
Análisis y síntesis del verbo grecolatino – Juvenal Cruz Vega
El maestro Jvenal Cruz Vega no podia dejar terminar el año sin regalarnos una pieza excelente sobre el verbo grecolatino. Para sabiduría, aprendizaje y deleite de sus alumnos y amigos.
Un estudio analógico para la enseñanza de las lenguas clásicas
Juvenal Cruz Vega
Director
Academia de Lenguas Clásicas Fray Alonso de la Veracruz
Exordio
Iam pridem, ex quo suffragia nulli uendimus, effudit curas; nam qui dabat olim imperium, fasces, legiones, omnia, nunc se continet atque duas tantum res anxius optat, panem et circenses.
Ya desde hace tiempo, desde que no hemos vendido algún voto, este pueblo ha perdido su interés por la política; pues este que en otro tiempo concedía mandos, haces, legiones y todo; ahora se mantiene alejado, y solamente desea con avidez dos cosas: pan y circo.
Décimo Junio Juvenal. Sátira X, 77- 81.
Ἐπειδήπερ πολλοὶ ἐπεχείρησαν ἀνατάξασθαι διήγησιν περὶ τῶν πεπληροφορημένων ἐν ἡμῖν πραγμάτων, καθὼς παρέδοσαν ἡμῖν οἱ ἀπ᾿ ἀρχῆς αὐτόπται καὶ ὑπηρέται γενόμενοι τοῦ λόγου, ἔδοξε κἀμοί, παρηκολουθηκότι ἄνωθεν πᾶσιν ἀκριβῶς, καθεξῆς σοι γράψαι, κράτιστε Θεόφιλε, ἵνα ἐπιγνῷς περὶ ὧν κατηχήθης λόγων τὴν ἀσφάλειαν.
Puesto que muchos hombres han emprendido desarrollar ordenadamente la exposición sobres los hechos bien comprobados entre nosotros, tal como nos lo han transmitido, quienes desde el principio fueron testigos oculares y servidores de la palabra, también a mí, ilustre Teófilo, después de haber investigado todo con exactitud desde el principio, he decidido escribirte ordenadamente con el fin de que conozcas la certeza de las palabras, que has recibido.
Fuente. Lc. 1, 1-4.
Advertencia
En esta ponencia abordaré el verbo como tema central del texto grecolatino. La inspiración original es la analogía y la hermenéutica analógica. Aquí propongo una síntesis del avance de mis dos libros inéditos a saber: Estudio verbal del método ecléctico analógico de latín y Estudio verbal del método ecléctico analógico de griego antiguo. La primera parte es una reseña sucinta sobre la valoración de las lenguas clásicas en el ámbito de las humanidades. En segundo lugar, hago una síntesis muy apretada del método ecléctico analógico, aplicado a la enseñanza de las lenguas clásicas. En la tercera parte presento un estudio del verbo grecolatino, donde destaco el núcleo de la enseñanza de ambas lenguas. Aquí presentaré el verbo en siete aspectos constitutivos para su estudio: Verbo (como parte de la oración), naturaleza, enunciado, flexión verbal o conjugación, estructura gramatical o sintaxis, semántica, pragmática e hipérbaton.
El trabajo principal es una integración de la ciencia o teoría con la práctica a través de textos selectos. Son mil doscientos verbos que el método de latín ha reunido y mil verbos de la lengua griega. De cada texto destacamos la sintaxis oracional y a partir de allí revisamos el verbo con el enunciado o etimología verbal. Si es latín revisamos el infinitivo, perfecto y supino para poder obtener una mirada de conjunto de los seis tiempos del latín. Si es griego, destacamos los cuatro tiempos de su enunciado: presente, futuro, aoristo y perfecto, lo cual facilita la compresión del tiempo verbal a través de textos. Por la semejanza de tiempos y modos se aprecia también la diferencia de persona y su relación con la morfología nominal y la sintaxis en los textos literarios y hablados.
1). Reseña sucinta sobre la valoración de las lenguas clásicas en el ámbito de las humanidades
Hablando de las lenguas clásicas, cabe destacar que son dos las más interesantes y universales: la lengua griega y la lengua latina. Sin duda, la lengua griega es una de las más hermosas de toda la humanidad, es una lengua indoeuropea, flexiva, sintética, analítica, culta, clásica y trascendente. Pero también, histórica y culturalmente es la lengua oficial de Grecia Antigua, medieval y moderna. En suma, la lengua oficial de la cultura viva, presente en todas las lenguas modernas del mundo occidental. El doctor Jesús Manuel Araiza comenta al respecto: “La filosofía y la filología clásicas de occidente se escriben en la antigüedad en griego. Un buen filósofo como también un buen filólogo parece ser aquel que en su búsqueda de la verdad o de la belleza literaria dialoga con los grandes pensadores y creadores en su lengua original: con Heráclito, Anaxágoras, Parménides, Platón o Aristóteles, con Homero, Hesíodo, Esquilo, Sófocles o Eurípides. Mediante el conocimiento, el cultivo y el estudio gramatical de la lengua filosófica por excelencia, los interesados y participantes en los cursos de comprensión de lectura de textos son introducidos en el aprendizaje de esta bella lengua mediante la pronunciación, la interpretación, la exégesis y el análisis morfosintáctico del griego clásico”[1].
Por su parte el latín, con algunas semejanzas, es como el griego, pero además diferente en otros aspectos: porque es una lengua sintética, y más que el griego es una lengua hiperbatónica. Igualmente, histórica y culturalmente es la lengua oficial de Roma antigua, de la iglesia católica y de la cultura. Una de las nociones más completas sobre la lengua latina, la he escuchado de mi maestro el doctor Justino Cortés Castellanos, cuando dice: “La lengua latina es la lengua oficial de la iglesia y es el instrumento más bello de la literatura y del legado de Roma. Mi maestro el padre Moisés Oropeza decía que el latín es el genio de la lengua– Lingua Latina iuxta eius genium est pulcherrima. Esta bella lengua forma la mente del hombre, por eso es recomendable aprenderla desde muy pequeño, porque siendo niño se puede practicar mejor el arte de la nemotecnia. Más aún, se puede aprender la ciencia de la lengua sin prejuicios. El estudio completo de la lengua latina debe ser de tres modos: hablándola, escribiéndola y traduciéndola. Hablando latín se van mejorando otras partes del conocimiento. Se pueden utilizar todos los recursos que se tengan a la mano: jugando, caminando, escribiendo, leyendo, repitiendo, cantando y rezando. Utilizando la memoria es una excelente estrategia. Por ejemplo, podemos aprender frases célebres, conceptos, definiciones, títulos de obras, fragmentos de autores, chistes, cuentos. Todo esto es una buena fuente para construir una conversación en latín, y sobre todo, para que al hablar latín se haga de una forma académica, tal como debe ser un profesor en el aula[2].
Todo lo cual es una fuerte antítesis y síntesis para quienes desconocen las lenguas clásicas, y por ignorancia sólo dirán que son lenguas muertas y nada más. Pero desde el punto de vista académico y cultural son un valioso instrumento didáctico para acercarse al conocimiento universitario y a la cultura de nuestro entorno. Yo creo que aquí está la clave que debe tener el cambio más notorio en los planes de estudios de la filosofía y en general de las humanidades, si se pensara en una seria reforma educativa de los estudios de filosofía y de humanidades. Otro de mis maestros, el doctor Guillermo Hernández Flores, escribe al respecto: “El cambio más notable en el Plan de Estudios se refiere, sin embargo, a las lenguas clásicas. Considerando, ante todo, que el aspecto humanístico es quizá el más deficiente en la formación actual de los alumnos y que una formación filosófica y teológica no se logran adecuadamente, si antes no se atiende a la formación humanística, se ha considerado no sólo necesario sino urgente cubrir esta lamentable carencia. Urge, pues, una reforma radical, hay que determinar con todo cuidado los contenidos y, sobre todo, el modo cómo se habrá de superar las dificultades que esto supone especialmente al inicio del mismo proceso” [3].
2). Reseña sucinta del método ecléctico analógico
El año pasado en el marco del II Coloquio Internacional de Lenguas Clásicas, Humanidades y Hermenéutica, realizado del 15 al 18 de noviembre de 2023, aquí mismo en la Universidad de Guanajuato participé con la ponencia: La formación humanista del latín a través del método ecléctico analógico. Así, pues, comparto las líneas principales de la constitución del método aludido para tener una idea más actual y contextualizada.
He venido llamando método ecléctico analógico al procedimiento y a la investigación, cuyo fin es enseñar las lenguas clásicas de una forma muy diferente a la tradición y a las nuevas metodologías. Tal vez uno de los atractivos sea la noción ecléctico analógico. El adjetivo ecléctico es un término ya añejo, pero con un contenido muy bien nutrido y seleccionado. Su origen etimológico es el verbo ἐκλέγω (escoger, elegir, reunir, recoger, cobrar un tributo, exigir). De allí se tomó la raíz de la palabra ecléctico, del adjetivo verbal ἐκλεκτικός-ή-όν: escogido, elegido, distinguido y notable. Así tiene sentido este término en el contexto de la filosofía clásica, donde hay material para elegir, pues había motivo para echar mano, ya sea de la Academia de Platón, del Liceo de Aristóteles, de la Escuela de Retórica de Isócrates o de cualquier otra escuela de la época antigua alejandrina, o de la época imperial. En la historia del eclecticismo hay varias vertientes: unas relativistas y otras sincretistas; elegimos las relativistas y las hacemos relativas, de donde se puede hablar de una buena reunión o elección del pensamiento, algo así como una sinergia analógica, de σύν y ἔργον (trabajo en equipo)[4], es decir, una postura a las influencias más notables del pensamiento, evitando una actitud cerrada ante autores relativistas, pragmatistas, hedonistas, escepticistas y centralistas, o negligentes.
Filosóficamente el ecléctico sabe que la verdad puede ser poseída por todo filósofo, y no por un grupo, vertiente o partido, pues por su misma naturaleza analiza y elige la tesis y los pensamientos que adoptará, entre las de tantos pensadores. De allí que el eclecticismo escoge lo mejor, logrando una unidad y edificando una síntesis, de σύν y θέσις, es decir,la composición de un todo por la reunión de sus partes[5]. Además, la analogía le concede una síntesis proporcional, justa y equitativa, como dice Mauricio Beuchot Puente: semejante y diferente; o como refiere Justino Cortés Castellanos: la analogía nos obsequia la compatibilidad en diversos aspectos del texto[6].
El método ecléctico analógico tiene una inspiración en la filosofía beuchotiana; de tal modo, que es una integración de deducción e inducción, de análisis y síntesis y tiene como fundamento la ciencia de la hermenéutica analógica, es decir: metafísica, lógica, filosofía del hombre, semiótica, gramática, heurística, exégesis, semántica y hermenéutica, pues lo que pretendo es llegar a construir y a completar un método excelente de enseñanza, basado en la teoría de la hermenéutica analógica, y completado con los aportes de otros autores que tienen elementos positivos para la explicación y profundización de nuestro trabajo. Así, pues, nuestro método es un trabajo sólido que podría fortalecer a las ciencias y a las humanidades; también a fundamentar la materia de tronco común de una universidad bien organizada, pues a través de la temática y de todas las piezas que componen al método ecléctico analógico, y ajustamos las características propias de la enseñanza que nos ha sugerido la hermenéutica analógica a saber: cientificidad, interdisciplinariedad, normatividad, criticidad y aplicabilidad. En este proceso y progreso reunimos muchas de las metas que tienen los destinatarios activos de las lenguas clásicas, independientemente de la profesión y del estatus de cada uno[7].
El método ecléctico analógico que proponemos ya no es meramente lingüístico y gramatical, pues la hermenéutica analógica le ha ofrecido una base sólida en el fundamento. Partimos de textos dados y algunos inventados, traídos de otros trabajos bien seleccionados, de allí su noción de ecléctico, pues consiste en una exposición de dos mil ejercicios de regular tamaño para estudiarlos en cuatro años con tres horas de clase semanaria y con tres horas de estudio personal, sin abandonar la universidad y las demás actividades personales.
El orden de los ejercicios es progresivo, va de menos a más, de lo más fácil a lo menos fácil, de lo más sencillo a lo menos sencillo, de lo menos difícil a lo menos complejo. Desde las primeras lecciones se puede comprender gran parte del método y del contenido de las lenguas clásicas; porque desde el inicio –ab initio -el profesor va explicando las características del método con el fin de esclarecer las metas más comunes que traen los estudiantes al llegar a los cursos de griego y de latín: lectura, vocabulario, morfología, etimología, sintaxis, hipérbaton, musicalidad, semántica, estilística y cultura de cada texto. Rara vez un estudiante trae como propósito bien delimitado, el estudio completo de un autor antiguo o de plano que su idea sea traducir a uno de los autores clásicos de la época de la paidéia, alejandrina o imperial, o del mejor estilo y época de la lengua latina.
El método que proponemos sigue en su contenido a otros métodos, de los cuales tomamos varios ejercicios o como dicen algunos, gran parte de su temática; pero lo diferente es que dichos contenidos y ejercicios, los estudiamos con la metodología propuesta, buscando siempre relaciones nuevas, paráfrasis, semejanzas, diferencias y aplicaciones de autores reales a través de la compatibilidad[8].
De todo lo expuesto, podemos compartir la idea general del método ecléctico analógico con un pensamiento en forma musical: “texto por texto, periodo por periodo, sentencia por sentencia, palabra por palabra, sílaba por sílaba, letra por letra” (textum a texto, periodum a periodo, sententiam ab sententia, verbum a verbō, syllabam ab syllaba, litteram ab littera). Así que podemos escoger y estudiar textos de diversos periodos, autores y fragmentos de obras literarias, o de plano una obra literaria, que es el objetivo fundamental de toda metodología. Aquí puede aplicarse un dicho muy común que facilita el orden, la didáctica y la pedagogía de la lengua: “de poquito en poquito se llena el jarrito”, pues de esta forma podemos ir estudiando cada uno de los textos[9].
El propósito más cercano del método ecléctico analógico es estudiar la parte fundamental de cada lengua, cuyo propósito es común en todas las metodologías, como la lectura, el vocabulario, la estructura lógica y sintáctica, y la traducción. No debe olvidarse ni apartarse la vinculación del trabajo con las otras partes del método. Por ejemplo, si hablamos de la nemotecnia, la definimos como “el arte de escribir, aprender y recordar correcta y elegantemente una palabra, un pensamiento, un poema, una canción, un fragmento, un texto o un libro completo”. Así ejercitaremos con mayor seriedadun mayor porcentaje de la metodología, porque forman parte de la enseñanza y de la evaluación universal de las lenguas clásicas y del conocimiento general. Con la práctica y con el tiempo los alumnos leerán correctamente ambas lenguas con la fonética clásica o restituta.
La clave del avance y del éxito está en el conocimiento, experiencia, talento y didáctica del profesor. Si el profesor domina bien la asignatura y conoce perfectamente a los alumnos, podrá estudiar los ejercicios de este método como si fuera un hipérbaton su contenido, es decir, subiendo y bajando, desde el principio del método hasta el final, del centro hacia los extremos, pues la analogía y la frónesis le permitirán comprender cada vez más el contenido del método y de la lengua. Puesto que los ejercicios del método ecléctico analógico vienen enumerados, el profesor podrá exponer los primeros ejercicios, y después puede continuar integrando algunos ejercicios que vea apropiados al interés y dominio del contenido en el grupo; hasta que el alumno poco a poco pueda leer y comprender un texto de regular tamaño de cada lengua, y sobre todo, un texto que tenga participios, infinitivos, coordinaciones, subordinaciones, hipérbaton y un buen contenido de diversos géneros de la literatura griega y latina.
Sin duda, este método acercará al estudiante de cualquier carrera universitaria o a cualquier persona no universitaria al humanismo auténtico y originario. Así los destinatarios activos de ambas lenguas quedarán más complacidos, y más emocionados al estudiar con gusto y con sabiduría, dos de las lenguas más hermosas de todo el mundo. Me refiero, a aquellas personas que estudian griego y latín por razones académicas, culturales y religiosas, sin exclusión respecto a los destinatarios.
Reiteramos que la hermenéutica analógica es el modelo y el punto de partida de la metodología, porque ha reunido la ciencia y la práctica a través de la semejanza, compatibilidad y diferencia. En el camino puede advertirse un avance mayor entre los alumnos y los profesores, pues el trabajo, además de un método, es un sínodo (σύν y ὁδός), porque caminamos juntos, haciendo equipo y sinergia, al descollar el estudio y la evaluación, lo cual permite conseguir de menos a más el conocimiento y el aprendizaje de las lenguas clásicas.
La analogía o proporcionalidad que es el núcleo del método ecléctico analógico se ve interesante, porque se vuelve un símbolo (σύν y βάλλω) en cada una de sus partes, ya que invita a una reunión interdisciplinaria, singularmente, cuando se estudia el texto parte por parte, analítica y sintéticamente, inductiva y deductivamente a través de la lectura, versión, estructura lógica y sintáctica, vocabulario y recapitulación. Cada una de las piezas que componen el método ecléctico analógico son estudiadas, no como su autor lo ha recomendado en su proyecto originario, sino como lo hemos recomendado con el método ecléctico analógico.
En cada texto la analogía nos ofrece nuevas posibilidades y condiciones de conocimiento y de aprendizaje. Pues siempre hay avances con nuevos elementos, semejantes, compatibles y diferentes con otros textos en la unidad del mismo método. Así pues, al estudiar con orden a partir del primer capítulo se puede apreciar el avance, especialmente en el estudio del verbo, el cual es un proyecto semejante y compatible en todas las metodologías de ambas lenguas. Aquí pueden verse reunidos los elementos de estudio, gracias a la analogía: tipología (morfología), naturaleza (ontología), enunciado (etimología), flexiología (morfología verbal), función, estructura o sintagma (sintaxis), significado (semántica y pragmática) e hipérbaton (estilística). Por eso aquí vemos presente la ciencia, como una γιγαντομαχία περὶ τῆς παιδείας[10], desde Platón, Aristóteles, Tomás de Aquino, Descartes, Kant, Husserl, Heidegger, hasta los nuestros como: Gabriel Méndez Plancarte, Alfonso Reyes, Mauricio Beuchot, José Rubén Sanabria, Justino Cortés, Guillermo Hernández, y muchos más que han aportado elementos a toda la metodología, y que pueden apreciarse en las características del método ecléctico analógico.
En cada pieza como ya se apuntó anteriormente, hay un avance. Algunas ocasiones se apuntó en la oración subordinada circunstancial, subordinada de relativo y participio. Más allá de esto, se acentúa en la oración de infinitivo, esto es, aquella, cuyo segundo verbo está en modo infinitivo. El primero se llama determinante o regente, y el segundo, se llama determinado o regido. Aquí se ve el trabajo de la analogía al juntar la semántica y la sintaxis con los verbos de pensamiento, memoria, lengua, sentido, opinión, costumbre, atrevimiento, y comienzo.
Este trabajo no es muy complicado, pero sí polémico, por la manera en que las escuelas gramaticales lo abordan. Pues unos llaman a esta construcción, oración completiva de infinitivo, otros, oración de acusativo con infinitivo (ACI), y otros más, oración de infinitivo. Pues como sea, sigue siendo un trabajo de morfología, etimología, semántica, sintaxis y estilística.
En efecto, nuestro método, sigue siendo con Jean Paul Sartre, una flecha tendida hacia el infinito y con Antonio Machado: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar” (Viator, non via est, sed tamen ambulando factum iter est). Es por eso, que la Academia de Lenguas Clásicas Fray Alonso de la Veracruz sigue manteniendo éxito en la enseñanza, no sólo de la lengua latina, sino también de las lenguas antiguas y modernas. Pues su proyecto es original: hecho desde la Ciudad de Puebla para el mundo (Ab Angelopoli usque ad mundi orbitam).
3). Características del verbo grecolatino. Modelo y analogía para la comprensión del lenguaje
He llegado a la parte medular de la ponencia, al estudio del verbo, a lo que vengo llamando Taller de análisis y síntesis del verbo grecolatino. Pues forma parte del vocabulario del Método ecléctico analógico en el siguiente orden: tipología, etimología, flexiología, semántica y pragmática. En realidad, el vocabulario se puede ir extrayendo y edificando a partir de cada ejercicio de una forma ordenada según la sabiduría y la didáctica del método y del maestro. Conviene ligarlo a la sintaxis que se halla en los textos, la cual cumple el requisito de la metodología de un buen Manual de griego y de latín, por ello, insisto en los diversos criterios para formar una oración gramatical, desde la morfosintaxis, la naturaleza del verbo, la naturaleza de la conjunción, los signos ortográficos y el modo verbal[11].
Para que el método tenga éxito a través del verbo se puede apreciar a través de dos objetivos. Primero, la obtención de conocimientos desde el punto de vista interdisciplinario: Verbo (tipología), naturaleza (ontología), enunciado verbal (etimología), flexiología (morfología-conjugación), estructural gramatical (sintaxis), significado (semántica y pragmática) e hipérbaton (estilística). Segundo, la utilización práctica de estos conocimientos por medio de textos bilingües. Para eso utilizamos la analogía y con dos elementos constitutivos de ella: semejanza o compatibilidad y diferencia[12].
Como juego didáctico se parte de un texto, lo enumeramos por oraciones, lo dividimos por estructuras y las estructuras por palabras variables e invariables, sin descuidar el horizonte principal: el núcleo de la unidad sintáctica o núcleo de la oración, que trabaja estrechamente con la tipología, la naturaleza verbal, el enunciado, el hipérbaton y el significado. Sin duda, el trabajo más fuerte es el enunciado verbal o la etimología. En latín es importante conocer el infinitivo, el perfecto y el supino de cada uno de los verbos que figuran en el texto; en griego es necesario conocer los cuatro tiempos del enunciado de cada verbo en modo indicativo: presente, futuro, aoristo y perfecto, tal como lo haremos adelante de una forma sinóptica y panorámica.
a). Nociones del verbo grecolatino para comprender la etimología verbal
1). El verbo es una parte variable de la oración que indica hacer algo, o sufrirlo, o ninguna de las dos cosas, tal como lo describe el Gramático de Roma Donato Elio en su Arte Gramatical Mayor[13]. Tiene cinco accidentes gramaticales: persona, número, tiempo, voz y modo. Hay tres personas: la que habla (primera), a la que se le habla (segunda) y de quién se habla (tercera). Hay dos números: singular y plural.
2). En latín hay seis tiempos: los cuales se dividen en dos grupos: simples (presente, pretérito imperfecto y fututo imperfecto) y compuestos (pretérito perfecto, pretérito pluscuamperfecto y futuro perfecto). Los primeros se componen de la raíz de infinitivo presente. Por ejemplo: amare-habere-legere-audire (voz activa). Amari-haberi-legi-audiri (voz pasiva). Los tiempos compuestos toman su radical del pretérito perfecto: amavi-habui-lexi-audivi. Amatum-habitum- lectum -auditum.
3). Hay tres voces: activa, media y pasiva. En la activa, el sujeto realiza la acción del verbo. La voz media se utiliza-reflexiva (me baño) y recíproco (nos besamos). La voz pasiva es cuando el sujeto es paciente, pues la acción es efectuada por un agente; el agente es el que muchas veces permite distinguir un verbo en voz pasiva de otro en voz media, dado que ambas voces tienen desinencias de persona.
4). El modo verbal es uno de los temas más complicados. Es aquella categoría del verbo que, en principio, expresa la actitud del sujeto ante la acción verbal. El modo se divide en personales y nominales. Entre los primeros se encuentran: indicativo, subjuntivo e imperativo. Los modos nominales o impersonales son: infinitivo, participio, gerundivo; gerundio y supino. El infinitivo, el gerundio y el supino se utilizan como sustantivos, por eso son llamados sustantivos verbales. El participio y el gerundivo son adjetivos verbales, y se ajustan a las tres clases de adjetivos. A la hora de trabajar un texto se debe estudiar los siete aspectos del verbo, ya aludidos: tipología, naturaleza, enunciado, flexión, función, significado y estilística; juntamente con los elementos de un verbo conjugado: desinencia, letra temática, sufijo y raíz. La desinencia se usa para conocer los primeros cuatro accidentes gramaticales del verbo: persona, número, voz y modo. La letra temática se toma del presente infinitivo de cada conjugación: amare-habere-legere-audire. El sufijo es la característica propia de cada tiempo. La raíz es el elemento invariable y primitivo de la palabra; éste, es otro de los temas más complicados del latín y del griego, por eso puede hablarse de verbos con una raíz, polirrizos, irregulares, defectivos, anómalos, entre otros.
b). Enunciación del verbo
El trabajo principal que me ocupa en esta disertación consiste en saber enunciar los verbos de ambas lenguas. El latín, como se dijo anteriormente, con el infinitivo, el perfecto y el supino. Un verbo tiene una raíz y dos radicales. La raíz es el elemento básico de la palabra y se construye con el infinitivo presente. El radical se construye a partir de la raíz, más otro elemento. En latín son dos radicales: el de pretérito perfecto y el de supino. Sirva como ejemplo, el siguiente verbo: Agunt. Verbo transitivo e intransitivo. Presente indicativo, voz activa del verbo Ago–agis–agere–egi–actum: llevar, conducir, nacer, cazar, perseguir, empujar, acercar, alejar, encaminar, dirigir, impulsar, hacer salir, terminar, cumplir, meditar, pensar, reflexionar, deliberar, dar, celebrar, abogar, defender. En griego es muy semejante el mismo verbo: ἄγω–ἄξω–ἤγαγον–ἦξα–ἤχθην. Primera raíz ἄγ. Segunda raíz ἀγαγ: llevar, conducir, transportar. Para el caso que estamos resolviendo hay muchas palabras en español que podemos estudiar, por ejemplo: agenda, agente, como agente de educación, agente de pastoral, agente de ventas, agente judicial, agente gramatical, agente de una enfermedad.
c). Selecta de los verbos grecolatinos y etimologías interesantes del español
1). Est. Verbo sustantivo e irregular. Presente indicativo, voz pasiva del verbo sum-es-esse-fui. Carece de supino. Tiene cinco significados: ser, estar, haber, tener, existir. El presente indicativo se conjuga de esta forma: sum-es-est-sumus-estis-sunt. El pretérito imperfecto: eram-eras-erat-eramus-eratis-erant. El futuro imperfecto: ero-eris-erit-erimus-eritis-erunt. El pretérito perfecto: fui-fuisti-fuit-fuimus-fuistis-fuerunt o fuere. Se traduce en las primeras lecciones como verbo sustantivo de estado (está), como verbo sustantivo copulativo (es),como verbo sustantivo impersonal (hay) y como oración sustantiva con sujeto en dativo posesivo (tiene).
Ejemplos: Roma in Italia est. (Roma está en Italia). Cultura animi philosophia est. Cic. Tusc.2, 5,13. (La filosofía es la cultivación del hombre). Est philosophia studium sapientiae. Cic. Off. 2,2, 5. (La filosofía es el estudio a la sabiduría). Est profecto animi medicina philosophia. Cic. Tusc. (La filosofía es la medicina del hombre.
Vocabula nova:
1). Cultura-ae-(f): cultivo, instrucción, cultura, cultivación, formación, erudición, educación, humanismo, humanitas, latinitas, romanitas, paidéia.
2). Animus-i (m): alma, vida, aire, aliento, espíritu, mente, hombre.
3). Studium-i (n): estudio, afición, amor.
4). Medicina-ae (f): medicina, remedio, veneno, curación, alivio. Tiene los mismos significados de la palabra griega φάρμακον–ου–τὸ: medicina, remedio, droga medicinal, brebaje, ungüento, veneno, tintura.
2). Docet. Verbo transitivo, pide dos acusativos: uno de cosa y otro de persona. Presente indicativo, voz activa del verbo Doceo-doces-docere-docui-doctum: enseñar, anunciar, hacer saber, transmitir, instruir. Traducción: enseña. V.g. Magistra Mary saepe Latinam linguam me docet. (La maestra María a menudo me enseña la lengua latina). Del infinitivo Docere se construye el presente participio: Docens-docentis (adjetivo de una terminación para los tres géneros): el que enseña, el docente, el maestro. Del supino Doctum se construye el radical de la palabra doctor: Doctor-doctoris (m): doctor, maestro, el que enseña. Enseña dos cosas. Primero, lo que no aprendió bien cuando era discípulo. Segundo, enseña lo que está transmitiendo a los discípulos, o lo que debe enseñar a sus discípulos, como puede deducirse de la bella sentencia del escritor romano Décimo Junio Juvenal: Maxima puero debetur reverentia. (El más grande respeto se debe al niño). Sátira XIV, 47.
3). Vocat. Verbo transitivo. Presente indicativo, voz activa, del verbo Voco–vocas-vocare-vocavi–vocatum. Este verbo tiene algunos sinónimos, de los cuales figuran dos: appello-appellas-appellare-appellavi-appellatum. Nomino-nominas-nominare-nominavi-nominatum. Como verbo apelativo activo pide dos acusativos: uno es predicado verbal y otro es predicativo del predicado verbal; como verbo apelativo pasivo pide predicado nominal referido al sujeto. Los significados más comunes son: llamar para hacer venir, convocar, provocar, desafiar, invocar, pedir, atraer, llevar, concitar, convidar, nombrar, denominar, atraer, exhortar, invitar, llamar Traducción: llama. V.g. Magistra ad scholam discipulas vocat. (La maestra llama a sus discípulas a la escuela).
Del supino Vocatum se construyen las palabras: vocación y vocativo entre algunas palabras cultas del español. Vocatio-vocationis (f): vocación, llamado. Vocativus-vocativi (m): Vocativo.
Observaciones
1). La vocación es una de las cinco virtudes que debe tener un excelente docente: conocimiento, experiencia, talento, vocación y amor.La vocación es un modo de ser del hombre, se perfecciona cuando el maestro se vuelve un vocativo, y así llama, convoca, congrega, reúne, invoca, convida, atrae, concita, invita y exhorta. Su actitud se vuelve una búsqueda y una posesión de la verdad porque es un llamado del Ser-Dios, implica una dialéctica de insatisfacción y de frustración que nada puede saciar. Esta frustración, es ansia por el Ser e imposibilidad de su conocimiento inmediato y presencial, causa el dramatismo de la vida misma. Su llamado no es como cualquier otro llamado, porque está impulsado por el Fundamento, el que lo llama insistentemente en su interior. Con razón san Agustín, el filósofo de la interioridad, dejó marcada la vida del hombre con su hermosa sentencia: “No vayas afuera, regresa hacia ti mismo, porque en el interior del hombre habita la verdad”.[14]
2). El vocativo es el caso que sirve para construir el sujeto apelativo, el complemento invocativo o como lo llaman las lenguas modernas, simplemente “vocativo”. Su origen es el supino del verbo voco-vocas-vocare-vocavi-vocatum: llamar, invocar, hablar en voz alta, invitar, convidar. Su correspondiente en griego es el verboκαλέω–καλέσω (καλῶ)-ἐκάλεσα–κέκληκα-ἐκλήθη: llamar, invocar, gritar, invocar, denominar, convidar, considerar, invitar. Sus raíces son καλ y κλη: La palabra vocativo en griego se dice κλητική.Así que comparten los mismos significados los verbos vocare y καλέω[15]. La palabra vocativo en griego se dice κλητική y en latín se dice vocativus.
4). Studet. Verbo intransitivo, pide ablativo y genitivo. Presente indicativo, voz activa del verbo Studeo-studes-studere-studui sin supino:estudiar, aprender, ocuparse en, ocuparse a, entregarse a, trabajar por, tratar de, esforzarse en, dedicarse a, trabajar para. Traducción: estudia. V.g. Lingua Latina per Lineam studeo tecum, o magistra! (Maestra, estudio la lengua latina en línea contigo). Lingua Latina studeo sequenti modo: Legendo, audiendo, dicendo aut loquendo, ludendo, canendo, numerando atque repetendo. (Estudio la lengua latina del modo siguiente: leyendo, oyendo, diciendo o hablando, jugando, cantando, contando y repitiendo).
Observaciones
1). Studium-i (n): estudio, afición, amor. De esta palabra se construye la palabra española Estudio, palabra con diversas acepciones. a). Virtud donde se pone el entendimiento, aplicándose a conocer alguna cosa, y en especial, el trabajo empleado en aprender y cultivar una ciencia o arte. b). Obra en que una obra estudia y dilucida una cuestión. c). Apartamento, en general, no muy grande, utilizado como lugar para estudiar, y algunas veces como vivienda. d). Despacho, pieza o local donde trabaja una persona de profesión intelectual o artística. La palabra latina Studium muchas veces equivale a las palabras: Aula–ae (f), Schola-ae (f), Otium-i (n), Ludus-i (m): salón, aula, escuela, lección, clase, recreo, pasa tiempo, diversión. Igualmente equivale a la palabra inglesa Hobby[16].
2). El verbo Studet muchas veces equivale a los verbos: discit, scit, sequitur, tractat y Speculatur, por ejemplo, en el siguiente texto: Definitio nominalis philosophiae. Philosophia, nomen formatum ex φιλεῖν et σοφία, idem est ac amor seu studium sapientiae. Unde nominaliter definitur: scientia quae studet sapientiae. Sapientia autem, apud veteres duo praesertim significabat: contemplationem veritatis et studium bonae vitae seu prosecutionem verae beatitudis; quae diversitas adhuc hodie permanent apud philosophos modernos. (Definición nominal de la filosofía. La filosofía está formada del verbo griego φιλεῖν (amar)y el sustantivoσοφία, es decir, amor o estudio a la sabiduría. De donde nominalmente la filosofía se define: La ciencia que estudia la sabiduría. Pero la sabiduría con los filósofos antiguos significaba esencialmente dos cosas: la contemplación de la verdad o el estudio de la vida buena o la búsqueda verdadera de la felicidad, cuya diversidad todavía hoy permanece entre los filósofos modernos[17].
5). Amat. Verbo transitivo. Presente indicativo, voz activa del verbo Amo–amas–amare–amavi–amatum: amar (en sentido general), querer bien, tener cariño, tener afecto, estar enamorado, extrañar, estar contento, amar, sentir afición, entregarse, complacerse en. Traducción: ama. Verbi gratia: Ancilla dominam amat. (La esclava ama a su señora). Si sapientia Deus est, verus philosophus est amator Dei. (Si Dios es sabiduría, por lo tanto un verdadero filósofo es un enamorado de Dios). S. Aug. De Civitate Dei. Libro VIII. Cap. 1. BAC. Comparto dos de los verbos correspondientes en lengua griega: ἀγαπάω-ἀγαπήσω-ἠγάπησα–ἠγάπηκα–ἠγαπήθην: amar. στέργω–στέρξω–ἔστερξα–ἔστοργα perfecto segundo-ἐστέρθην: amar, anhelar, desear (del entendimiento), querer tiernamente, querer con afecto filial, fraternal o conyugal. φιλέω–φιλήσω–ἐφίλησα–πεφίληκα–ἐφιλήθην: amar como amigo, amar con afecto de amistad, amar, querer con amor puro.
Observaciones
1). Del supino Amatum se extrajo el adjetivo de tercera clase Amator-amatoris: amador, amante, enamorado. Igualmente, el nombre propio Amador. El amor es la más honda certeza existencial, ontológica y fenomenológica que habita en la interioridad humana. Es la esencia del hombre, su sentido originario y la vocación específica, por la cual todas las actividades del hombre adquieren mayor sentido, presencia y significación. Después de una larga meditación sobre el hombre mismo, la naturaleza y Dios, los grandes hombres han concluido que el amor es el más grande peso existencial. San Agustín en su época de madurez exclamaba: “me tocaste y ardí en tu paz” (tetigisti me, et exarsi in pacem tuam. Conf. X, 27). Todo lo que digo en esta disertación no se opone a aquello que expresaba con tanta pasión y profundidad filosófica el doctor José Rubén Sanabria, citando a Emmanuel Mounier: “El acto de amor es la más honda certeza del hombre, el cogito existencial irrefutable, yo amo, luego el Ser existe y la vida vale la pena de ser vivida”[18].
2). Del adjetivo o presente participio surge Amans-amantis: amante, enamorado, apasionado. Del gerundivo o adjetivo de tres terminaciones Amandus-a-um: que debe ser amado, digno de ser amado. Igualmente el nombre propio Amando.
3). Del verbo ἀγαπάω se compone la palabra ἀγάπη: amor y caridad. Se usa como centro del mensaje del cristianismo y uno de los principios del kerigma, con la διακονία: servicio, función, oficio, cumplimiento del deber, ministerio, socorro, auxilio; frente al ἔρως y a la φιλία, es decir, amor, pasión, alegría; amistad, cariño, afecto y ternura. En dado caso se trata de la parte inicial del ἀγάπη. San Pablo es magistral en este punto porque a través del amor le da plenitud a todos los estratos del ser humano, incluso le da plenitud a todos los valores. Véase 1ª Cor. 13, 1-13.
6). Discit. Verbo transitivo. Presente indicativo, voz activa, del verbo Disco-discis-discere-didici-discitum: estudiar, saber, conocer, aprender, instruirse en. Traducción: estudia. V.g. Grammatica integra de dictione, pronuntiatione et accentu (orthologia); derivatione et compositione (etymologia); formatione et flexione dictionum (morfologia); et vocabulorum combinatione circa sententiam completam et usu orationum inter se atque constructione periodi grammaticalis (syntaxis) elementa essentialia discit. La gramática estudia los elementos fundamentales de la palabra, pronunciación y acento (ortología); derivación y composición (etimología); formación y flexión de las palabras (morfología); combinación de las palabras en una oración completa y de la relación de las oraciones entre sí, y de la construcción de un periodo gramatical (sintaxis).
Observaciones
1). Del infinitivo discere se construyeron las palabras cultas Discípulo y Disciplina. Discípulo viene del verbo discere y del pronombre indeterminado Ullus-a-um: alguno. La letra P es un infijo o una letra unitiva que sirve para completar la palabra. Etimológicamente la palabra discípulo significa: alguien que su oficio es estudiar, aprender o saber. Son sus sinónimos los términos: Alumnus-i (m): alumno, discípulo, estudiante. Derivado del verbo transitivo Alo-alis-alere-alui-altum (alitum): alimentar, nutrir, crecer, volar. Por deducción: el que se alimenta, el que se nutre, el que crece. Sinónimo de la palabra Studens-studentis (m y f): estudiante. Las palabras (Discipulus y μαθητής–οῦ–ὁ: discípulo, alumno, estudiante, estudioso) tienen correspondencia en significados. Igualmente, los verbos Discere y μανθάνω–μαθήσομαι-ἔμαθον–μεμάθηκα: aprender, llegar a saber, acostumbrarse a, conocer, llegar a conocer, comprender, entender, informarse, preguntar, inquirir. Primera raíz μανθάν. Segunda raízμαθ. De la segunda raíz se compuso la palabra μαθητής–οῦ–ὁ: discípulo, alumno, estudiante, estudioso; es decir, la persona que su oficio es aprender o estudiar.
2). Las palabras discípulo, escuela, humanismo y sabiduría tienen una relación muy estrecha. Se trata del humanismo como erudición, es decir, es la sabiduría o el conocimiento de la escuela que viene a profundizar mayormente a la filantropía. Es el estudio, la sophía, la sapientia y la ciencia. En la tradición y en la memoria histórica es la paidéia, el helenismo, la humanitas, la cultura y el humanismo. Y se encuentra esparcida en diversas vertientes concretas. Tres de ellas son un paradigma, por eso insisto que el humanismo clásico, cristiano y mexicano, tiene contenido, raíz, tradición y trascendencia. Es filantropía, erudición, virtud y, sobre todo, el humanismo como erudición tiene el privilegio de acudir a la formación de las lenguas clásicas, de las lenguas modernas, de las lenguas originarias y de la filosofía con toda la sabiduría que ella contiene. En efecto, puede hacerse un humanismo integral, como ya lo había advertido Jacques Maritain en su Humanismo integral (Ediciones Carlos Lohle, Buenos Aires, 1966, 234 pp.), porque reintegra la actividad humana a la actividad intelectual, y la filantropía deja de ser un simple altruismo o un amor al hombre abstracto y empobrecido. El estudio le da mayor reflexión y entonces el humanismo se vuelve una praxis y una teoría recíproca.
De una manera sucinta se trata del humanismo que se adquiere en la escuela (la segunda escuela) con su propia jerarquía de valores, clara y distintita a la jerarquía de la casa, donde se aprende a leer y a escribir. Se estudia matemáticas, español, música, ciencias, humanidades, ciencias sociales, educación cívica y ética, lenguas clásicas, originarias y lenguas modernas. Si se puede se estudian los valores como el antiquísimo trivium y quadrivium de la tradición histórica desde Atenas hasta el inicio del siglo XX, donde se reviven los principios del humanismo histórico: el amor a la patria, el amor a Dios y el amor al hombre. De este modo, se refuerzan los valores que los padres de familia nos han transmitido de generación en generación. Aquí es aleccionador el escritor romano Aulo Gelio cuando explica el paso de la φιλανθρωπία a la παιδεία y a la humanitas (Noches Áticas, Aulo Gelio, XIII, 17, 1-3.
El filósofo mexicano Mauricio Beuchot con su ejemplo y su aportación nos obsequia un fragmento que puede embellecer y esclarecer esta parte del humanismo: “El humanismo vuelve cada vez más fuerte. A pesar de las críticas de Heidegger en su Carta sobre el humanismo, discípulos suyos, como Ernesto Grassi, se han opuesto al maestro. Se ve la necesidad de un nuevo humanismo. Desde mi perspectiva filosófica, tiene que ser un humanismo analógico, que no vaya contra la ciencia-técnica, pero que rescate los valores más altos del ser humano, que es lo que ahora nos hace tanta falta” [19].
7). Dedit. Verbo transitivo. Pretérito perfecto indicativo, voz activa del verbo Do-das-dare-dedi-datum: dar (algo), ofrecer, conceder, ceder, otorgar, admitir, permitir, entregar, perdonar, causar, procurar, producir, confiar, entregar, remitir, presentar, suministrar, expirar, exponer, poner fin. Del supino de este verbo se compuso la palabra dativo, cuyo nombre es el caso que se utiliza para construir el complemento indirecto de la oración, y se define como: estructura, función o sintagma que recibe el daño o el provecho de la acción verbal. El verbo δίδωμι–δώσω–ἔδωκα–δέδωκα (δέδωμαι)-ἐδόθην. Tiene los mismos significados que el verbo Dare: dar, donar, procurar, entregar, presentar, conceder, procurar, transmitir, enseñar, permitir, otorgar, perdonar, ordenar, prestar. Traducción: dio. V.g. Nil sine magno vita labore dedit mortalibus. (Sin un gran esfuerzo la vida nada ha dado a los mortales). Hor. Sat. 1, 9, 59-60.
Observaciones
1). Del supino Datum se compuso la palabra dativo, que es el nombre del caso gramatical, que sirve para construir el objeto o complemento indirecto de la oración. Por definición es: La estructura, función o sintagma que recibe el daño o el provecho de la acción verbal. Su raíz ha sido tomada del supino del verbo latino do-das-dare-dedi-datum: dar, entregar, conceder, obsequiar. En griego se dice dativo δοτική. Su composición es el tema δο, del verbo δίδωμι–δώσω–ἔδωκα–δέδωκα (δέδομαι) ἐδόθην: dar donar, procurar, entregar, presentar, conceder, transmitir, enseñar, abandonar, permitir, otorgar, perdonar, ordenar, prestar.
2). Al término Dativo le he dado una interpretación especial al ser la virtud más importante del maestro en el humanismo cristiano. Así, pues, el maestro es un dativo, porque pone como centro de la educación al alumno. Es lo que Décimo Junio Juvenal decía: “maxima puero debetur reverentia”,[20] la mayor reverencia se debe al niño, es decir, a la persona que se está educando. Pues ella recibe el provecho de la acción del sujeto. Por un lado, el maestro al recuperar a Occidente es un maestro que debe saber más que los alumnos, y lo da a sus discípulos con disposición y sabiduría. Pero, por otro lado, con su espíritu de humanista cristiano lo enseña con alegría, como aquello que san Pablo había apuntado: “siempre les he mostrado que es así como se debe trabajar para poder socorrer a los débiles, recordando las palabras de Jesús, el Señor, que dijo: hay más alegría en dar que en recibir”.[21]
8). Agunt. Verbo transitivo e intransitivo. Presente indicativo, voz activa del verbo Ago–agis–agere–egi–actum: llevar, conducir, nacer, cazar, perseguir, empujar, acercar, alejar, encaminar, dirigir, impulsar, hacer salir, terminar, cumplir, meditar, pensar, reflexionar, deliberar, dar, celebrar, abogar, defender. Traducción: hacen. V.g. Quid agunt pueri in peristylo? Quid agunt studentes in ea Academia? Lingua Latina magno cum gaudio student. (¿Qué hacen los niños en el peristilo? ¿Qué hacen los estudiantes en esta academia? Estudian la lengua latina con mucha alegría.
Observaciones
1). El infinitivo Agere es compatible con el verbo griego ἄγω–ἄξω–ἤγαγον–ἦξα–ἤχθην. Primera raíz ἄγ. Segunda raíz ἀγαγ: llevar, conducir, transportar. Del infinitivo presente se construye el participio presente, como ya lo hemos advertido. De Agens-agentis: agente. De donde se usan distintas acepciones: agente de ventas, agente judicial, agente gramatical, agente de educación y agente de pastoral. A este último, le doy una explicación especial: el agente de pastoral es el docente y el catequista que lleva consigo el mensaje evangélico, mejor aún, lleva el Kerigma a todas las partes del mundo, tal como lo refiere el evangelista san Mateo 28,18-20: “Vayan pues y hagan discípulos a todos los pueblos; enséñenles a guardar todo cuánto yo les he enseñado”. En dos enunciados explicamos la noción Agente de pastoral: El docente enseña para toda la vida. El catequista enseña para toda la eternidad. Para llevar a cabo esta imperiosa tarea, necesita una agenda y llevar consigo una buena organización o planeación de su proyecto pastoral.
2). Del mismo infinitivo presente Agere se construyó el gerundivo Agendus-a-um. En nominativo plural neutro Agendi-ae-a: las cosas que deben hacerse, las cosas que valen la pena ser hechas, las cosas que se han de hacer. O sea, el libro o cuaderno en que se apuntan las cosas para no olvidarlas.
9). Auxerat. Verbo transitivo. Pretérito pluscuamperfecto, indicativo, voz activa del verbo Augeo–auges–augere–auxi–auctum: crecer, aumentar, fortalecer, elevar, agrandar. Este verbo tiene semejanza con el verbo griego αὐξάνω–αὐξήσω–ηὔξησα–ηὔξηκα–ηὐξήθην: aumentar, agrandar, crecer. Traducción: Había aumentado. V.g. Quod pater his verbis odium Hannibalis auxerat, ille dextera aram tetigit et iuravit: “Di immortales, hoc vobis iuro: Numquam in amicitia ero cum Romanis; ii mihi semper odio erunt.” (Puesto que el padre había aumentado el odio de Aníbal con estas palabras, aquél tocó el altar con la mano derecha y juró: oh dioses inmortales, juro a ustedes, que nunca estaré en amistad con los romanos). Iuramentum pueri. Campus neu. Gesamtkurs Latein. Herausgegeben von Clement Utz und Andrea Kammerer et alt. Ausgabe C Band 2. C.C. Buchner Verlag, Bamberg, 2019, p. 33.
Observaciones
1). El verbo Augere significa aumentar, de donde se habla del punto más alto de una cosa, época o periodo. Es el momento de mayor elevación o intensidad de una cosa. Es el auge de una vida, actividad o cosa. Del perfecto Auxi, se construyó la palabra latina Auxilium-i (n): auxilio, ayuda, socorro, o sea, la persona que ayuda. En el ámbito de la educación se usa la palabra auxiliar, es decir, al profesor encargado de ayudar a su maestro.
2). El supino Auctum dio origen a las palabras españolas Autor y Autoridad. De Auctor-auctoris (m): autor, inventor, que aumenta, que hace crecer, escritor, testigo, fundador. Auctoritas-auctoritatis (f): autoridad, crédito, estimación, aprecio, reputación, poder, jurisdicción, texto, sentencia, dicho, valor. La palabra autoridad se usa en muchas disciplinas, por ejemplo, en filosofía política, ética, teología moral, y podemos definirla del siguiente modo: “potestad moral, política, económica, cultural y religiosa que hace con sus acciones contribuir al bien común”. Un tiempo la autoridad se concibió como un poder divino de regir a los súbditos e imponerles la propia voluntad (del regente). En la actualidad la autoridad se concibe como un servicio a la humanidad, lo cual significa la obligación de los gobernantes de buscar como fin esencial el bien común de las personas y de los ciudadanos en general. Más detalles, véase Diccionario de términos filosóficos de Héctor Rogel[22].
10). Cepit. Verbotransitivo y mixto. Perfecto indicativo, voz activa, del verbo Capio-capis-capere-cepi-captum: Tomar, coger, hacer prisioneros, apoderarse de, apresar, atraerse, ganar, cautivar, escoger, contener, recoger, admitir, comprender, llegar, arribar, sacar, percibir. Su correspondiente en griego se enuncia λαμβάνω-λήμψομαι–ἔλαβον–εἴληφα–εἴλημμαι–ἐλήμφθην: tomar, coger, apoderarse de, llevarse, apoderarse, capturar, atrapar. Primera raíz: λαμβάν. Segunda raíz: λαβ y ληβ. Traducción: atrapó. V.g. Graecia capta ferum victorem cepit et artes intulit agresti Latio. Quinto Horacio Flaco. Ep. 2, 1, 156 ss. (Grecia capturada atrapó a su rudo conquistador e introdujo las artes en el Lacio salvaje).
Observaciones
1). Este texto es de las Epístolas de Quinto Horacio Flaco. Poeta satírico de la época de Octavio César Augusto, nacido el 8 de diciembre del año 65 a. C; hijo de un liberto, heredero de un pequeño campo. Pronto llevó una vida moderna debido al trabajo del paso de los años. Desde los 12 años se dedicó a las artes en Roma. Estudió en la escuela de patricios en la academia de retórica de Orbio Pupilio, quien lo obligó a leer la Iliada de Livio Andrónico. A los veinte años su padre lo envió a Atenas a mejorar sus estudios sobre Grecia y griego clásico, allí estudió la filosofía estoica. Al morir su padre y verse involucrado en los asuntos del asesinato de César, por estar cerca de la gente de Pompeyo, fue desposeído de sus bienes hereditarios. A partir de allí deja el estoicismo y se acerca al epicureísmo. Luego se vio obligado a trabajar y descubre su talento para la poesía. Su interés fue por la poesía lírica, lo cual lo hace ser uno de los poetas patrióticos, de la talla de Virgilio y Ovidio. Su poesía es una filosofía práctica, que no obliga, sino sugiere.
Sus primeros escritos son Los Épodos, la mayoría son textos satíricos y de gran variedad temática. Tuvo buena amistad con Virgilio, quien le presentó a Cayo Mecenas, el adinerado, amigo de Augusto. Mecenas le regaló la famosa Villa de la Sabina. Sus libros de madurez son las Sátiras y las Epístolas, publicados en los años 20 y 13, ya de la época de Augusto. Su mayor obra es Ad Pisones, más conocida como Arte Poética. Alcanzó los 476 hexámetros. No obstante, Horacio alcanzó la inmortalidad gracias a sus Odas, lo que los mismos latinos llamaron- Carmen– versos para ser cantados.
El texto que hemos traducido es de sus Epístolas 2, 1,156. Es un encomio a Grecia y un reconocimiento a Roma, lo cual fue gustado al emperador Octavio César Augusto. Es el corazón de la humanitas, como asimilación de la παιδεία. A partir de entonces cambia la visión de Roma, al ser una cultura grecorromana. Hay un artículo muy interesante al respecto que sugerimos leerlo: Grecia conquistadora y conquistada, Salvador Díaz, en Nova Tellus, Números 9-10, Instituto de Investigaciones Filológicas, UNAM, México, 1991-1992, pp. 261-270.
2). El texto griego, donde figura el verbo λαμβάνω y algunos de sus compuestos es en el prólogo del evangelio de san Juan. Jn. 1, 11-14. He aquí el texto bilingüe. 11. εἰς τὰ ἴδια ἦλθεν, καὶ οἱ ἴδιοι αὐτὸν οὐ παρέλαβον, 12. ὅσοι δὲ ἔλαβον αὐτόν, ἔδωκεν αὐτοῖς ἐξουσίαν τέκνα Θεοῦ γενέσθαι, τοῖς πιστεύουσιν εἰς τὸ ὄνομα αὐτοῦ, 13. οἳ οὐκ ἐξ αἱμάτων οὐδὲ ἐκ θελήματος σαρκὸς οὐδὲ ἐκ θελήματος ἀνδρὸς ἀλλ’ ἐκ Θεοῦ ἐγεννήθησαν. 14. Καὶ ὁ Λόγος σὰρξ ἐγένετο καὶ ἐσκήνωσεν ἐν ἡμῖν, καὶ ἐθεασάμεθα τὴν δόξαν αὐτοῦ, δόξαν ὡς μονογενοῦς παρὰ Πατρός, πλήρης χάριτος καὶ ἀληθείας. (Vino a los suyos y los suyos no la recibieron. Y cuántos lo recibieron, les dio el poder de llegar a ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre, los cuales no han nacido de la sangre, ni del deseo de la carne, ni de la voluntad de varón, sino de la voluntad de Dios. Y la palabra se hizo hombre y puso su morada entre nosotros, y nosotros hemos visto su gloria, la gloria, como del unigénito del Padre, llena de gracia y de verdad).
3). Noticia sobre el autor del Evangelio de San Juan[23].
San Juan era natural de Betsaida de Galilea, fue hermano de Santiago el mayor, hijos ambos de Zebedeo y de Salomé, hermana de María, madre de Jesús. Siendo primeramente discípulo de San Juan Bautista y buscando el reino de Dios, siguió después a Jesús y llegó a ser pronto su discípulo predilecto. Desde la cruz, el Señor le confió a su madre de la cual Juan, en adelante, cuidó como de la propia. Juan era aquel discípulo, al cual Jesús amaba, y que en la última Cena estaba recostado sobre el pecho de Jesús (Jn. 13, 23). Después de la resurrección se quedó Juan en Jerusalén como una de las columnas de la Iglesia (Gál. 2, 29) y más tarde se trasladó a Éfeso del Asia Menor. Desterrado por el emperador Domiciano (85-95) a la isla de Patmos, escribió allí el Apocalipsis. A la muerte del tirano pudo regresar a Éfeso, ignorándose la fecha y todo detalle de su muerte (Juan 21, 23).
Además del Apocalipsis y tres Epístolas, compuso a fines del primer siglo, es decir, unos 30 años después de los Sinópticos y de la caída del Templo, este Evangelio, que tiene por objeto robustecer la fe en la mesianidad y divinidad de Jesucristo, a la par que sirve para completar los Evangelios anteriores, principalmente desde el punto de vista espiritual, pues ha sido llamado el Evangelista del amor. Su lenguaje es de lo más alto que nos ha legado la Escritura Sagrada, como ya lo muestra el prólogo, el cual, por la sublimidad sobrenatural de su asunto, no tiene semejanza en la literatura de la humanidad.
En efecto, Juan es llamado el águila entre los evangelistas, por la sublimidad de sus escritos, donde Dios nos revela los más altos misterios de lo sobrenatural. En los dos primeros versos el águila gira en torno a la eternidad del Hijo (Verbo) en Dios. En el principio: Antes de la creación de toda eternidad, era ya el Verbo y estaba con su Padre (14, 10 y ss), siendo Dios como Él, es el Hijo Unigénito, igual al Padre consustancial al Padre, coeterno con El omnipotente, omnisciente, infinitamente bueno, misericordioso, santo y justo como lo es el Padre, quien todo lo creó por medio de Él.
11). Feci. Verbo transitivo. Perfecto indicativo, voz activa del verbo Facio-facis-facere-feci-factum: hacer, construir, edificar, inventar, realizar. Traducción: haz. V. g. Feci quod potui meliora potentes faciant. (Hice lo que pude, quienes puedan que hagan cosas mejores). Su correspondiente en la lengua griega es el verbo ποιέω (ποιῶ)-ποιήσω–ἐποίησα–πεποίηκα: hacer, fabricar, ejecutar, edificar, construir, crear, inventar, imaginar, componer. Comparto un texto en griego y español, donde aparece el verbo ποιέω. La creación divina. Septuaginta. Gn. 1, 1-5.
Ἐν ἀρχῇ ἐποίησεν ὁ θεὸς τὸν οὐρανὸν καὶ τὴν γῆν. Ἡ δὲ γῆ ἦν ἀόρατος καὶ ἀκατασκεύαστος καὶ σκότος ἐπάνω τῆς ἀβύσσου, καὶ πνεῦμα θεοῦ ἐπεφέρετο ἐπάνω τοῦ ὕδατος. Kαὶ εἶπεν ὁ θεός γενηθήτω φῶς. Καὶ ἐγένετο φῶς. Kαὶ εἶδεν ὁ θεὸς τὸ φῶς ὅτι καλόν καὶ διεχώρισεν ὁ θεὸς ἀνὰ μέσον τοῦ φωτὸς καὶ ἀνὰ μέσον τοῦ σκότους. Kαὶ ἐκάλεσεν ὁ θεὸς τὸ φῶς ἡμέραν καὶ τὸ σκότος ἐκάλεσεν νύκτα καὶ ἐγένετο ἑσπέρα καὶ ἐγένετο πρωί, ἡμέρα μία. En el principio Dios creó el cielo y la tierra. La tierra era confusión y caos, y había oscuridad por encima del abismo, y el espíritu de Dios aleteaba por encima de las aguas. Y dijo Dios: que se haga la luz. Y se hizo la luz. Luego Dios vio que la luz era hermosa. Después Dios separó la luz de la oscuridad. Y a la luz la llamó día y a la oscuridad la llamó noche. Y atardeció y amaneció: el día primero.
Observaciones
1). Del supino Factum se componen varias palabras en español: Facsílmil, factible, factor, factura. La palabra Facsílmil toma su raíz del infinitivo presente Facere y del adjetivo de dos terminaciones Similis-e: semejante, parecido, igual. Se trata de una obra, cuya imitación es casi perfecta, a través de dibujos, textos, fotografías e imágenes.
2). Del verbo ποιέω se componen varias etimologías: poesía, poética, poetisa, poeta, onomotopeya. De ὄνομα–ὀνόματος–τò: nombre. Figura retórica que consiste en la composición de nombres, imitando los sonidos de la naturaleza.
12). Refert. Verbo transitivo. Presente indicativo, voz activa del verbo compuesto del prefijo latino Re: nuevamente, de nuevo y el verbo Ferre, cuyo enunciado es Refero-refers-referre-rettuli-relatum: llevar, referir, citar, mencionar, registrar. Traducción: refiere. V. g. Antiqua historia refert parvulum proximum nasci dixit Deo. (Una antigua historia refiere que un niño próximo a nacer dijo a Dios). Su correspondiente en griego es el verbo φέρω–οἴσω (οἴσομαι)-ἤνεγκα (aoristo segundo) (ἤνεγκον)-ἐνήνοχα (ἐνήνεγμαι)-ἐνέχθην: llevar, proporcionar, dar.
Observación
De los infinitivos Ferre y φέρω se pueden construir palabras nuevas en español, por ejemplo: feria, periferia, referencia, féretro, circunferencia, semáforo. Del supino Latum se construyen las palabras: relato, relación, superlativo y relativo. El término relativo es del ámbito filosófico y se usa en varios sentidos con alguno de los significados del verbo ferre: llevar, transportar, cargar, mostrar, manifestar, presentar, ofrecer, avanzar, portar, arrebatar, robar, devastar, destruir, sufrir, reportar, recibir. En filosofía el relativismo sostiene que no hay verdades absolutas y universales, sino que toda verdad es momentánea, cambiante y relativa. Te lleva de un lugar a otro, de una situación a otra. No obstante, la mejor manera de frenar el relativismo es haciéndolo relativo, porque un relativismo relativo se acerca más a la proporcionalidad.
d). Enunciado de algunos verbos en griego y latín con palabras derivadas
1). Pereat. Verbo intransitivo y mixto. Presente subjuntivo, voz activa, del verbo pereo-peris-perire-perii (perivi)-peritum: perecer, morir, ir mal a alguien, pasar a través de, consumirse, perderse, desaparecer. Traducción: que le vaya mal.
2). Accusat. Verbo transitivo. Presente indicativo, voz activa del verbo Accuso–accusas–accusare–accusavi–accusatum: acusar en general, provocar explicaciones, incriminar, vituperar, quejarse de, delatar, denunciar. Su correspondiente en griego es el verbo αἰτιάμαι: considerar como causa, considerar como autor de, hacer responsable, acusar, inculpar, increpar. Traducción: acusa. Del supino accusatum se construyó el nombre del caso accusativus, cuyo correspondiente en griego es αἰτιατική. Este caso sirve para construir el predicado verbal, también llamado, objeto directo y complemento directo.
3). Vincere. Verbo transitivo e intransitivo. Presente infinitivo, voz activa del verbo Vinco-vincis-vincere-vici-victum: vencer, salir vencedor, salir victorioso, vencer a, ser superior, triunfar de, sobrepasar, sobrepasar, superar, forzar, vencer, doblegar, convencer, probar, demostrar, tener éxito, lograr sus propósitos. Traducción: triunfar.
4). Traducunt. Verbo transitivo, compuesto de la preposición trans: del otro lado y el verbo ducere. Presente indicativo, voz activa del verbo Traduco-traducis-traducere-traduxi-traductum: hacer pasar, transportar, conducir, trasladar, transcurrir, pasar, correr. Traducción: pasan.
5). Coegit. Verbo transitivo. Pretérito perfecto indicativo, voz activa, del verbo cogo-cogis-cogere-coegi-coactum: reunir, recoger, juntar, convocar- Traducción: reunió
6). Miscemus. Verbo transitivo. Presente indicativo, voz activa, del verbo Misceo-misces-miscere-miscui-mistum (mixtum): mezclar, preparar, turbar, transformar, acumular. Traducción: mezclamos.
7). Ruit. Verbo intransitivo y de movimiento. Pretérito perfecto indicativo, voz activa, del verbo: ruo-ruis-ruere-rui-rutum: caer, precipitar, arrojarse, agitar, bajar, lanzarse. Traducción: se lanzó.
8). Ortus est. Verbo intransitivo y deponente activo. Adjetivo sustantivado de primera clase. Perfecto participio, voz pasiva del verbo deponente Orior-oreris-oriri-ortus sum: nacer, aparecer, salir. Traducción: la salida.
9). Declinatur. Verbo transitivo e intransitivo. Presente indicativo, voz pasiva del verbo Declino-declinas-declinare-declinavi-declinatum: declinar, apartarse, desviarse, alejarse, evitar, soslayar. Se usa como sinónimo de cado-cadis-cadere-cecidi-casum: caer, descender, morir. Traducción: se declina.
10). Indiget. Verbo intransitivo con ablativo. Presente indicativo, voz activa, del verbo Indigeo-indiges-indigere-indigui. Sin supino: carecer de (ablativo), estar necesitado de, echar de menos. Del infinitivo indigere formamos el presente participio indigens-indigentis: careciendo, que carece. Traducción: carece de. De aquí se compone la palabra indigente, esto es, la persona que carece de lo necesario, que carece de los medios para pasar la vida. Generalmente el indigente vive en la calle. Por eso lo llaman: pobre o menesteroso.
11). λύω–λύσω-ἔλυσα (ἐλύμην aoristo segundo medio)-λέλυκα: liberar, desatar, deshacer, destruir, divertirse. Este verbo está emparentado con el verbo latino Ludo-ludis-ludere-lusi-lusum: jugar, cantar, tocar, divertirse, estudiar, ejercitar, pasar el tiempo. De allí se compone el sustantivo Ludus-i (m): escuela, juego, tiempo libre. A propósito de término ludus, conviene presentar una historia sinóptica sobre la escuela. En Grecia había escuelas en cada ciudad, las principales estaban en Atenas. Según el criterio de los atenienses en tiempos de Sócrates y de Pericles tres propositos debía tener todo ateniense: la prosperidad de su hogar, la castidad de su hija y la educación de su hijo. La escolarización comenzaba con un profesor llamado grammatístes, quien enseñaba a los niños matemáticas básicas, lo que probablemente significaba poco más que aprender a contar con un ábaco, con los dedos o con guijarros. El grammatístes también enseñaba a leer, y sobre todo, a escribir, así como a recitar de memoria pasajes de los poemas épicos de la Ilíada y de la Odisea. La importancia cultural de estas dos obras maestras de Homero, llenas de historias apasionantes y de héroes modélicos, también quedaba reflejada en las lecciones de un segundo curso, cuyo profesor era el kitharístes, o tocador de la lira. Este maestro enseñaba a los niños a cantar y a tocar música haciendo uso de la poesía de Homero, que se cantaba acompañada de la lira. Se creía, que entrenando la mente a través de la literatura y la música, el alma del joven sufría una mejora y este se convertía en un recto ciudadano. De la educación física se encargaba un tercer profesor, el paidotríbes, quien desarrollaba cuerpos fuertes y saludables. Al final de la educación formal, las tres disciplinas habían logrado transformar al joven en un kaloskagathós, literalmente, un hombre bello y bueno, el tipo de caballero del que Atenas podía enorgullecerse. La escuela era privada, no obligatoria y habría que pagar al maestro. La educación básica la componían el grammatístes, el kitharístes y el paidotríbes como se dijo arriba. El padre de familia tenía un pedagogo, cuya función era acompañar al muchacho a la escuela, generalmente era un esclavo, quien debía ayudar al muchacho en las tareas y en la memorización, a veces iba a la escuela para prepararse. Las demás escuelas eran de nivel superior. Había escuelas de leyes, medicina, retórica, filosofía, generalmente alrededor de un gran maestro. La educación era generalmente para varones. En las únicas lecciones que podía participar una chica era en danza y en música. La educación de una chica a menudo se limitaba al aprendizaje de las tareas domésticas, y así ésta, podría ver poco, escuchar poco y preguntar lo menos posible. La escuela de Grecia pasó a Roma con algunas modificaciones. Ludus es el nombre que se le asignó a la escuela de Roma al final de la República y los cinco siglos del Imperio. En ella se estudiaban las artes liberales, la milicia, la filosofía y la retórica. El modelo de la escuela estaba tomado de Grecia, concretamente de Atenas. Los cursos se organizaban de la siguiente manera: el primer grado de enseñanza era el ludus litterarius, el cual estaba a cargo del litterator, tenía como meta enseñar a leer, a escribir y a contar. El segundo grado era el ludus grammaticus, que estaba a cargo del grammaticus; los alumnos de esta escuela aprendían gramática, naturalmente, pero también leían a los poetas, con todas las explicaciones necesarias (históricas, geográficas, científicas, etc), aprendían sus obras de memoria, las recitaban con la pronunciación correcta y, con ello aprendían a leer con claridad. El tercer grado era el de la enseñanza de la retórica, llamado ludus rhetor, donde los alumnos aprendían a elaborar discursos persuasivos con su maestro el retórico. La escuela grecorromana fue la base fundamental de la inspiración de la escuela medieval, la schola, de ahí se tomó la idea del gran programa de las escuelas, el trívium y el quadrivium, la lengua oficial de la escuela y sobre todo, el ideario que era la formación religiosa, humana, académica y servicio a la patria[24].
La Iglesia católica ha guardado bien la tradición en su más grande ropaje, quiere decir, que venía conservando bien la cultura occidental, porque hasta hace unos cincuenta años tenía en el plan de estudios eclesiásticos parte de esa formación: Previa, latinidad, filosofía y teología. La primera etapa era algo así como la primaria, algunas diócesis la cambiaron por alguna escuela similar, por ejemplo, Puebla en 1944, suplió la previa por las Escuelas Apostólicas, obra del tercer arzobispo de Puebla, monseñor Pedro Vera y Zuria y su adjunto monseñor José Ignacio Márquez y Toriz. La segunda escuela se llamaba latín o latinidad, que era una especie de secundaria y preparatoria. Se estudiaba en ella, la lengua latina tres o cuatro años con un conocimiento interdisciplinario en distintos géneros; también se estudiaba griego, álgebra, historia de la literatura, botánica, rectificaciones de historia patria, música, oratoria y mucha gramática española. Luego venían los estudios de filosofía que eran tres años, en los cuales se llevaba: lógica, ontología, física, química, geometría, trigonometría, anatomía humana, francés, cosmología, psicología racional, cosmografía, psicología experimental, apologética, inglés, filosofía fundamental, canto gregoriano. Finalmente se estudiaba la teología con cuatro años, en ellos se estudiaba teología en todas sus vertientes: fundamental, bíblica, pastoral, litúrgica; hermenéutica, exégesis, griego bíblico, hebreo, náhuatl, historia de la iglesia y derecho. Actualmente no existen la previa ni la escuela apostólica, se suplieron por la primaria y por la secundaria o como se llama oficialmente en nuestro país, por la educación básica. En algunos lugares se ha conservado el Seminario Menor, que es el lugar para estudiar el bachillerato o la preparatoria. Se tiene el Curso Introductorio o Propedéutico, filosofía y teología, y se conservan las cuatro áreas de formación sacerdotal: humana, espiritual, académica y pastoral. El área pastoral es similar a lo que los griegos llamaban patria, los medievales lo cambiaron por la expresión iglesia o Dios, los renacentistas y humanistas lo cambiaron por el mérito propio, y la iglesia ha mantenido el ideal de la Edad Media, esto es, el amor a la iglesia o el amor a Dios. El papa Benedicto XVI en uno de sus últimos discursos sobre la lengua latina, usó una frase que produjo mucha polémica en la prensa y que se refiere al tema que estamos abordando; la expresión es la siguiente: Pro Dei amore Latinam linguam discite (estudien latín por amor a Dios). Causó polémica porque muchos periodistas que no entendieron el mensaje del papa creyeron que se trataba de una llamada de atención a los católicos, pues muchos, sin saber sintaxis, semántica y pragmática, y guiados por la simple intuición y su formación autodidacta de la lengua latina, tradujeron aquella oración de esta forma: estudien latín por el amor de Dios. Yo veo que esa hermosa frase alude a la historia de la educación, que parte de Grecia, Roma, Edad Media, Renacimiento, Concilio de Trento y Concilio del Vaticano II. La lengua latina fue la materia de tronco común de la escuela en dieciocho siglos, y en ellos se mostró mejor calidad educativa, lo cual se prueba por la historia y por las fuentes literarias. Por su parte, la escuela moderna o educación laica solamente conserva una de las áreas, la académica, las demás, las ha dejado a decisión personal.
12). γίγνομαι (γίνομαι)-γενήσομαι-ἐγενόμην–γέγονα (γεγένημαι)-ἐγενήθην: suceder, ser, acontecer, ocurrir, llegar a ser, venir, nacer. De esta raíz se compone la palabra genitivo, el nombre del caso gramatical. Su etimología es compartida con el supino del latín: genitum, cuyo origenesel verbo latino gigno-gignis-gignere-genui-genitum: engendrar, crear, hacer, nacer, poner huevos, proceder, originar, provenir. En griego la palabra genitivo se dice γενική. Para su comprensión más exacta se tomó la segunda raíz del verbo γίγνομαι. La primera raíz es γιγν. La segunda raíz es γεν, la cual usa el aoristo indicativo. Este verbo tiene los mismos significados que el verbo latino gignere. En la reflexión filosófica al término genitivo le doy una aplicación especial al relacionarla con la sabiduría del maestro, donde el maestro es un genitivo[25] y por eso explica el origen de la palabra, su procedencia, su pertenencia, es un doctor en el sentido estricto de la palabra. En este sentido el maestro es radical, porque va a la raíz de los problemas, a la causa originaria y a la fuente de la sabiduría. Es un maestro filósofo, un amante de la sabiduría, un enamorado de Dios, porque ama la sabiduría, y por eso su vida es una amorosa búsqueda, es un compromiso total, es una decisión desinteresada e inacabable, es una vocación al ser. Si la filosofía es un saber que empieza en cada filósofo, en cada persona, pues la filosofía nace de la persona, es un vivir, es la armonía de los diversos estratos que constituyen al ser humano. Si es filósofo, ama la sabiduría. Y esa virtud lo hace que sea un hombre sabio, o un hombre grande. Al respecto Séneca decía: “Quare sapiens magnus est? Quia magnum animum habet”.[26] Entonces, el sabio es un hombre benevolente, erudito, virtuoso y feliz, como decía Marco Tulio Cicerón: “Sapiens semper beatus est”.[27] El maestro debe ser un hombre sabio, porque siempre le encuentra sabor a las cosas, a las palabras, a la vida, es decir, a la existencia humana.
13). χρίω-χρίσω-ἔχρισα–κέχρικα-ἐχρίσθην: tocar ligeramente, rozar, frotar, untar, embadurnar, ungir, bañar, teñir. Del participio de este verbo se compone la palabra Cristo: ungido, rey, mesías.
14). παίζω–παίξομαι (παιξοῦμαι)-ἔπαισα–πέπαικα (πέπαισμαι)-ἐπαίσθην: jugar, danzar, bromear, divertirse, hablar en broma, tratar en broma.
15). εὑρίσκω–εὑρήσω–εὗρον (ηὗρον)-εὕρηκα (ηὕρηκα) (ηὕρημαι)-εὑρέθην: buscar, hallar, encontrar. Primera raíz εὑρίσκ. Segunda raízεὗρ. De la segunda raíz se compone la palabra heurística. Comenzó siendo esta disciplina, una parte de la hermenéutica y de la metodología, se encargaba de hallar las claves de la interpretación de un texto literario. Ahora se usa como una ciencia independiente y como un método, relacionado con otros métodos, por ejemplo, con el método holístico.
16). παιδεύω–παιδεύσω–ἐπαίδευσα–πεπαίδευκα: educar, instruir, enseñar, adoctrinar, formar, castigar, corregir. De esta raíz se compone la palabra paidéia.
17). ἀποστέλλω–ἀποστελῶ–ἀπέστειλα–ἀπέσταλκα (ἀπέσταλμαι)-ἀπεστάλην: enviar, mandar, despachar, mandar recado, mandar decir, expulsar, desterrar, partir, marcharse, salir. De este verbo se compone la palabra apóstol.
18). ἐσθίω–ἔσθω–φαγομαι (ἔδομαι)-ἔφαγον–ἐδήδοκα–ἠδέσθην: comer, tragar, devorar, consumir. De la raíz del aoristo segundo se compone la palabra antropófago.
19). ὁράω (ὁρῶ)-ὄψομαι–εἶδον–ἑώρακα-ὄπωπα–ἑώρομαι–ὦμμαι-ὤφθην: ver, mirar, observar, contemplar. Primera raíz: ὁρ. Segunda raíz: ιδ y οπ. De estas raíces se componen las palabras: panorama, idea y sinopsis. La sinopsis es explicada como una mirada de conjunto. Suele llamarse sinópticos al estudio simultáneo de los tres evangelios: Mateo, Marcos y Lucas, porque tratan el mismo tema.
20). διδάσκω–διδάξω-ἐδίδαξα–δεδίδαχα-ἐδιδάχθην: enseñar algo (a alguien), a veces pide infinitivo, declarar, explicar. Entre muchas palabras cultas, de aquí se compone la palabra didáctica. Es muy interesante una de las obras de los primeros cristianos: La Didajé, obra escrita por los apóstoles entre los años 50 y 70 d. C. Fue publicada por primera vez hasta 1883 por Filoteo Bryennios. Es el único manuscrito conocido hasta hoy día. Fue encontrado en el año 1056 con el título διδαχὴ κυρίου διὰ τῶν δώδεκα ἀποστόλων τοῖς ἔθνεσιν (Doctrina del Señor por los doce apóstoles a los pueblos). Por su tamaño tiene la misma extensión que la Carta de Pablo a los Gálatas, es un ritual eclesiástico, donde se instruye en las costumbres cristianas; es una guía de la catequesis de los bautizados. Se enseña el nombre de Jesús, Dios, Cristo, hijo y Salvador. Es considerado un documento extrabíblico. Es posible que haya sido escrito en Siria o Palestina en los últimos decenios del Siglo I d. c[28].
21). κρίνω-κρινῶ–ἔκρινα–κέκρικα (κέκριμαι)-ἐκρίθην: juzgar, separar, apartar, elegir, señalar, distinguir, poner a un lado, rechazar, enjuiciar. De este verbo se compone la palabra crítica, uno de los nombres que recibe la teoría del conocimiento o epistemología, es decir la ciencia que estudia el valor del conocimiento a través de sus causas últimas. Es “la investigación filosófica que versa sobre la posibilidad y el alcance del conocimiento humano, verdadero y cierto. Esta investigación plantea por lo tanto dos preguntas: ¿Es capaz el entendimiento humano de adquirir un conocimiento verdadero y cierto, es decir, de un conocimiento por el cual el hombre conozca el ente real, tal como es, y por el que también se sepa que la cosa así conocida es tal? Suponiendo que la respuesta a esta primera pregunta sea afirmativa, la segunda pregunta se plantea entonces en estos términos: ¿Hasta dónde se extiende esta capacidad del entendimiento humano? Y en particular, ¿es posible realmente un conocimiento metafísico, verdadero y cierto? ¿es posible la metafísica como ciencia” [29].
22). πίνω–πινῶ (πίομαι)-ἔπιον–πέπωκα: beber, sorber, absorber. De este verbo se componen las palabras: propinar, propina, y especialmente la palabra simposio; συμπόσιον–ου–τὸ: simposio, banquete, festín. Palabra compuesta de la preposición σύν: con (de modo y compañía) y el verbo πίνω: beber en conjunto, beber en compañía. El doctor Jesús Manuel Araiza Martínez al hacer una explicación de la palabra simposio, comenta: “la palabra convite [La palabra convite viene del latín medieval convitare, que significa “convidar”]. En cambio, el término “banquete” procede del francés banquet, y este lo toma del italiano banchetto, diminutivo de banco, ‘banco pequeño’; en su origen se refería a una comida o comilona, donde la gente se sentaba en bancos (sin respaldo) puestos alrededor de una mesa, en lugar de sillas individuales. [=festín, comilona] (donde naturalmente no puede faltar el vino tinto)”[30].
Originalmente comenzó siendo un festín o banquete entre los grandes señores grecorromanos, donde se disfrutaba la bebida y la comida. Suele llamarse Simposio a uno de los escritos principales de Platón, del año 384 a. C. El diálogo tuvo lugar en un banquete celebrado en Atenas en casa del poeta trágico Agatón, quien estaba celebrando su primera victoria en las competiciones de tragedias de las Leneas del 416 a. C. El diálogo es narrado por un amigo de Sócrates, Apolodoro de Falero, que no está presente (era demasiado joven), pero obtuvo el relato de un testigo ocular y admirador de Sócrates, Aristodemo. Cada uno de los invitados pronuncia un discurso en honor al amor, Fedro desde un punto de vista mítico, Pausanias desde el de un sofista, Agatón el de un trágico, y así sucesivamente. Aristófanes lleva el diálogo hacia la comedia. Cada discurso es una hábil parodia de Platón del estilo del orador en cuestión. Sócrates lleva la discusión a un plano más elevado, pues ha escuchado de Diotima, la sacerdotisa de Mantinea, que el amor puede tener un aspecto más noble.
[1] Entrevista con el doctor Jesús Manuel Araiza Martínez. 24 de mayo de 2024.
[2] Conversación con el doctor Justino Cortés Castellanos. Cuadernos de investigación de filosofía mexicana y latinoamericana, número 3, Academia de Lenguas Clásicas Fray Alonso de la Veracruz, Puebla, Pue; junio de 2024.
[3] Conversación con el doctor Guillermo Hernández Flores. Cuadernos de investigación de filosofía mexicana y latinoamericana, número 2, Academia de Lenguas Clásicas Fray Alonso de la Veracruz, Puebla, Pue; junio de 2024.
[4] Esta idea la ha venido insistiendo el doctor Mauricio Beuchot en sus recientes conferencias al hablar de la hermenéutica analógica como equipo, y encaja muy bien con el matiz sinérgico que le he venido poniendo, es decir, a la unión de esfuerzos o trabajos.
[5] Sobre el eclecticismo como vertiente filosófica puede verse la exposición que ha hecho Michele Federico Sciacca en su Historia de la Filosofía. Editorial Luis Miracle, S. A. Versión española de Adolfo Muñoz Alonso y Juan José Ruiz Cuevas. Barcelona, España, 1966, pp. 139-140. Hay que destacar que el eclecticismo como escuela fue fundada por Potamón de Alejandría en tiempos de Octavio César Augusto. Pues como refiere Frederick Copleston, según Diógenes Laercio, esta escuela recibió el nombre de Ἐκλεκτικὴ αἵρεσις: escuela ecléctica o seleccionadora (Dióg. Laerc. Proem, 21), y parece que combinó elementos estoicos y peripatéticos, aunque Potamón escribió un comentario a la República de Platón. Véase Historia de la filosofía, F. Copleston, Editorial Ariel, edición española. Vol. I, Barcelona, 1966, p. 436. El eclecticismo tiene un carácter pragmático y seleccionador, más que un sistema filosófico, es una síntesis conciliadora de otros sistemas. José Ferrater Mora apunta que Potamón de Alejandría seleccionó lo mejor de todas las escuelas de la antigüedad, de allí que el eclecticismo es un seleccionismo, y por su mismo carácter se pudo ajustar con facilidad a otra cultura; así se puede ver en Roma a través de Marco Terencio Varrón y Marco Tulio Cicerón, éste último, discípulo de otro ecléctico de la Nueva Academia, Antíoco de Ascalona (muerto en el año 68 a. C). Más detalles véase Diccionario de Filosofía, José Ferrater Mora, Editorial Alianza. Vol. I, edición española. Madrid, España, 1979. Historia de la Filosofía, Guillermo Fraile. BAC. Vol. I, Madrid, 1976, pp. 641-660.
[6] Aquí procuro integrar dos vertientes de la analogía y aplicada a diversas disciplinas, especialmente sigo la lectura de dos obras monumentales: Tratado de Hermenéutica Analógica, Mauricio Beuchot, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional Autónoma de México, y Editorial Itaca. México, 1997, pp. 206. Catecismo en Pictogramas de Fray Pedro de Gante. Estudio Introductorio y Desciframiento del MS. VIT. 26-9 de la Biblioteca Nacional de Madrid. Justino Cortés Castellanos. Tesis doctoral, Universidad Pontificia de Salamanca, tres Volúmenes. Salamanca, 1984.
[7] De una manera semejante estoy presentando la enseñanza de la lengua latina con el método ecléctico analógico. Véase mi conferencia: La formación humanista del latín a través del método ecléctico analógico, en el marco del II Coloquio Internacional de Lenguas Clásicas, Humanidades y Hermenéutica, realizado del 15 al 18 de noviembre de 2023. Guanajuato, Guanajuato, 17 de noviembre de 2023.
[8] Aquí sigo los conceptos de semejanza y compatibilidad que usa el doctor Justino Cortés Castellanos en su tesis doctoral. Véase Catecismo en Pictogramas de Fray Pedro de Gante. Estudio introductorio y desciframiento del MS. VIT. 26-9 de la Biblioteca de Madrid. Universidad Pontificia de Salamanca. Facultad de Teología. Madrid, 1984.
[9] Aquí recojo varios dichos y sentencias al respecto. Sobre refranes, dichos, sentencias, máximas y proverbios. La sabiduría estudiada en sus fuentes. En HR 1090 AM. Programa radiofónico especial, Así es, conducido por Roberto Martínez Otero. Ciudad de Puebla. Vienes 22 de enero de 2021.
[10] Aquí hago una paráfrasis de Platón. Un pensamiento tan repetido por Heidegger. Γιγαντομαχία περὶ τῆς οὐσίας ( Una guerra de gigantes en torno al ser). Platón. Sofista 246 A. Sein und Zeit. Martin Heidegger.
[11] Desde la morfosintaxis la oración puede ser bimembre y unimembre. Desde la naturaleza de la oración puede ser de tres tipos: sustantiva, transitiva e intransitiva. Desde la naturaleza de la conjunción es de dos modos: oración coordinada y subordinada. Desde los signos ortográficos: la oración puede ser interrogativa, exclamativa o yuxtapuesta. Desde el modo verbal puede usarse el matiz verbal, principalmente los modos indicativo, imperativo y subjuntivo, por ejemplo: oración afirmativa, negativa, entre muchas otras.
[12] Tomo la idea de dos libros: Perfiles esenciales de la hermenéutica, Mauricio Beuchot Puente, UNAM, 1997, pp. 12-13. Especialmente la hermenéutica docens y la hermenéutica utens. El arte de aprender a estudiar, Arthur W. Kornhauser, Editorial Iberia, Barcelona, 1940, pp. 15-20. Especialmente el estudio como obtención de conocimientos y la utilización práctica de los conocimientos.
[13] Don. A.G. II, 1-17.
[14] Noli foras ire, in teipsum redi: in interiore homine habitat veritas. De vera religione, cap. 39, núm. 72, Obras Completas, BAC, Madrid, 1948, Tomo IV, p. 158. Hay un excelente artículo de José Rubén Sanabria sobre la vocación, titulado El trabajo y la vida filosófica, en Introducción a la filosofía, Editorial Porrúa, Primera edición, México, 1976, Novena edición, 1994, pp. 281-295.
[15] Del verbo καλέω se compuso la palabra Kalendas, de Kalendae-Kalendarum (f): Kalendas. En el calendario romano se usa para indicar el primer día de cada mes y para construir la etimología de la palabra calendario. La historia del calendario en Occidente está ligada estrechamente a la fundación de Roma y con el calendario agrario del fundador de Roma. Eran diez meses a partir de marzo. Con Numa Pompilio, el segundo rey de Roma, se agregan los meses de enero y febrero y el criterio para el calendario, de solar a lunar. De este modo llegan a ser 365 días del año. Más detalles véase Diccionario abreviado de la literatura clásica, Alianza Editorial, M. C. Howatson. Primera edición española, Madrid, 1991.
[16] De estas palabras merece atención la palabra Otium-i (n): ocio, reposo (especialmente lejos de la política), ociosidad, ocio (para es el estudio), reposo, calma, tranquilidad, paz, escuela. También de esta misma raíz se usa la palabra Negotium-i (n): ocupación, negocio, trabajo, asunto (de todo tipo), actividad política. O sea, que el negocio es la negación del ocio, una actividad en la que hay que hacer algo. Su origen es el verbo deponente Otior-otiaris-oriari-otiatus sum: ociar, estar de ocioso, descansar, reposar. Su correspondiente en griego es el sustantivo σχολή–ῆς–ἡ con los mismos significados. Su origen es el verbo σχολάζω–σχολάσω–ἐσχόλασα ἐσχόλακα: estar ocioso, estar desocupado, consagrar el descanso a, estar vacío, estar vacante, estar desocupado. Este contexto histórico puede relacionarse con la historia de la escuela, juntamente con su plan de estudios desde Atenas con la paidéia hasta la Nueva España y la Latinidad de los seminarios en el siglo XX en Europa y América Latina. Muchos de estos aspectos aparecen en mi libro de próxima aparición, El humanismo a través de la escuela, Academia de Lenguas Clásicas Fray Alonso de la Veracruz. También véase Lectiones. Textos clásicos para aprender latín, Patricia Villaseñor Cuspinera, Vol. I, Facultad de Filosofía y Letras, UNAM, México, 2004, pp. 26-27; Vivir la historia de Grecia, Ediciones Time–Life Books, Madrid, 2008, pp. 34-35; Introducción a la cultura y a la filosofía de Grecia Antigua, Pedro M. Gasparotto, Universidad Pontificia de México, México, 1993, pp. 26-27; Safo de Lesbos, la décima musa, Laia Pujol Tost, en Clío, el pasado y el presente, Revista de Historia, MC Ediciones, año 9, número 47, Barcelona, 2009, pp. 38-45; Hipatia linchada por pensar, Dolores Lara Nava, en la aventura de la historia, Unidad Editorial, Revistas S. L. U; Madrid, 2009, pp. 18-22.
[17] Logica et Ontologia. Ricardo Riquelme Bravo. Pontificium Seminarium Palafoxianum Angelopolitanum. Vol. I. Angelopoli, Novembris 20, 1950, p. 3. Pongo algunas notas sobre la sabiduría para ahondar más en este interesante tema. Comienzo con el verbo transitivo e intrasitivo sapio-sapis-sapere-sapii (sapivi, sapui): saber, conocer, tener sabor, tener gusto, tener inteligencia, tener prudencia, saber conocer, comprender. De esta palabra se compone sapientia-ae (f): sabiduría, ciencia, conocimiento, pensamiento, inteligencia, razón, prudencia, juicio, cordura, sensatez, seso, filosofía, entendimiento, pericia, habilidad. El adjetivo es sapiens-sapientis: sabio, conocedor, inteligente, prudente, juicioso, razonable, que tiene experiencia. En los números 288 y 391 del método de griego de la Academia de Lenguas Clásicas Fray Alonso de la Veracruz hay dos hermosas sentencias que profundizan este conocimiento y es similar a nuestro argumento, las cuales quedan así: ἡ τοῦ σοφοῦ ψυχὴ ἡσύχιός ἐστιν (el alma del sabio es tranquila), Τίμιός ἐστιν ὁ χρυσὸς καὶ ὁ ἄργυρος, τίμιωτέρα δὲ ἡ συμβουλία τοῦ φίλου καὶ οἱ ἔπαινοι τῶν ἀνθρώπων τίμιωτάτη δὲ ἁπάντων ἐστὶν ἡ σοφία (Son valiosos el oro y la plata, pero son más valiosos el consejo de un amigo y las alabanzas de los hombres, y aún más, lo más valioso de todas las cosas es la sabiduría). San Agustín tiene una hermosa cita sobre la sabiduría: Si sapientia deus est verus philosophus est amator Dei: Si Dios es la sabiduría, un auténtico filósofo es un enamorado de Dios. (De civitate Dei, Libro VIII, Cap. I, BAC). Un estudioso de san Agustín escribe respecto a esta sentencia: “la filosofía de san Agustín se centra en el amor, de tal manera que filosofar es amar a Dios. Hoc est philosophari, amare Deum” (Antropología filosófica, José Rubén Sanabria, Porrúa, México, 2000, p. 42). La familia de palabras correspondientes en la lengua griega son las siguientes: σοφίζομαι y σοφίζω: pensar y obrar con astucia, filosofar, engañar. La palabra σοφία tiene los mismos significados que sapientia; igualmente el adjetivo σοφός-ή-όν tiene los mismos significados que su correspondiente sapiens. Toda la sabiduría clásica tanto griega como romana y medieval es rica y trascendente en su contenido. También la nomenclatura de la biblia griega es magistral al respecto. Véase el siguiente pasaje: Ἀρχὴ σοφίας φόβος θεοῦ, σύνεσις δὲ ἀγαθὴ πᾶσι τοῖς ποιοῦσιν αὐτὴν· εὐσέβεια δὲ εἰς θεὸν ἀρχὴ αἰσθήσεως, σοφίαν δὲ καὶ παιδείαν ἀσεβεῖς ἐξουθενήσουσιν. El principio de la sabiduría es el temor de Dios. La sabiduría es buena para todos aquellos que la practican. El principio de la sabiduría es el temor de Dios, pero los soberbios desprecian la sabiduría y la educación. (Prov.1, 7).
[18] Conversación con el doctor José Rubén Sanabria. Cuadernos de investigación de filosofía mexicana y latinoamericana, número 4, Academia de Lenguas Clásicas Fray Alonso de la Veracruz, Puebla, Pue; junio de 2024). Más detalles, véase mi reciente artículo: El amor es la esencia y vocación de la existencia humana, en el Comunicador, Puebla Pue; 25 de noviembre de 2024.
[19] Más detalles véase mi conferencia: Defensa apasionada del humanismo y Hermenéutica Analógica, en el marco del XVI Congreso Internacional de Filosofía y América Latina, Facultad de Filosofía de la Universidad Pontificia de Santo Tomás. Bogotá, Colombia, 3 de julio de 2015.
[20] Sátira XIV, 47.
[21] Hechos 20,35. Esta sentencia no la han guardado los evangelistas, pero la alusión remite a Jesús. En este sentido engrandecemos al evangelista Juan cuando dice de Jesús lo siguiente: “Éste es el discípulo que da testimonio de todas estas cosas y que las ha escrito. Y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero. Hay además muchas otras cosas que hizo Jesús. Si se escribieran una por una, pienso que ni todo el mundo bastaría para contener los libros que se escribieran. Jn. 21, 24-25.
[22] Hechos 20,35. Diccionario de términos filosóficos, Héctor Rogel Hernández, Editorial Seminario Conciliar de México, 2004, pp.198-199.
[23] Sugiero la lectura de este artículo sobre la interpretación de Juan. Leer y escuchar, Adolfo Pinto León. En Los desafíos contextuales de la Teología Latinoameriana. Memorias del Primer Coloquio de teología (30 de septiembre al 4 de octubre de 1996). Universidad Pontificia de México. México, 1997, pp. 87-89.
[24] Con el cristianismo el valor de la patria o el patriotismo, que era el valor supremo de la cultura grecorromana, se vuelve una διακονία: servicio, función, oficio, cumplimiento del deber, ministerio, socorro, auxilio. El oficio de esta virtud lo hacía el diácono. Διάκονος-ου-ὁ: servidor, criado, ministro, diácono. En la literatura griega los diáconos eran esclavos o siervos que tenían cargos muy específicos dentro de la casa, similar a la nomenclatura romana que en lugar de usar los términos servus o famulus (esclavo familiar) para estos asuntos se utilizaba el término minister. Esa nomenclatura griega y latina la utiliza el evangelista Juan en las bodas de Canán. Jn. 2,1-5; allí los diáconos según el texto griego o los ministros según la versión latina son los sirvientes que trabajaban en la casa, y algunos de ellos figuran en el texto aludido, porque llevaban las vasijas de agua que había solicitado Jesús. En el contexto de la casa, de la escuela y del templo los diáconos deben estar bien preparados, además están cerca de los presbíteros, que son los hombres más preparados de ese entorno, es decir, son los viejos, los experimentados, los sabios. De ahí su raíz con el adjetivo griego Πρέσβυς-εως: viejo, anciano, experimentado, venerable, digno de respeto, precioso, importante, jefe, enviado, legado, general, delegado. Πρεσβυτέριον-ου-τό: presbiterio y consejo de ancianos. Πρεσβύτης-ου-ὁ: viejo, anciano, presbítero. En síntesis, el diácono es como el profesor en la escuela y el presbítero es como su maestro, es decir, el magis-ter. El ideal del diácono es llegar a ser presbítero o al menos estar cerca de él, y de las dos formas se sigue la idea vocacional de servir a los demás en la comunidad. Quien piense seriamente en la vocación podrá identificarse con lo que dice el padre David López Jiménez, al recordar parte de su época de seminarista allá en los años treinta en el Seminario de Montezuma, Estados Unidos: “todos los seminaristas de entonces solíamos repetir un lema que compuso uno de nuestros profesores: “no pienses nunca en descansar, ni en vacaciones, pues el sacerdote sólo tiene derecho a descansar y a vacacionar en el cielo. Debes prepararte muy bien y capacitarte de tal manera en ciencia y en virtud. Que cada uno de ustedes pueda trabajar como cinco, porque llegará el tiempo en que así será necesario, que trabaje el sacerdote”. San Juan Crisóstomo nos dejó un hermoso testimonio que tiene la connotación del verdadero sentido del servicio en la vida sacerdotal: “¡Oh Sacerdos¡ ¿Tu quis es? Non es a te; quia de nihilo. Non es ad te; quia mediator ad Deum. Non es tibi; quia soli Deo vivere debes. Non es tui; quia es omnium servus. Non es tu; quia Deus es. Quid ergo es? Nihil et omnia: Oh Sacerdote! ¿Quién piensas que eres tú? No eres la causa de tu existencia, pues fuiste hecho de la nada. No fuiste creado para tu servicio, sino para ser mediador ante Dios a favor de los demás. No debes buscarte a ti mismo, pues solamente debes vivir para Dios. No te perteneces, pues eres siervo de todos, no eres tú, sino que eres representante de Dios. ¿Qué cosa eres, pues? Nada y todo). San Juan Crisóstomo, Lib. 3 de Sac; en Tesoro del Sacerdote, por el P. José Macu, S.J. Décima segunda edición, Barcelona, España, 1898, pp. 1-11. Versión del doctor Justino Cortés Castellanos. Carta del traductor al autor de estas líneas, 9 de diciembre de 2003.
[25] El genitivo es el caso que sirve para construir el complemento adnominal o determinativo, el cual se define como: el sintagma que determina o especifica de quién o de qué es algo. Su etimología se tomó del supino genitum, de donde se compuso la palabra genitivus. El verbo latino se enuncia: gigno-gignis-gignere-genui-genitum: engendrar, crear, hacer nacer, poner (huevos), proceder, originar, provenir. Su correspondiente en griego se tomó de la segunda raíz γεν, del verbo γίγνομαι: ser, llegar a ser, suceder, acontecer, nacer, venir. En griego genitivo se dice γενική. Este caso es uno de los que dan mayor conocimiento y por eso tiene muchos matices en la sintaxis grecolatina, por ejemplo: genitivo posesivo, pertenencia, procedencia, partitivo, explicativo, subjetivo, objetivo, genitivo de cualidad, precio, estima, referencia y genitivo de objeto.
[26] Sen. Epist.87,18. ¿Por qué el sabio es grande? Porque tiene un espíritu grande.
[27] Fin. 2, 32, 104. El sabio siempre es feliz.
[28] Más detalles, véase Patrología, O. Bardenhewer. Barcelona Gustavo Gili, Editor, 1901, pp. 20-23.
[29] Sigo en esta parte el libro de mi maestro, el doctor Erasmo Bautista Lucas. Los fundamentos del conocimiento. Universidad Pontificia de México. Ciudad de México 2000, pp. 97. Hay un libro muy profundo y completo sobre esta disciplina, toda la obra está escrita en latín. Crítica, Josephus M. Alejandro, S. J. Editorial Sal Terrae, Santander, 1953, 383 pp.
[30] Entrevista con el doctor Jesús Manuel Araiza Martínez. 14 de noviembre de 2024.