Alemania y su cita geopolítica con la Historia – Juan de Dios Andrade
Las elecciones alemanas del domingo nos dejan una serie de enseñanzas cuya importancia será significativa para Europa y quizás para el mundo. Está en juego algo más que un acuerdo para formar gobierno, un programa o el reparto del poder. Cada elección deja atisbos del futuro, que se puede terminar configurando de un modo o de otro, según la coalición de gobierno que se forme. Las primeras consecuencias ya están a la vista, en medio de un intenso forcejeo con Estados Unidos, Rusia y China.
CONfines Políticos
24 de febrero de 2025
Correspondencia: confinespoliticos@gmail.com
Aunque el resultado electoral se veía venir, ha sido un golpe muy duro para la Socialdemocracia alemana. No se ha perdido una elección como ha ocurrido otras veces, sino que su viabilidad podría quedar comprometida. Para entender el fondo del asunto, hay que partir de lo ocurrido este domingo y verlo en perspectiva electoral. Con la totalidad computada, CDU/CSU de Friedrich Merz se colocó en 28,52% (208 escaños en el Bundestag), AfD de Alice Weidel alcanzó 20,8% (152 escaños), SPD de Olaf Scholz se ubicó en 16,41% (120 escaños), Grünen de Robert Habeck conquistó 11,61% (85 escaños), mientras Die Linke de Heidi Reichinnek y Jan van Aken obtuvo 8,77% (64 escaños), por citar a los más importantes…
Hay alegría entre los democristianos, pero a la vez cierta frustración porque esperaban alcanzar por lo menos 30% o más. Pero les decía que debemos ver los resultados en perspectiva y vamos a partir de las elecciones federales de 2013, enfocándonos en las tres formaciones más importantes. En 2013, CDU/CSU registró 41,54% de los votos, SPD computó 25,73% y AfD el 4,70%. La hoy temida organización radical de Weidel no logró entrar al Bundestag…
En los comicios de 2017, CDU/CSU logró 32,93% (cayó casi 10 punto respecto de la anterior), SPD 20,51% (casi 6 puntos menos) y AfD subió a 12,64% (casi 8 puntos más y logró entrar al Bundestag). Para 2021, SPD Olaf Scholz se alzó con el triunfo al sumar 25,74% (ganó quedando casi igual que en 2013), CDU/CSU cayó al 24,07% (casi 9 puntos menos) y AfD bajó a 10,34% (alrededor de 2 puntos), Como se puede apreciar, las dos fuerzas políticas más grandes comenzaron a tener problemas para alcanzar el 30% de la votación…
De cuando los electores te dicen el futuro
Los datos del domingo indican que CDU/CSU remontó poco más de 4 puntos respecto a 2021, mientras SPD perdió poco más de 9 puntos, desplomándose al tercer lugar. Pero lo más impactante es que AfD haya quedado en segundo lugar duplicando sus electores. En el tránsito de 2013 a 2017, AfD creció 8 puntos, en 221 perdió 2 puntos y ahora creció al doble…
¿Qué significa lo anterior? En primer lugar, que la Socialdemocracia no sólo ha perdido el poder, sino que ha quedado desfondada ideológicamente y podría estar en peligro de quedar como un partido periférico. Ha sido un pésimo liderazgo el de Scholz y una mala experiencia el gobierno apoyado en tres fuerzas políticas con muchas discrepancias. Pero también podría pasarles lo mismo a los democristianos en los años siguientes. Territorialmente hablando, ¿en dónde está la fuerza electoral de AfD? En la parte oriental de Alemania. Sí, leyeron bien. Es fácil verlo al poner los resultados en un mapa del país y, obviamente, los planes de Alice Weidel apuntan a ‘comerse’ territorialmente a la Democracia Cristiana. En el mapa alemán, ha sido un trago amargo para SPD…
Se requieren 316 escaños para formar gobierno y, en tal caso, hay tres posibles coaliciones: la coalición Kenia (CDU/CSU + SPD + Grünen, 208 + 120 + 85 = 413), la coalición extrema derecha (CDU/CSU + AfD, 208 + 152 = 360) y la Gran coalición o Groko (CDU/CSU + SPD, 208 + 120 = 328). La primera, representaría el consenso más amplio, pero los socialdemócratas vienen de un descalabro por gobernar a ‘tres voces’. La segunda, podría desembocar en el ‘suicidio político’ de la Democracia Cristiana, aunque, sin duda, es vista con buenos ojos por Donald Trump y Elon Musk. La tercera, es considerada la más práctica, aunque quizás no la menos problemática, porque es evidente que Trump y Musk se van a oponer o tratarán de condicionar a Merz…
Una rivalidad geoestratégica
Para entender mejor de qué estamos hablando, es necesario recordar la rivalidad que existió entre Henry Kissinger y Zbigniew Brzezinski, pese a que fuera una mezcla de competencia y cierto respeto entre sí, más que amistad. El forcejeo empezó desde que participaban en el Consejo de Relaciones Exteriores y, andando el tiempo, el primero quedó bajo la protección de Nelson Rockefeller, mientras al segundo lo cobijó David Rockefeller. Los dos hermanos, pertenecientes a uno de los clanes más importantes de la historia contemporánea, fueron pieza clave en la configuración de lo que hoy se conoce como ‘globalismo’. Empero, sería excesivo atribuirles toda la responsabilidad. Lo que sí, es que David Rockefeller fue el eje sobre el cual giró la convocatoria y fundación de la Comisión Trilateral, donde se acrisoló la mayor parte del globalismo que Trump y otros más quieren desmontar en el mundo actual…
La muerte de Nelson en circunstancias poco claras llevó a Kissinger a la esfera protectora de David, lo que terminó por relanzar su antagonismo con Brzezinski…
Lo que nos interesa ahora es que Zbigniew Brzezinski se abocó a lograr la derrota global del comunismo soviético, lo que le llevó a un acercamiento con Juan Pablo II y, de paso, con la Democracia Cristiana. Brzezinski siempre fue dado al juego fáctico del poder y mirar hacia el futuro. Henry Kissinger, por su parte, más propenso a ver las relaciones internacionales como resultado de los ‘ejes rectores’ de la Historia, quería encontrar en el pasado el modo de modelar el futuro. Será esta especie de hegelianismo, lo que le lleve a simpatizar gradualmente con la Socialdemocracia alemana y a mantener sus vínculos con los principales organismos de dicha corriente hasta sus últimos días…
El futuro no espera
Hoy, ya desaparecidos ambos competidores intelectuales, democristianos y socialdemócratas se vuelven a encontrar para dirimir su futuro y el de Alemania. ¿Formarán una coalición de gobierno que los vincule en un programa? Es una posibilidad no exenta de riesgos. ¿Le darán los socialdemócratas el respaldo a Merz en el Bundestag, sin unir ambos destinos y que cada fuerza política asuma sus propios riesgos? Lo que le acaba de pasar a Scholz y a los suyos, podría ser un atisbo del futuro que les depararía a los de Merz en caso de no entender la naturaleza de la situación electoral de cara al futuro…
¿Por qué creció de manera tan espectacular Alice Weidel y los votantes de AfD? Esa es la pregunta crucial, que podría aclararles la ruta a seguir. Pero hay otra: ¿qué hace tan relevante a esa corriente política para Trump y Musk? Ha empezado un escenario para Friedrich Merz donde tendrá que moverse en dos planos: el de la política alemana y el de la geoestrategia de Donald Trump para Europa. ¿Cómo compaginarse con lo que desea el presidente de Estados Unidos y, al mismo tiempo, reformular el liderazgo de Alemania en la Unión Europea y la OTAN? Responder a esos aspectos podría derivar en un desenlace promisorio o en otro desastroso…
De realizar Merz no sólo una negociación exitosa para formar gobierno, sino también buenos resultados como canciller en la política doméstica y en la geopolítica europea, obviamente Alemania podría ser el pivote de un nuevo proyecto global, en medio de un forcejeo con Estados Unidos, Rusia y China…
Hasta entonces…
Después de leer su comentario, me deja la inquietud de saber, como se mueve el mercado e Alemania, que de ahí puede servir a Latinoamérica, pero, también he pensado en la forma de sociedad, siempre creo que podemos aprender de otros. Gracias.
Alemania se encuentra en unan situación económica complicada. En muy poco tiempo pasó de ser el principal motor de Europa a un futuro energético comprometido. Este será uno de los asuntos apremiantes para el nuevo gobierno. Saludos cordiales…