África occidental y el desmoronamiento geopolítico de Francia – Juan de Dios Andrade

CONfines Políticos

7 de agosto de 2023

Correspondencia: confinespoliticos@gmail.com

Las citas con la Historia rara vez se posponen y se ha cumplido el ultimátum dado por la CEDEAO a Níger para retornar al orden constitucional, pero el tiempo también se ha agotado para Emmanuel Macron, cuyo liderazgo podría desplomarse de no resolver bien la situación. Como espada de Damocles, el golpe de Estado en dicho país pende sobre la seguridad europea y, en general, sobre las potencias occidentales en la confrontación global entre Estados Unidos, China y Rusia…

Es verdad que las potencias europeas se han aprovechado de África en detrimento de la población local y eso ha sido una constante histórica, pero sólo un ingenuo podría creer que estamos ante un movimiento de ‘liberación’ de un pueblo frente al colonialismo francés. El llamado de la junta militar golpista al grupo Wagner para que les ayuden y las manifestaciones organizadas por el colectivo M62 ondeando banderas rusas, confirma que ni unos ni otros pretenden liberar a Níger del colonialismo, puesto que se están arrojando en brazos de otro poder igualmente colonial, porque eso es lo se busca ejercer en el espacio postsoviético…

¿Cómo debemos interpretar lo de Níger?

Como suele ocurrir en caso como el de Níger, la estridencia puede impedirnos evaluar bien la situación. Es verdad que Rusia lleva algunos años maniobrando para fortalecer su presencia en África, de manera directa o a través de otras instancias como el grupo Wagner. Claro que Níger podría recibir ayuda de los Wagner desde Mali, Burkina Faso o Guinea, pero en Níger sólo tienen alrededor de mil efectivos. Eso no cuadra con la idea de que el golpe de Estado haya sido planeado o impulsado desde Rusia, puesto que debieron contar con mas elementos armados en el país antes de desencadenar los hechos…

Por otra parte, el reciente llamado al grupo Wagner, se hizo en el marco de la visita a Mali del general Salifou Mody, según lo dio a conocer el periodista Wassim Nasr del Centro Soufan. Después de lo anterior, se trasladó a Burkina Faso. Esto tampoco coincide con la posibilidad de un golpe de Estado orquestado desde afuera: ¿un jefe militar que, primero, da el golpe de Estado y, luego, manda un emisario pidiendo ayuda al ‘ejército privado’ de los que lo habrían planeado? El escenario más bien parece el de una junta golpista que aprovechó la coyuntura para hacerse con el poder y convertir los yacimientos de uranio, oro y diamantes en una carnada apetitosa para Putin y los Wagner…

En el mismo contexto, no deja de ser interesante que los líderes de Mali y Burkina Faso hayan dicho que una intervención militar en Níger sería una declaración de guerra contra ellos, sin mencionar a Guinea…

Claro que todos sabemos que no es lo mismo hablar de la guerra que hacerla y que una cosa es ondear banderas en una manifestación y, otra, el estar preparados para enfrentar una intervención militar. De estallar una guerra en Níger con la intervención de varios países, a favor o en contra de los golpistas, provocará una enorme ola migratoria rumbo a Europa. Sin duda eso sería un problema a resolver por parte de los europeos, pero también para los que tomaron el poder y sus simpatizantes, porque se reduciría el margen para alistar nuevas tropas y tendrían que recurrir a mercenarios, lo que obviamente cuesta mucho dinero…

Una prueba más de que los golpistas no tienen como objetivo librar a Níger del colonialismo, sino transitar de un colonialismo a otro, con tal de mantenerse en el poder…

El desmoronamiento geopolítico de Francia

Sin duda, se está desmoronando el poderío geopolítico de Francia en el África occidental. En el lapso de un año, perdió cuatro posiciones: Mali, la República Centroafricana, Burkina Faso y Níger, sin contar otras posiciones como Guinea, Ghana y Sudán. Pero también es evidente que no sólo hay un problema de visión en Emmanuel Macron, sino también en la Unión Europea. La reciente visita de Borrell reveló que no había idea de lo que se estaba preparando…

Desde principios de 2021, era evidente que los efectivos militares se estaban replegando en África occidental y que eso podría empujar al Sahel a una espiral caótica y, por ende, inestable. La llamada ‘Operación Barkhane’ había fracasado y Emmanuel Macron afirmó que reorientaría la contrainsurgencia francesa en la región. Pero ya vimos que no le resultó…

El panorama es claro: Occidente, especialmente las potencias europeas, parecen no entender las nuevas realidades geopolíticas en un continente como África, en el que, a su vez, varios países dependen de Rusia en materia de granos y respaldo armado a través del grupo Wagner, y de China en materia de inversiones en infraestructura y obra pública. En ambos casos, ante la imposibilidad de pagar por esos ‘servicios’, deben hacer concesiones en economía y comercio…

Pero no faltan los que dicen que se está librando una batalla contra el colonialismo…

En el mismo tenor, no es creíble que los países miembros de la CEDEAO hayan advertido del uso de la fuerza si no se reestablece el orden constitucional en Níger, sin el respaldo directo o indirecto de Francia, Inglaterra, la UE y Estados Unidos. En esto juega un papel muy importante la situación interna de algunos de ellos, como Nigeria cuyo gobierno está interesado en volcarse hacia el exterior con tal de distraer a la opinión pública de los asuntos nacionales…

Habrá que ver si, finalmente, llevan a cabo una intervención militar en Níger, pero Nigeria ya realiza las primeras movilizaciones en sus fronteras, al igual que otros integrantes de la CEDEAO, mientras Níger cerró su espacio aéreo esperando ser atacado de un momento a otro…

El flagelo del terrorismo

África occidental se encuentra en una situación muy delicada. Lleva varios años padeciendo el flagelo del terrorismo, especialmente en el Sahel, sea por parte de ISIS o de Al-Qaeda, o de algunos de sus aliados. El punto es que el apoyo francés no estaba rindiendo los frutos esperados, teniendo al mismo tiempo una situación injusta en cuestión laboral por parte de las empresas europeas, especialmente francesas. Estas dos variables dieron la pauta para los golpistas, que ven en Rusia a un aliado más fuerte…

El proceso de descolonización se ha repetido en casi todo el continente: nadie se interesó en las dificultades y conflictos que vendrían en razón de que los países africanos no contaban con infraestructura propia, ni tenían expectativas de desarrollo. De un modo disfrazado, la explotación continuó, lo que explica el resentimiento social y el que sean tan vulnerables al terrorismo…

Sin el comprensible descontento popular, el general Abdourahmane Tchiani difícilmente le habría podido dar un golpe de Estado a Mohamed Bazoum, que, dicho sea de paso, no es muy querido por sus gobernados. Sin embargo, todo se desencadenó a raíz de que Bazoum decidió destituir a Tchiani…

Evidentemente, Putin tendrá que sopesar si va a involucrarse de un modo más directo en Níger. La posición geopolítica es valiosa y también está lo del uranio, pero tampoco puede ignorar que su explotación ha venido cayendo de manera significativa. Lo peligroso para Europa y Occidente en general es que se vaya a pactar con los yihadistas: cesar o disminuir al máximo los ataques en África occidental, a cambio de impulsarlos contra los países occidentales…

¿Hacia dónde apunta Giorgia Meloni?

Quien no ha quitado la vista de África es Giorgia Meloni, consciente de que la posición de Francia se ha deteriorado y que Italia podría convertirse en la pieza clave en el Continente africano y en Europa, como garante de la dignidad, de un lado, y como centro energético, del otro. Por eso ha dicho abiertamente que Italia no será depredadora (algo de lo que ha acusado a Francia desde antes de asumir en poder y que coincide con la interpretación de los principales líderes de opinión franceses) y se encamina a celebrar la cumbre entre Italia y África en otoño…

Si Giorgia Melioni ha dicho que se opone a una intervención armada en Níger y en cualquier parte de África, es con la intención de generar confianza y ser la alternativa en el dilema franco-ruso…

Algo que ha caracterizado a la señora es que ha sabido rodearse de gente que ejerce algún cargo y que, además, la asesora. La visión geopolítica de Meloni es atlantista sin cerrar los ojos a las necesidades italianas, siendo la principal lo energético. Pero no pensemos que se ha centrado en África. Igualmente está tendiendo lazos en el Medio Oriente y Asia Central…

Es un aspecto que no debemos descuidar, porque, de resultarle bien las negociaciones, Giorgia Meloni podría convertirse en una figura a escala euro-continental y global…

Ella no está pensando en un escenario simplista, en el cual Estados Unidos estaría en declive y China o Rusia en ascenso, de tal modo que tenga que escoger entre uno u otro bando…

Lo que pretende es convertir a Italia en el nuevo ‘pivote geográfico de la Historia’…

Hasta entonces…