el pronóstico de S&P Global Ratings, en el sentido de que la inmobiliaria estaría al borde del impago y que no esperaban que Pekín fuese en auxilio de la inmobiliaria. La única posibilidad de que Xi Jinping intervenga estriba en que se generase un ‘efecto dominó’ destructivo para la economía. Pero una posible intervención no significa ‘ayuda directa’ a Evergrande…

Queda claro que Xi Jinping no hará algo que indique que un grupo de inversionistas pueden meterlo en una dinámica distinta a la de su proyecto, por muy importantes que sean sus inversiones. Dicho de otro modo: no está en duda el control del poder en China…

Este miércoles, Evergrande Group dio a conocer que había llegado a un acuerdo con los tenedores de bonos nacionales para evitar el impago de uno de los intereses adeudados, mismos que, según Bloomberg News, ronda los 35.9 millones de dólares. Según los expertos, lo anterior calmará los mercados, pero sólo en el corto plazo. La respuesta vino de Gary Dugan, director ejecutivo de la Oficina Global de CIO: “Para que la confianza regrese de manera más significativa, será necesario que el mercado vea los amplios planes de reestructuración de Evergrande”. Así de claro…

“Sólo una crisis -real o percibida- da lugar a un cambio verdadero. Cuando esa crisis tiene lugar, las acciones que se llevan a cabo dependen de las ideas que flotan en el ambiente. Creo que ésa ha de ser nuestra función básica: desarrollar alternativas a las políticas existentes, para mantenerlas vivas y activas hasta que lo políticamente imposible se vuelva políticamente inevitable” …

Milton Friedman

TEORÍA DEL ‘SHOCK’

Xi Jinping o la línea de Milton Friedman

Desde hace varios días, el gobierno de Xi Jinping envió expertos para que evaluasen la situación de la inmobiliaria y calculasen los efectos en caso de una eventual quiebra. Al respecto, no dejan de ser significativas las palabras de Abdul Abiad, director de la División de Investigación Macroeconómica del Banco Asiático de Desarrollo, que reportó AFP: “Los colchones de capital del sistema bancario de China son lo suficientemente fuertes como para absorber un impacto incluso del tamaño de Evergrande, en caso de que se materialice”. Estas palabras son reveladoras…

Abdul Abiad agregó: “Merece un seguimiento cuidadoso porque la vivienda es un componente importante de la economía china. (…) La vivienda constituye una parte sustancial de la riqueza de los hogares, por lo que, obviamente, si el sector inmobiliario se ve afectado, eso podría tener repercusiones para la economía china en general”. Esto también es revelador, porque indica que el análisis de S&P Global Ratings procede de fuentes de primer nivel…

Xi Jinping sólo metería las manos si hubiese un impacto fuerte para la economía de su país…

¿Y si Xi Jinping estuviese viendo la situación de Evergrande como la ocasión para un colapso global que, precisamente, sirva para consolidar a China como la potencia vencedora del siglo XXI? Xi Jinping no es un marxista, al menos no al modo tradicional. De estar pensando en algo así, estaría más en la línea de la teoría del ‘shock’ formulada por Milton Friedman y sus seguidores que del vetusto Carlos Marx y sus trasnochados…

Según Friedman: “Sólo una crisis -real o percibida- da lugar a un cambio verdadero. Cuando esa crisis tiene lugar, las acciones que se llevan a cabo dependen de las ideas que flotan en el ambiente. Creo que ésa ha de ser nuestra función básica: desarrollar alternativas a las políticas existentes, para mantenerlas vivas y activas hasta que lo políticamente imposible se vuelva políticamente inevitable” …

Hay que estar atentos a los hechos, para saber si estamos en los umbrales del primer colapso a escala global de la Historia. Claro que, para ello, Xi Jinping tendrá que valorar la capacidad de maniobra de sus competidores geoestratégicos y el que la economía china se viene enfriando…

Hasta entonces…

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